Día cinco: AMOR PROHIBIDO

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Bakugo entró a la habitación de Asui, como era de costumbre a las 5 de la tarde, hoy tenían una mejor excusa para verse, "Trabajo de exposición invernal"
El invierno, aunque no lo crean, era una de las estaciones favoritas de Asui, ¿Y como no disfrutarla cuando en su trabajo le había tocado a su persona favorita en el mundo? Lo había estado esperando con su habitación ordenada y limpia, para darle una buena impresión aún así Bakugo la conocía más íntimamente desde hace ya 1 año, 1 año Bakugo la había llenado de regalos y besos, muchos abrazos y sobretodo risas. En un poco tiempo habían formado un lazo que a pesar de que todo tenía que ser en secreto, era mas fuerte que nada. Qué gracia le daba que su chico actuase rudo frente a los demás y con ella, en su habitacion, fuera una masita que ponía su mano en su cabello para que Asui continuara con los mimos que parecían encantarle siempre. Había memorizado tantas cosas de él que en inicios del primer año no podría ni imaginarse haber aprendido del gran Bakugou Katsuki.
"Ojalá ésto no terminase nunca" susurró en un suspiro luego de que ambos se habían distraído del trabajo que le habían encargado con un beso. Bakugo terminó por callarla sosteniendo su mejilla y empujando su cintura hacia su abdomen, volviendo a juntar sus labios con los de ella, no era el primer ni último que se daban, pero lo disfrutaba como si fuera un animal.

— No va a terminar hasta que te aburras de mí.
—Contestó Bakugo.—

— Kero, jamás lo haría — Dijo ella acariciando la mejilla del rubio, obteniendo una ligera sonrisa por parte de este, que como si fuera la primera vez se ruborizaba por su tacto.

— Jah. Ya lo sé. — La apartó hasta su cama. Se sentó a la par de ella, dejando en el suelo la maqueta hecha con flores y tergopol, lastimosamente la limpieza que Asui había dejado en un principio fue ensuciada con manchas de acrílico y purpurina demasiado, demasiado brillante.

La cama también se estaba arrugando. Pues Katsuki, como el animal que era como antes había mencionado, estaba atacando con tal pasión en esa cama tan agradable, que en algún momento estuvo completamente liza, a su dulce ranita que aceptaba nerviosamente los besos ansiosos de ese chico por ir más allá.

— Ya... — Rió Asui por las cosquillas que le daba la nariz y los labios de Bakugo en su cuello.

— Quiero estar aquí contigo... ¿No eras tú la que decía que no querías que esto acabe?  — Bromeó Bakugo, Asui se sonrojó por su insinuación. Pero aún no era el momento, y él lo sabia, pero era un terco.

— ya son las doce menos diez, Baku-chan... — Bakugo suspiró y volvió a sentarse de rodillas frente a ella. Con una expresión adrede de tristeza.

— midnight vendrá a revisar las habitaciones de las chicas en unos minutos. Debes irte, Kero.

— Vendré mañana, linda. — Bakugo volvió a abrazarla, llamándola así a propósito para incitarla a que por lo menos pudiese volver en unas horas. Pero Asui lo conocía demasiado bien y de tanto que lo conocía sabía que apenas este llegara a su habitación caería dormido por su horario de niño pequeño que tenía.

— Ja,Ja. No me compraras así de facil. — Dijo Asui acompañándolo a la puerta de salida.

— Cómo quieras. De todas formas ya tenía sueño, tonta. Hum. — Sonrió sarcástico. Asui rió.

— Dulces sueños. Kero — dió una risilla y luego de ser saludada de vuelta por su novio cerró la puerta con delicadeza.

Bakugo, por la parte de afuera de la puerta, se quedó unos segundos mirando a la misma como si fuera a abrirse de nuevo. Por otra parte Asui lentamente regresaba a su cama para acomodarla un poco y también el suelo junto con la maqueta. "Falta poco para ser estudiantes de tercero" suspiraron ambos. Bakugo regreso a paso lento a su habitación, todavía pensando en Asui. Solamente que esta vez se sentía diferente. De las pocas veces que había hablado con Togata, usualmente las conversaciones se trataban de cosas relacionadas a la academia y a lo que vendría después de ella: en eso recordó que en poco tiempo este se graduaría y Bakugo entraria a tercero junto con Asui y los demás.
De ahí recordó sus palabras: "jajaja, recuerdo cuando también era de segundo año, tenía las expectativas por el cielo, pero no hay nada más difícil que el último año, Bakugo. En el momento que menos lo esperas te agarra ese extraño sentimiento de nostalgia y a la vez temor... Porque reconoces que las amistades llegan a quedarse en la academia, mas en la vida laboral podrían esfumarse como si fuera mi ropa cuando activo mi don jajaja... Simplemente, se desplegan de tí y toman un distinto camino a pesar de que trabajan para lo mismo."

KATSUYU WEEK 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora