"Incluso en el silencio de la noche, la luna susurra historias de amor y vida, arrojando un resplandor sobre las palabras no dichas de nuestros corazones. Sí están destinado a estar juntos la Diosa luna se encargará de hacer su trabajó.
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Nuevo día. 5:30 h
Casa Gulf.
—Realmente es sorprendente que tú, mi hermoso Omega, me someta a tal punto de obedecerte y no venir.
—Humm… ¿Mew?
—¿Esperabas a alguien más? —interroga Mew parado a brazos cruzados.
—¿Qué haces en mi casa? No te dije que no te quería ver —dice Gulf sentándose y refregar sus ojos.
—Sí, lo dijiste. Pero era por ayer, no por hoy, fuiste muy cruel dejándome sin verte.
Mire a Mew y parecía realmente molesto, mire la hora y aún era temprano. Sus feromonas me hacían sonreír porque aunque trataba de parecer duro y molesto no podía ocultar que estaba feliz de verme. Me levanté y me acerqué a él. Trate de besarlo, pero me corrió la cara.
—Ok, no me beses, yo no ruego dos veces. Dormiré otro rato más, ya que aún son las 5 am.
Volví a la cama y me di vuelta sin decir nada más, aún es temprano y necesito mis horas de sueño. Cuando cerré mis ojos, sentí como se subió a la cama y habría las frazadas. Su mano rodeaba mi cintura y estaba algo frío.
—Tengo frío, abrígame un poco. Me lo debes, me has tenido muchas horas sin verte, te he extrañado demasiado.
—No pensé que serías tan obediente y no vendrías a verme. Pero te pasa por no avisarme. Te esperé demasiado para el almuerzo, casi no pude comer mucho y tuve que ir a la reunión.
—Lo siento cariño, pasaron tantas cosas el día de ayer que casi no tenía un segundo para respirar, tú sabes que fuera de ser Ceo soy el Rey Alfa y también tengo muchas obligaciones por las manadas.
—Lo sé, pero aunque sea un mensaje no costaba mucho o le hubieras dicho a tu secretario.
—Lo sé, fue mi error, pero ya no estés enojado. Ya aprendí mi lección, no me castigues más.
🔞 Mew beso mi cuello y una estática recorría mi cuerpo, sentía como su miembro pedía atención.
—Siente como te deseo en estos momentos mi hermoso Omega, solo tú puedes provocarme esto por extrañarte tantas horas.
—Haz un mejor esfuerzo, yo no me dejaré convencer solo porque tu amiguito abajo pide atención.
Sonreí cuando le hice aquel comentario e incluso sentí como Mew me soltaba y se paraba de la cama. Estoy seguro de que debe estar enojado. Muchas veces olvido que es el Rey Alfa y su carácter es de mierda.
—¿Ya te vas?
—¿Irme? No mi bello Omega, esto recién está por comenzar, te haré pagar cada hora que tuve que estar sin verte.
—¿Ah?
Los ojos de Mew destellaron un dorado intenso y entonces supe que quizás hoy no iré a trabajar. Volvió a la cama solo usando bóxer y su gran amiguito resaltaba en medio de este.
