CAMBIO DE CUERPO II

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Se vistió con el vestido azul marino con estampado de flores que muy bien sabía que le quedaba estupendo. Se peinó su cabello en un moño como pudo, después de arrancarse unos cuantos pelos de su cabellera, dejó su cabello suelto sin siquiera preocuparse por atarlo en un moño por detrás.
No podía hacer nada más, iría a caminar por ahí con su nuevo cuerpo. ¿Qué podría pasar?

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El patrullaje junto a ella se hacía extenso. Trataba de ser amable, luego se retractaba. Sus actitudes para la castaña clara empezaban a volverse extrañas. Si tan solo pudiera decirle que no era Katsuki, no era rubio, ni alto, ni tenia los hermosos ojos rasgados de él. Si tan solo pudiera decirle que no era un hombre.
— Vaya... Hoy hace bastante calor, ¿No quieres pasar a comprar unas bebidas?
Tsuyu no respondió. Se dedicó a mirar vacilante la ciudad desde lo alto de la agencia. Si, estaba hirviendo, si tan solo el traje no absorbiera su sudor estaría hecha un asco. — Tranquilo, Ya cumplimos casi una hora.
Reposó su mano en su hombro. — volveremos en cuanto podamos.

— ¿Acaso no tienes agua en tu bolso? Tienes que venir mínimamente preparada con eso para trabajar. — Continuó apreciando la vista desde su lugar, forzando su personalidad. Camie rió por lo bajo y volvió a sonreírle aún sujetando y hasta masajeando el hombro de Bakugo. (Tsuyu)

— Tú ni siquiera trajiste un bolso, bobito. Y pues si, olvidé traerme mi termo de agua.

— Yo nunca olvido traer agua al patrullaje...
Susurró Bakugo refiriéndose como Tsuyu. Aún seguía celosa, celosa de vivir en carne y hueso todos los coqueteos que tanto Bakugo le contaba sobre Camie.

— ¿Perdona, qué dijiste?

— N-nada, nada. Sabes, si tengo un poco de sed. — contestó nerviosa.

Camie sonrió sensualmente, achinando sus ojos mientras extendía sus caricias en el hombro de Bakugo. Ella accedía nerviosamente, se le estaba volviendo demasiado complicado equilibrar sus emociones como Tsuyu y a la vez como Bakugo. ¿Qué debería hacer? ¿Actuar groseramente? ¿Bakugo era grosero con sus compañeros de trabajo?  ¿Con sus compañeras?
Se estaba volviendo difícil, y mientras más se la complicaba, Camie más masajeaba esta vez sobre sus dos hombros.

— El agua puede esperar un segundo, estás muy tenso por aquí Bakugo-kun.
Podía resistirlo. Pero quería hacer algo. No podía dar ningún indicio de sus celos, no podía echar a la mierda toda la carrera de Bakugo por una simple relación, ni una amistad, ni una relación de trabajo, pero tampoco permitiria esa clase de tacto.

— ¡Estoy bien así! ¿Quieres tomar agua o no, eh? Si tú estás cansada puedes irte a pavear por ahí. Yo puedo hacer mi trabajo s-sól... sólo.
Respondió desinteresadamente, volteandose para quitarse las manos de Camie de encima.

— Jaja. Bien bien, ya traeré algo ¿Está bien?
Salió de la terraza de la agencia luego de que su expresión coqueta cambiará a una más neutra. Honestamente Tsuyu no podía evitar sentirse bien ante la actitud que le había mostrado. No la había lastimado, la había alejado y eso era mejor. O eso creía.

Suspiró y volvió al trabajo. Todavía tenía que aguantar una hora más.

。⁠*⁠♡✧⁠*⁠。

— Diablos qué podría hacer... Tsuyu tiene todo el día libre, maldita sea.
Murmuró revisando su agenda desde una aplicación del celular de su respectiva dueña, que en ese momento se encontraba robándole un pedacito de su vida.

KATSUYU WEEK 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora