Un corazón maltratado por las heridas no es fácil de soportar, aún más si ese dolor lo causa la muerte de tu madre.
Kiara no volvió a cantar desde que su compañera materna murió, por lo que ha vivido soportando el peso del pasado sobre sus frágiles...
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Para todos aquellas personas que sintieron en algún momento de sus vidas que el mundo se lesvenía abajo y ya no podían seguir respirando, porque se les hacía demasiado asfixiante siquiera intentarlo.
Recuerda que las heridas se curan, y si hoy no tienes las fuerzas para luchar, descansa pero no abandones, siempre hay un mañana esperándote para que te levantes de nuevo.
Espero que este libro pueda ser un lugar en el que puedan sentirse seguros y logren sanar sus corazones.
