Tn x overwatch

Cap 1

La lluvia caía con fuerza sobre las calles de Tokio, creando ríos que serpenteaban por las aceras y canales. En medio del caos urbano, una figura pequeña y solitaria se abría paso entre los transeúntes, tratando de encontrar refugio. Ese era Tn, un joven con un pasado incierto y un futuro aún más incierto.

Ana Amari, una veterana agente de Overwatch, estaba en una misión en Japón cuando sus ojos avistaron a Tn. Había algo en la mirada del joven que le recordó a su propio hijo, Fareeha, cuando era pequeña: una mezcla de determinación y vulnerabilidad.

Sin pensarlo dos veces, Ana se acercó a Tn. Tras una breve conversación en la que el chico trató de mostrarse indiferente, Ana supo que no podía dejarlo solo. Lo llevó a su base temporal y le ofreció comida, ropa seca y un lugar donde dormir.

Durante las siguientes semanas, Ana descubrió que Tn era un luchador nato, pero también que tenía un temperamento explosivo y una aversión a trabajar en equipo. A pesar de sus intentos por disciplinarlo y enseñarle la importancia de la colaboración, Tn seguía siendo un lobo solitario.

Un día, tras una acalorada discusión en la que Tn rompió varios objetos del cuarto de entrenamiento, Ana tomó una decisión difícil pero necesaria. Llamó a su viejo amigo Zenyatta, un monje ómnico conocido por su sabiduría y paciencia.

- "Zenyatta, necesito tu ayuda," dijo Ana, sosteniendo el comunicador. "Tengo a un joven aquí que necesita encontrar su equilibrio. No puedo hacerlo sola."

Zenyatta aceptó de inmediato, y unas semanas después, Tn se encontraba en el templo Shambali, en las montañas de Nepal. Allí, rodeado de monjes y bajo la guía de Zenyatta, comenzó un arduo proceso de introspección y meditación.

Al principio, Tn se mostró reacio. La paciencia y la calma no eran parte de su naturaleza. Pero día tras día, bajo la mirada tranquila de Zenyatta, empezó a encontrar un poco de paz.

Un día, mientras Tn practicaba sus meditaciones matutinas en el jardín del templo, una figura familiar apareció. Era Genji, el ciberninja que también había encontrado en el templo un refugio y un camino hacia la redención.

- "Hola, Tn," dijo Genji con una sonrisa. "Parece que has encontrado tu lugar aquí."

Tn lo miró, sorprendido y aliviado al mismo tiempo. No sabía cómo, pero en ese momento supo que su vida estaba a punto de cambiar de manera irrevocable.

El sol brillaba alto sobre las montañas de Nepal, y el templo Shambali estaba en calma, con sus habitantes inmersos en la meditación y el entrenamiento diario. Tn y Genji, ahora jóvenes adultos, habían encontrado en el templo no solo un hogar, sino también un camino hacia la paz interior, aunque cada uno enfrentaba sus propias luchas.

Tn se había vuelto más sereno y reflexivo bajo la guía de Zenyatta, aunque su naturaleza impulsiva aún asomaba de vez en cuando. Genji, por su parte, seguía cargando con el peso de su conflicto con su hermano, Hanzo, un asunto que no dejaba de perturbar su mente.

Una mañana, mientras los dos amigos descansaban en el patio, Genji rompió el silencio.

- "Tn, he recibido un paquete de Mercy," dijo, señalando una caja a su lado. "Me intriga saber qué contiene."

- "¿En serio? Yo también recibí uno," respondió Tn, mostrando su propia caja. "Vamos a abrirlos juntos."

Con su navaja mariposa en mano, Tn abrió la caja de Genji primero. Dentro, encontraron unas galletas, pero algo no estaba bien. Al inspeccionar más de cerca, vieron que las galletas estaban infestadas de cucarachas. Genji frunció el ceño y luego soltó una risa incrédula.

- "¿Qué es esto? ¿Una broma?" preguntó Genji, intentando mantener la compostura.

- "Déjame ver las mías," dijo Tn, abriendo su propia caja. Para su disgusto, sus galletas también estaban llenas de cucarachas.

- "¿Será una prueba de Zenyatta?" preguntó Tn, tratando de entender la situación. "O quizás otro de sus mensajes confusos."

Genji pensó por un momento y luego negó con la cabeza.

- "No creo que Zenyatta nos enviaría algo así," respondió. "Debe ser otra cosa. Tal vez un error o... ¿Winston?"

- "¡Winston! Claro, ahora tiene sentido," dijo Tn, recordando las recientes quejas sobre la infestación de cucarachas en la base. "Recuerdo haber escuchado que alguien no estaba tirando las cáscaras de plátano a la basura. Debe haber sido él."

- "Parece que nuestras galletas fueron víctimas de eso," dijo Genji, riendo de nuevo. "Pero esto también nos recuerda algo importante: incluso en lugares tan tranquilos como este, las pequeñas negligencias pueden causar grandes problemas."

Tn asintió, reflexionando sobre las palabras de Genji. Aunque había encontrado paz en el templo, sabía que siempre habría desafíos, grandes o pequeños, que enfrentar. Era una lección de humildad y vigilancia constante.

- "Bueno, parece que tendremos que hablar con Winston cuando volvamos a la base," dijo Tn, sonriendo. "Pero por ahora, sigamos con nuestro entrenamiento."

- "Sí, y tal vez podamos usar esto como una lección en nuestra próxima meditación," sugirió Genji.

Ambos amigos se levantaron y se dirigieron hacia el dojo, dejando las cajas de galletas infestadas detrás. En ese momento, comprendieron que la verdadera prueba no estaba en las cucarachas, sino en cómo manejaban las sorpresas y las adversidades que la vida les presentaba.