La directora

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Serás castigada y comida al mismo tiempo, de esta manera no tendremos prisa.

-Si no presionamos ¿Dónde esta la diversión?

-Simplemente usé la palabra equivocada. Enseño religión, no idioma por favor, disculpa mis pobres habilidades lingüísticas, intente halar tan formalmente que A-Nueng se rio. 

La tumbe en el centro de la cama, me senté a horcajadas, lleve sus brazos sobre el cabecero.

-No debes de bajarlas.

-¿Por eso me ataste?

-Así es Khun Nueng, tienes prohibidos moverlos- Me sujeté el pelo con una liga, me coloque bien la gafas y la mire seriamente- Señorita, ¿Estudio el último temario?

-Si.

-¿Seguro?, vamos con la primera pregunta- Me aclare la voz- Si responde bien me quitare una prenda si la dices... 

-¿Puedo tocarte?

-Acaso he dicho que podías hablar, no he terminado mi explicación- Le di con dedos en la frente- Como estaba explicando, si la dices correctamente me iré desvistiendo e iras acumulando comodines y si no es buena la respuesta me moveré yo,  tocare lo que yo quiera y tu no podrás moverte de ninguna manera, ¿Alguna pregunta?

-¿Para que me sirve los comodines?

-¿Mmm?,  puedes moverte, beber comer, pedirme lo que necesites en ese momento, pero solo por tiempo limitado.

-¿Seguiría perdiendo?

-Soy la directora, mi clase mis reglas, ganaremos por igual si te portas bien, ¿Otra pregunta?

-Esta bien, empecemos- Dijo con nerviosismo.

-Primera pregunta Khun Nueng, ¿El budismo proviene de?- Me menee un poco sobre su abdomen y su centro, no iba a jugar limpio, sus mejillas empezaron a sonrojarse.

-Mm...¿El sur de Nepal?

-¿Me preguntas a mi?- Me removí sobre ella.

-Es esa... 

-Correcto- Me desabotone un botón de mi camisa - ¿El comodín lo quieres ahora o reservar?

-Lo reservo.

-Esta bien, siguiente pregunta, ¿Qué significa Buda? 


-Iluminado.

-¡Ajá!- Me desabroche el otro botón.

-Voy a usar el primer comodín directora, quítese la camisa.

-Bien listilla- fruncí el ceño, la quite lentamente, quería que me deseara más.

La retire quedando en short y top, tenía que pensar en algo difícil, quería jugar fuerte. 

-¿Que puedes decir de Siddharta Gautama?- Me desplace lentamente sobre ella, gemí para provocarla.

-...

-¡Tienes poco tiempo!- Baje mi trasero por sus muslos y volví a subir para hacer contacto con su monte, mis manos acariciaban mi cuello.

-¡Ahh!- Se movió, fue a bajar los brazos pero rectifico al instante- No, no lo se, ahora no se.

-¡Muy mal Khun Nueng!

Deslice mi mano por su clavícula hasta llegar a su pecho, aprete, se movió al contacto, lleve mi otra mano libre a su otro pecho y masaje encima de la ropa, me estorbaba para mi travesura y le desabotone la blusa, agradecí que tuviera botones y no llevara sujetador, me acerque a su pecho y besé tiernamente, mis caderas se movieron, cosquillas nacieron en mi interior e iban aumentando, su gemido se hizo notorio he hizo que me incorporara inmediatamente, su boca estaba entreabierta, baje e introduje mi lengua llevándome su sabor, su cuerpo iba tomando temperatura, cuando quiso morderme el labio me retire y quede nuevamente semi sentada en ella.

-Veamos... la siguiente pregunta es- Sus rostro se frunció- ¿Cuál es la cuarta noble verdad?

-El camino para lograrlo- Hizo su gesto de victoria- Tengo dos comodines directora, quiero usarla.

-Dígame entonces señorita- Me coloque bien las gafas esperando a su indicación.

-Uno quítate toda la ropa y la dos... la mía también.

Ella iba al grano, no perdía el tiempo.

-Esta bien- levante mi pierna me apoye en el suelo me quite todo lo que llevaba, deje las gafas en la mesilla,  me acerque a ella baje su pantalón y su ropa interior, me volví a subir a la cama.

-¿Y la blusa?... con la manos no voy a poder quitármela.

-No importa- Me coloque entre sus piernas, su interior se rozo con la mía, sobresalto al contacto, me desplace de apoco para poder sentir de nuevo esa vibración que renacía de mis adentros. 

Quise parar mi movimiento de cadera, pero me fue en vano, su meneo de caderas no me ayudaban, dirigí mis manos a sus brazos para que no pudiera moverse, sus rodillas flexionaron e hicieron que el contacto fuera directo.

-¡Mmm!, ¿Por que es bueno realizar el .. el Dharma?- Dije entre gemidos.

-...

-¿Me estas escuchado señorita?- bese su nariz.

-Si.. esto es, bueno ayuda a tener.. buen karma.

-Correcto.

-¡Tócame!- Exigió.

Me incorpore, conduje mi mano a su centro, su interior ardía, su humedad era notorio, recorrí cada rincón,  moví en círculos, hacía arriba abajo, seguí su ritmo por varios minutos hasta introducir de dedos en ella.

-¡Ahh!- Se mordió el labio, se movió frenéticamente, sus brazos quisieron bajar pero con mi mano libre volví a llevarlo al cabecero.

-¿Nirvana es?

-Es la esencia divina y la carencia de deseo- Me miro con complicidad- ¡Puedes comerme!- Solté una carcajada. 

-Muy bien, Khun Nueng- Descendí sobre su cuerpo,  la empuje hacía abajo para quedara mejor, abrí sus piernas, no demore mucho y la devore, fui intercalando con mis dedos.

Sus piernas iban cerrándose de apoco, la tome de estas y las abrí totalmente para mi.

-No ... voy a poder aguantar más- se mordió los labios.

-Gracias por avisarme, vamos por la siguiente pregunta- Cambie mi boca por los dedos, toque con mas suavidad, se curvo y resoplo.

Tuve que ponerme sería, ya no quería jugar a las preguntas, quería comerla entera. 

-Recuerda que no te queda comodines- Aclare mi garganta- ¿Cuál es el código ético seguido por los laicos?- Sus ojos se abrieron, frunció el ceño, tuve que taparme la boca para no reírme. 

-¡Ar-Nueng!, no te veías como profesora de religión. 

-Me cuesta pensar en estas preguntas, ahora contesta- Retire mis dedos de ella, trepe por su cuerpo, sentándome en su abdomen- ¿Sabes la repuesta?, ¿ah?

-Estoy pensando- Puso cara de concentración.

Acaricie mi cuello, me solté el cabello con delicadeza, baje mis dedos tocando mis pechos mis caderas, no dejaba de mirarme, levante un poco las caderas, recorrí mi centro. Exagere mis toques, mis gemidos la inquietaron, me acerque a su oído y mordí su oreja sople y y volví a mirarla, mi mano entro en mi, la lleve a uno de sus pechos.

-Estoy tan mojada, ¿Lo notas Khun Nueng?- Movió sus brazo y la pare- Estas castigada- Introduje dos dedos de nuevo y me penetre rápidamente. 

-¡Ar-Nueng!, no me la se, esta no me lase- Grito- Siguiente pregunta.

-¿Y si se han acabado?- Acelere mis movimientos, un gemido se me escapo, mi cuerpo pedía más, quería acabar lo que había empezado, pero los saque de inmediato, cuando percibí que mi acercaba.

-¿Como se llama la segunda casa de los espíritus?- Mis dedos seguían mojados,  los lleve a sus labios, abrió la boca y los chupo sin decirla nada, los retire y la mire esperando su respuesta.

-¡San Chao Thii!, ¡Desátame!- Movió los brazos. 

-¿Seguro?- Me miro curiosamente- puedo desatarte pero podrías ha ver pedido...

-Si, si, quita la cuerda.

-Bueno- deshice el nudo- podías a ver pedido otra cosa- la mire.

-¿Como que?- Estiró los brazos y las llevo mi centro, la aparte. 

-Solo puedes una. 

