La vida es hermosa, ¿No?.
Es como una maravillosa aventura y está llena de obstáculos que debes ir enfrentando poco a poco para poder seguir adelante y conseguir lo que quieres. Para algunos es como un cuento de hadas y para otros es una pesadilla.
Cada uno tiene una razón para estar vivo o para seguir adelante, algo por qué ser feliz y ella no iba a ser la excepción.
La vida de Sakura es normal y rutinaria, casi aburrida para ella. Después de pasar por malos momentos logró encontrar algo de estabilidad. Lo único bueno que tiene son sus dos hermanos menores, esos gemelos que han logrado meterla en un gran y complicado lío.Uno muy jodido.
—¿Y bien?— Un enorme demonio de casi dos metros miró intensamente a la muchacha frente a él, Sakura no supo descifrar si ella era muy pequeña o si ese ser era demasiado grande aunque claro comparado con su metro sesenta y tres cualquier cosa se vería intimidante. Más aún si tiene enormes músculos, dientes filosos y uñas largas. Con un solo movimiento podría decaptirarla.
A su alrededor un par de entes aterradores hicieron lo mismo. Se quedaron viéndola de arriba abajo, algunos relamiendo sus labios casi macabramente, la joven sudo frío al sentirse muy observada, además su pequeño short no cubre demasiado. Pero bueno, ella estaba durmiendo hasta hace unos momentos atrás. De no ser por ellos no tendría ese problema entre sus manos y muy posiblemente entre sus piernas. Todo es culpa de esos dos adolescentes de diecinueve años que están siendo sujetados del cuello de su ropa por una enorme y horrible gárgola color gris, con unos dientes enormes cuyos colmillos salen de su boca, tiene ojos pequeños y amarillos, unos músculos magros bien marcados junto con uñas largas que podrían cortarles el cuello con gran facilidad, lo único que tiene puesto es una especie de taparabos harapiento que apenas la cubre de las caderas para abajo. Sakura trago grueso al distinguir un turgente bulto oculto tras esa tela, sin dudas es algo… Gigante lo que esa gárgola lleva ahí.
Si de alguna manera lograse escapar tendría que castigarlos duramente, después de pasar días en cama tratando de recuperarse.—¿Y bien?, ¿Qué?— Pregunto temerosa de la respuesta, el ser de piel rojiza se agachó un poco para poder verla a los ojos. Esos orbes color negro le calaron hasta el alma.
—¿Quién se quedará con tu virginidad?—. La Haruno supo que estaba en problemas cuando los fantasmas, demonios, brujas y hasta ¿Creepypastas? aparecieron ante ella a cobrar. Todo parece algo irreal e inimaginable. Joder, literalmente hasta hace unos minutos atrás estaba acurrucada entre sus sábanas calientitas y ahora está en medio de una especie de horrible calabozo de roca iluminado con antorchas y adornado por cadenas oxidadas y algunas jaulas con murciélagos. Rodeada por seres paranormales que quieren profanarla y robarle su pureza.
En ese momento su vida se detuvo y su corazón se aceleró por completo. Los nervios la llenaron casi al instante al ver a todos esos monstruos deseosos de ella, anhelantes de su cuerpo y su alma.
¿Quién le dio la brillante idea de intercambiar su virginidad a esos seres?. ¿Por qué tuvo que recurrir a eso?.
¡Ah sí!
Por ellos.
Sus hermanos.
¡Era su virginidad o que se los llevarán a ellos!.Ahora al ver la gran cantidad de criaturas paranormales dispuestas a tener sexo con ella... Tal vez no sea tan malo entregarlos.
Sakura pasó de estar acostada en vuelta en sus suaves sábanas a encontrarse en un calabozo hediondo rodeada de seres malignos… Sexis pero malignos.
—¿Recuerdas el trato que hicimos?, ¿Verdad?— el demonio la miró fijamente justo antes de sonreírle macabro enseñando sus afilados y blancos dientes.
La muchacha asintió con la cabeza en respuesta, para ella era imposible olvidar la primera vez que se encontró con un monstruo de otra dimensión. Un aterrador y sensual demonio que la proclamó como suya y le juró cogerla hasta el cansancio, algo casi imposible de lograr para un ser tan poderoso como él.
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El precio de tu virginidad
FanfictionLa vida de Sakura es normal y rutinaria, casi aburrida para ella. Lo único bueno que tiene son sus dos hermanos menores, esos gemelos que han logrado meterla en un gran y complicado lío. -¿Y bien?- Un enorme demonio de casi dos metros miro intensam...