Heal Me [Kakavege Fanfic]

23

Vegeta's POV

Desperté sin más. Me removí en la cama, dejándome abrazar por las sábanas que se enredaban en mi desnudo cuerpo. Inspiré aire y me giré al lado de Gokū, pero palpando no lo encontré. Fruncí mi ceño y abrí, paulatinamente mis ojos. Parpadeé al ver una luz encendida en el pasillo. «¿Qué hace prendida?», pensé. Tallé mis ojos y la imagen se hizo más nítida. Escuché voces que provenían del salón. Me apoyé en mis manos y, con cuatela, agarré mi ropa. Me la puse, con un severo dolor de caderas, y caminé hasta afuera, asomándome precavido para ver qué era lo que sucedía. 

Vi a Gokū de espaldas, sentado en el sofá, mientras abrazaba a su ex mujer, quien lloraba desconsolada sobre su pecho. Él la abrazaba con cariño y acariciaba su espalda con delicadeza, pudiendo escuchar que le decía que él iba a estar para ella. Contuve un suspiro y me mantuve mirando; no se habían percatado de mi presencia. 

—Gokū, ¿qué es lo que voy a hacer ahora? —La oí decir mientras enterraba su cabeza entre aquellos fornidos brazos que, horas previas, me habían abrazado a mí. 

—Ser fuerte, ChiChi. 

—¿Y qué hay de Goten? ¿Cómo le diremos esto? 

Mi corazón latió fuerte. El abuelo de Goten había fallecido. «Qué lástima», pensé con el corazón encogido. 

—Goten aún es pequeño, casi no se acordará de este día. 

—Oh, Gokū..., te necesito ahora más que nunca. 

Abrí mis ojos y mi corazón se hizo más pequeño. Mis miedos regresaron a mí, y eso que me había costado mucho alejarme de ellos. 

—ChiChi, ya lo hemos hablado. No podemos regresar. 

—No se trata de que volvamos a ser la familia que éramos. Sólo quiero que me ayudes a pasar este bache —dijo ella alzando su rostro. Vi sus ojos manchados de rímel y su escasa línea del ojo había desaparecido—. No puedo pasar este luto sin ti. 

Él la miró con el rostro embrutecido. Y yo me dejé arrastrar por la pared al escucharle decir, en un susurro, que volvería con ella. Mi mandíbula comenzó a temblar y, gateando silencioso, regresé a la habitación. Cerré mis ojos y deseé que todo lo que había visto fuera un sueño. No, mucho peor, una pesadilla. Pero no fue así, todo fue real, y los rayos del día, que entraron indiscriminadamente por el pequeño hueco de la ventana, me lo aseveraron. 

Con pesadumbre, me levanté del colchón. Salí de la habitación y me encontré a Gokū sentando en el sofá. Pasé por su lado y me quedé de pie justo ahí, esperando a que él me mirara. 

 —Lo escuchaste todo, ¿no es cierto? 

—Sí. 

—Vegeta, yo... 

—Ahórratelo —le dije para sentarme a su lado. Él llevó su grisácea mirada a todo mi ser, como si estuviera analizándolo—. ¿Cuándo te vas a ir? 

—Será por unas cuantas semanas. 

—¿Lo haces por ella o por Goten? —Le inquirí evitando derramar mis lágrimas. Él se tardó en responderme—. Gokū, contéstame. 

—No lo sé, Vegeta —desvió su mirada para clavarla en el suelo—. No pensaba que iba a suceder tan pronto. Ni siquiera tenía pensado el cómo actuar si sucedía esto. 

Yo me quedé en silencio, sin saber qué decir. No podía ser egoísta; al final, era su ex mujer y necesitaba ayudarla si ella así lo necesitaba. Sin embargo, no entiendo porqué tenía que pedirle este tipo de ayuda. ¿Quedarse con ella para pasar el duelo? Supongo que en su cabeza, tendrá algo de sentido, porque en la mía no se halla.