Cena

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Veracruz, 21 de mayo

¿Se está burlando?
Sí, eso hace.
¿Por qué? Si lo único que hago es preocuparme por ella.

Olvidaste algo.
¿El qué?

No puedes sentir.

—Ay, ¿Por qué no cenas? Ay...—

Se burlaba ella, usando esa voz chillona que todo el mundo usa para arremedar y burlarse de las personas. Dejé de escuchar su voz en cuanto cerré la puerta de un azotón, pero sin que fuera demasiado fuerte.

Vaya, ¿Qué tan mal te dejó como para que incluso sepas expresar ruido sin hacerlo?

El maldito mismo tono de voz, burlón. Cerré los ojos con fuerza y fruncí el ceño. Ni siquiera mi propia mente me dejaba en paz. Sentí un, o una  extraña ¿Calidez? ¿Pinchazo? ¿Presión? No lo sabía, simplemente sabía que no se sentía bien y que no me gustaba nada.

Lo que sí sabía, era que, realmente, la odiosa vocecita de mi mente no estaba equivocada. Recordé esas veces en las que tenía que enfrentarme a algunas consecuencias cuando hacía mucho ruido. Miré mi brazo un segundo fugaz. No, ya no más, ni ayer, ni hoy, ni mañana.
Ya no había nadie apretando mi brazo.

Volviendo al presente...
Cállate.

¿Por qué todo tenía que ser tan complicado? ¿Por qué nunca puede tomarse un segundo para comprender? ¿Por qué nunca puedo sentir? ¿Por qué me trata así? ¿Qué hice tan mal como para que me trate así?

Mi estómago rugió, pero no iba a ir a ninguna parte. No. Al diablo con todo, conmigo, con mi personalidad idiota, con mi hambre, con las falsas promesas que me hago a mí misma, al diablo con... No.

Mi princesa, no dejará de ser mi princesita solo porque no supo controlar su... lengua de víbora.

¿Ahora insultas?

No... Ella no es así, solo es... su desarrollo. Eso.

«Tu hermana es... Una idiota.»

Esas no eran palabras, o pensamientos, míos, ni de mi acompañante mental. Era el recuerdo del texto que me fue enviado hace... Ni siquiera podía recordarlo.

[…]

Salí del baño, aún pensativa. Es que, mientras me bañaba, cuando me ponía algo de shampoo, pasé mi mano por mi cabello como siempre. La diferencia de hoy y “siempre”, era que hoy, me saqué mucho más cabello de lo usual. Mi cabello se caía, eso no era ninguna noticia, pero nunca había pasado algo así.

Aún así, saqué esos pensamientos de mi mente en cuanto un pequeño punzón me hizo volver a la realidad.

Curioso.

Era mi propia mano derecha, en mi hombro izquierdo, una marca blanca, que era de mis diminutas uñas, se comenzó a marcar en mi hombro, solo para desaparecer en segundos.

Abrí la puerta y pasé por la sala antes de entrar a la habitación.

—¿Ya cenaste?— Ella se quedó en silencio por un momento.

—No—.

—Ahh, me estabas esperando— Formulé, sabía perfectamente que, si ella quería cenar, no me esperaría. Pero una parte de mí, quería saber qué no era inútil y que ella simplemente podía cambiar y esperarme —. Y... ¿Qué cenamos?—

Tardó mucho en responder, con la vista pegada al maldito teléfono. Parece que no siquiera me había escuchado, a pesar de que estaba prácticamente a su lado.

Che—

—¿Qué?— Pasaron cortos segundos hasta que pareció entender. Así que simplemente respondió —. No sé— y volvió la vista al teléfono.

[…]

De alguna forma, logré llevarla a la cocina. Traté de ser lo mas silenciosa posible, después de jugar un poquito con ella.

Después de eso, estaba regañándola porque dijo que no le gustaba desayunar, ni cenar. Cosa que me desesperaba demasiado. Y yo sé, debería ser más madura y simplemente “hablar con ella de forma tranquila”. Pero, carajo, no estaba gritándole, solo era un pequeño regaño mientras buscábamos cena.

Le dije, “No hagas tanto ruido” y fue lo peor que pude haber dicho, porque claramente, ella tenía que empezar a hacer la mayor cantidad de ruido. Un punzón llegó a la parte izquierda de mi cabeza. No me gustaba nada lo que hacía. Tal vez ahora no me pellizcarían por hacer ruido, pero aún podía sentir un escalofrío pasar por mi espalda cada vez que ella movía algo demasiado ruidoso. Lo hacía para molestarme.

Así que simplemente, tomé mi teléfono y me fuí de vuelta a la habitación. Se me habían quitado todas las ganas de comer, más aún cuando la escuchaba burlándose de mí. Probablemente pensando que soy la persona más idiota, bipolar y odiosa que había conseguido.

¿Qué demonios se supone que tengo que hacer?
¿Cómo puedo lograr demostrar, aunque sea, 1 sentimiento sin recibir burlas y quejas?

No puedes, no podemos.







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⏰ Last updated: May 22 ⏰

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