Noches de sangre

De acuerdo al plan

-Deberías relajarte y dormir un rato

-Pero... ¿Y si mi padre llama, o mi mamá?

-Shhh... Shhh~... tranquilo, vamos a apagar tu teléfono, descansa mi amor -dijo Roth de forma relajada y tenue para luego agarrar el teléfono de Draven y apagarlo, dio un pequeño beso en la frente de aquel chico para luego salir del cuarto.

Roth al salir su cara cambia, sus ojos se llenan de ir y sus manos empiezan a temblar, cuando Draven se desmalló  se asustó demasiado, era hora de actuar, pero necesitaba ayuda de alguien como él. En ese momento tomó su teléfono y se alejó de la puerta para evitar que su chico escuchara lo que estaba apunto de hacer. Mientras tanto, Draven trataba de dormir un poco, su mente estaba muy cansada, empezó a caer poco a poco vencido en la cama que parecía estarlo abrazando en un gran conford; en otra habitación, Roth estaba hablando con alguien tratando de llegar a una solución, todo iba a llegar a su fin el Lunes... solo era cuestión de esperar y cuidr que ese hermoso chico de ojos verdes esté a salvo. Astaroth colgó la llamada y volvió a su cuarto, al abrir la puerta vio una escena tan hermosa a sus ojos, su niño estaba dormido, hecho bolita y con sus manos cerca de su carita, se veía tan tranquilo y tierno; Roth se sentó en la orilla de la cama y empezó a acariciar aquel cabello azulado, entre que pasaba sus dedos por casa mechón de cabello de Draven seguía planeando de mejor forma... iba a acabar todo de raíz. En un momento se hincó para ver más de cerca la cara de su niño, su mano la tapaba un poco, se quedó ahí por unos segundos hasta que escuchó los pasos de su madre.

-Asty,¿ sabes si ya despertó Draven? -Dijo la señora algo preocupada.

-A-ah ¡sí! Ya despertó, solo que se durmió ahora.

-Me preocupa mucho, debería llamar a alguien que sepa esto tal vez a un amigo oh a su familia.

-No... Mamá, creeme... no llames a su casa, es la razón de todo.

-¿Qué? Astaroth, ¿qué pasa?

-Mamá... Está pasando por un momento difícil, por favor.

-Mira... No se qué esté pasando, pero por favor... Ya no te metas en problemas, este chico me preocupa y necesita ayuda profesional, y si el problema es su casa...

-Mamá... En este momento solo hay que estar para él, necesita salir un momento de su realidad para poder buscar una solución... por favor.

-... Está bien, pero por favor, ten cuidado Astaroth -Dijo antes de irse de nuevo aunque con una sospecha nada agradable, sabía que algo estaba mal pero como cualquier madre, prefería creerle a su hijo y pensar que podría solo ser una paranolla.

Roth seguía viendo a Draven y en un momento su teléfono soló, rápido lo sicenció y salió de nuevo de ese cuarto y respondió.

-¿Bueno?

-Soy yo de nuevo, tengo una pregunta.

-Dime...¿qué ocurre?

-Sabes que esto va a ser peor que lo de Lilian ¿No?

-Nadie lo sabrá, pero ¿vas a ayudarme o no?

-Claramente, pero Roth... Estás mal de la cabeza.

-¿Quieres que te recuerde por qué casi te expulsan? Tú con tu amiguita

- Cállate, es distinto.

-No... Escucha, de verdad necesito esto, bro de verdad... Sabes que eres ese amigo que me va a ayudar en las buenas y malas.

-Tienes Razón... Vale, estaré ya mañana en la noche en tu nuevo pueblito, de paso podré darte la madriza que me debes.

-Jaja, ya veremos eso.

Luego de una despedida algo corta, Roth colgó su celular y soltó un gran suspiro, empezó a susurrar la frase "hazlo por él". Repitió eso hasta que un pequeño sonido de mensaje de spam lo despertó. 

Durante 3 horas todo se había calmado, Draven despertó mucho mejor, más calmado, y con un sentimiento gigante de paz, la madre de Roth se encontraba afuera del cuarto, entró y se sorprendió al ver a Draven despierto, esta se acercó para dejar un baso de agua cerca del chico. Le preguntó cómo estaba, y si necesitaba otra cosa, Draven solo respondía ambiguamente y aún tratando de incorporarse.

-Me alegra mucho que ya te encuentres mejor - dio la señora con un gran peso soltado.

-Gracias, disculpe por todo esto, no eh tenido una buena semana- dijo Draven algo avergonzado.

-No te preocupes, cualquier cosa aquí estamos -exclamó con un tono tenue antes de salir del cuarto.

La señora salió silenciosamente de la habitación, caminó un poco hacia su cuarto y cerró la puerta, en ese momento se tapó la boca y empezó a sollozar, tenía miedo, no sabía como ayudar ah aquel chico de ojos verdes, sentía que era algo peligroso pero había algo que le impedía hablar, y sobre todo, le daba miedo su propio hijo, lo amaba pero tenía un muy mal presentimiento. Una madre haría lo que sea por su niño ¿no? Pero ¿qué ocurre cuando ya huíste y dejaste todo lo que amabas por ese niño con tal de protegerlo? Era lo que pensaba mientras las lágrimas bajaban; luego de un rato se limpió las lágrimas y solo susurró un leve "Tú puedes Marian, hazlo por él", se acercó al espejo de su pared y limpió sus lágrimas, las cuales estaban manchadas de mascada de pestañas junto con sus sombras doradas; tomó con suavidad un algodón con desmaquillante, pasándolo por todas las partes batidas, retocó pacientemente cada detalle.

Al terminar, Marian sonrió y se dijo a si misma "Se que él hará lo correcto, Asty aún es ese niño noble.. Solo hazlo por él", se acercó a la puerta y salió para hacer la cena, como siempre.

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