Ahora que Jun se había acostumbrado a tomar el biberón ya era el momento que empezará a probar nuevas comidas para estrenar esos dientes en otra cosa que no sean los pezones de Gakushuu.
La pequeña pelirroja se encontraba sentada en su sillita, Karma se encargaba de preparle su comida mientras Gakushuu la terminaba de poner su babero de león.
"Papá ya viene con la comida Jun, no desesperes"
"Ya ve estar listo princesa!" Karma sonrió al escuchar un balbuceo de su hija.
Karma le había preparado una papilla de manzana con dos rebanadas de platano encima, empezarian con la fruta para después ir con las verduras.
Los ojitos violetas de Jun brillaron al ver esa cosa rara qué jamás había visto, ahora iniciaba la verdadera lucha.
"Espero que la mayoría de la papilla termine en su estómago y no en su cara"
"Dejame esto a mi Karma, Jun es hora de comer"
Los bebés al ingerir nuevos alimentos terminan muy sucios por dos simples razones, esquivan la comida si no les gusta o entierran sus manos en ella.
Jun uso la primera razón, le gustaba la papilla otra cosa es que le guste divertirse al ver la cara de frustración de su madre que luchaba por hacer que el avión entrará en su boca y no terminará en su babero.
Ella abrió su boquita recibiendo su papilla, sus manitos algo sucias se movieron sujetando su biberón para llevárselo a la boca.
"Estas grabando esto?" Gakushuu le pregunto a su esposo que tenía su teléfono en mano.
"Y tomando fotos, mandale a imprimir algunas para nuestro álbum familiar"
Jun dejó de biberón de lado esperando recibir más de la papilla que su papá preparo exclusivamente para ella, casi hace un berrinche cuando Gakushuu fingio comerse lo que es suyo.
Lo que quedaba de la papilla qué era muy poco termino volando a la cara de Gakushuu cuando Jun enterró sus manos ahí, ella se rio a carcajadas aplaudiendo por la cara graciosa que ponía su mamá con los restos de papilla pegados en su rostro.
Karma se cubrió la boca para que no se oyera su risa al ver el estado de su esposo, si le hubieran dicho a su yo joven que se encontraria felizmente casado con su rival académico teniendo dulces momentos familiares habría creído que esa persona estaba loca.
Quien diría que sería tan divertido ver al gran Akabane Gakushuu con papilla qué el preparo en su cara.
"Tú la vas alimentar en la cena, voy irme a cambiar, tú cambiará a ella por favor"
"Esta bien mami Shuu, aunque fue muy divertido ver a mamá así, la comida va en la boca Jun no en la cara de mamá" Karma le dijo a su hija quien seguía aplaudiendo, con un paño limpio sus manitos antes que hiciera un desastre más grande.
En la cena la nueva papilla de Jun de otras frutas fue devorada casi en su totalidad, lo que quedaba fue arrojado al piso porque Karma esquivo su ataque.
Gakushuu solo rodó los ojos por la suerte de su esposo, pero se dice que la suerte jamás dura mucho.
Cuando el pelirrojo se daba por ganado la guerra, Jun le arrojó su cuchara junto a su plato que aterrizó en su cara manchandolo.
Gakushuu soltó una ligera risa al ver la victoria de su hija, llevara el apellido Akabane pero su hija también es una Asano.
"Eso dolió princesa" Karma soltó aquello sobando se la nariz, se agachó para recoger las armas del crimen, su esposo le dio unas palmaditas en su espalda a modo de consuelo.
"Parece muy divertida por tú dolor, ve a cambiarte mientras yo me encargo de ella" Gakushuu parpadeo viéndola de cerca.
Como rayos Jun habia hecho para terminar con la papilla de plátano en su cabello?!
"Es momento de un baño Akabane Jun, estas toda sucia"
"Shuu no vas a besar mi nariz? Estoy herido" Karma le pidió a su lado señalando su cara herida, toda llena de la papilla qué el mismo preparo.
"Pídemelo cuando no tengas papilla de plátano en la cara querido" Gakushuu le contesto empezando a limpiar a su hija quien frunció el ceño al oír la palabra baño.
Soltó unos balbuceo en modo de protesta estirando sus manitos hacia su papá como si pidiera ser salvada.
"Lo siento princesa pero mamá es la ley, si mamá dice que es hora del baño es porque es hora del baño"
"Esas lágrimas de cocodrilo no funcionan conmigo señorita, si sigues llorando no vas a llevar al señor pato contigo" Jun dejo de llorar frunciendo el ceño balbuceando y moviendo sus brazitos.
