Esperando catástrofes

Capítulo 4

Al día siguiente, Sebastian se encontró en la casa de Sam, practicando su música. Aunque ambos estaban en la 'banda', estaban teniendo dificultades con su sonido y simplemente jugueteaban mucho con los instrumentos, probando algunas cosas diferentes. Llamaron a la puerta de Sam y apareció Mariah.

"¡Hola Sam!", dijo alegremente, "le estaba dejando una coliflor a tu mamá y escuché música. Espero que no te importe que pasé a verla. ¡Oh, hola, Sebastian!"

Sebastian solo gruñó su saludo en respuesta ( ¿Qué diablos te pasa? Solo saluda como una persona normal) mientras que Sam estaba mucho más entusiasmado. Le contó a Mariah sobre su falta de dirección y le preguntó qué tipo de música le gustaba. A pesar de lo distante que estaba, Sebastian también estaba interesado en escuchar su respuesta. Ella mencionó que le gustaba la música rock experimental, que Sam dijo que a él también le interesaba, y le sugirió a Sebastian que ese fuera el enfoque de la banda. Él asintió con la cabeza, secretamente bastante feliz por la elección. Quizás tenga más en común con el granjero de lo que pensaba. Incluso si a Sam le parecía mucho más emocionada que yo. Fui una ocurrencia tardía... otra vez. Suspiró mientras Sam y Mariah continuaban charlando. Sam tocó algunos acordes, pero Sebastian sólo quería que ella se fuera. Estaba demasiado avergonzado para jugar delante de ella.

"¡Oh! ¡Antes de que lo olvide, tengo cosas para ustedes dos!" Dijo Mariah, buscando en su mochila. Sacó un par de bolsas de galletas, "Compré demasiadas porque olían muy bien, así que pensé que debería compartirlas", se entregó una bolsa.

"Gracias", dijo Sebastian suavemente, metiéndose el suyo en el bolsillo, mientras Sam inmediatamente se comía el suyo.

Mariah se rió de Sam mientras limpiaba las migas de galleta de su camisa, "Así que básicamente siempre tienes hambre, ¿eh?"

"Más o menos", Sam se rió encogiéndose de hombros, "No puedo evitar que me guste la comida deliciosa".

"Hablando de comida, necesito volver a la granja, tengo mucho que hacer antes de que oscurezca demasiado. ¡Buena suerte con la práctica! No puedo esperar a escuchar algo original de Sam y Sebastian", sonrió. .

"Oh, totalmente. ¡Vamos a rockear!" Sam sonrió.

Después de que Mariah se fue, jugaron un rato más antes de tomar un descanso, "Así que Mariah es genial, ¿eh?" Sam dijo: "Qué lindo que nos traiga galletas".

"Sí", asintió Sebastian, asintiendo con la cabeza.

"Sabes, realmente necesitamos un baterista. ¿Aún crees que Abby lo haría? Realmente completaría nuestro sonido", afirmó Sam.

"Probablemente", Sebastian se encogió de hombros, "Ella es nuestra amiga".

"Bueno, podemos preguntarle y luego cruzar los dedos para que sea buena si acepta", agregó Sam. "Probablemente deberíamos volver a eso y trabajar en escribir una canción. No quiero dejar que nuestra primera ¡Abanica!

"Mmm", estuvo de acuerdo Sebastian.

Sebastian disfrutó de unos días discretos. Sam estaba emocionado de que Abby aceptara estar en la banda, pero no tenían un buen momento en sus agendas para reunirse y trabajar en la música. Sebastian trabajaba, leía Cave Saga X y, por supuesto, fumaba. Quedó gratamente sorprendido cuando un terremoto despejó el camino a la estación de tren y se aventuró allí para pasar un rato. Normalmente estaba desierto y era agradable volver a subir allí. Recordó que le encantaba ver pasar los trenes cuando era niño y lo emocionado que se ponía cada vez que escuchaba uno.

Antes del fin de semana, Sebastian fue sorprendido por un golpe en la puerta de su habitación, "¿Sí?" Llamó, sin levantar la vista de la pantalla.

Su puerta se abrió y escuchó un suave "Hola", que definitivamente no era su madre.