-¡Uff!- Se retorció y suspiro asimilando su derrota -¿Cuando se acabara esto?,¿Que preguntas quedan? 

-Soy la directora, no me respondas, preguntare todo el temario entero si quiero.

Me acerque a su boca y susurre seductoramente 

-¡Eres una niña muy traviesa!- Mordí su labio inferior y estire, me moví contra ella para que mi humedad la sintiera. 

-¡Perdón!, No quise tutearla, castígueme. 

-Eso mismo haré- Seguí moviéndome.

-¿Quieres azotarme?

-Quizás lo haga- La bese buscando su legua - Pero luego.

-¿Que?

-Te dejare que me comas y luego te azotare- Me incorpore me  puse de rodillas quedando enfrente de su rostro.

-¿Eso un castigo?

-¿No quieres?- Hice el amago de moverme, me atrajo de nuevo hacía ella.

-Si, si quiero, lo tomo, ¿Puedo tocarla?- Deslizo sus pequeñas manos en mis caderas y me empujo, su lengua me recorrió, me estremecí al sentir su lengua.

-¡Si!- No podía centrarme mas en este juego que habíamos empezado.

Me coloque mejor, cortando el pequeño espacio que quedaba, me apoye sobre el cabecero ella deslizo su cabeza hacia abajo, sus manos rodearon mi trasero, su lengua se sentía cálida, húmeda, deslizo para arriba y para abajo, mordió delicadamente mi botón, mis latidos aumentaron, lo sentía en sitios que nunca había sentido, las pulsaciones, el cosquilleo creció rápidamente, sujete su cabeza y la dirigí a un único lugar y empuje. 

-¡No te detengas A-Nueng!

Me apoye en la pared, mis oídos entraron en una burbuja, mi centro palpito y se dejo llevar, recibiendo todo ese placer, la pequeña chupo mi humedad, tuve que irme hacía atrás, abrí los ojos de apoco, se deslizo liberándose de mis piernas y se incorporo, espere a que mi cuerpo respondiera de a poco.

-¿Puedo hacer algo mas?

-...

-¿Estas bien?- Me abrazo por detrás. 


-¡Si!, mejor que nunca- me di la vuelta -¡Me encantas!

¿Cómo podía vivir sin esto?, mi cuerpo nunca pedía nada, como me lo esta pidiendo ahora, o simplemente era con ella que se me despertaba el cuerpo. Acaricie su muslo y subí a su trasero, la azote fuerte, la bese con lujuria y volví azotarla.

-Te deseo, te deseo como nunca he deseado a nadie. 

-Ya no quiero jugar a esto- se aparto.

-¿Como?-Me asuste. 

-¡Quiero tocarte libremente!- Me reí.

-Hace rato que solo estamos A-Nueng y Ar-Nueng- La empuje en la cama, mordí su cuello, deslice sus dedos por sus senos, jugué con ambas, masaje tome uno de ellos, quería todo de ella, suspiro.

-Ar-Nueng, necesito que me ayudes apagar... apagar este calor.

-¿Que calor?- La mire curiosa. 

-Aquí, abajo- Se llevo la mano a su centro, se estimulo. 

-Entiendo- Retire su mano y la cambie por la mía, mordí su pecho y chupe -¿Así esta bien?, Subí a sus labios que mordí a continuación y bese estire, mis dedos siguieron su ritmo.

-Mmm.. ¡Más rápido!

Sus caderas subían de apoco, ya conocía su cuerpo , introduje dos dedos y acelere. 

-¡Te amo Ar-Nueng!- Dijo entre gemidos, mi corazón sobresalto, mordí su hombro y subí corriendo para besarla y acallarla.

Mi mano salió empapada, se retorcía de placer, sabía que había llegado pero no podía parar, doble mis dedos y toque, agarro las sabanas no podía con tanto, me separe y baje a sus centro, limpie cada rincón, cuando me empape de ella, introduje tres dedos que deje varios segundos para que se hiciera a esa presión, volví a sacar y meter de golpe.

-¡Ahh!- Gruño

-¿Dolió?- Pare

-No, esta bien, se zarandeo- Me gusta, muévelos como me gusta.

Empuje y acelere repentinamente, resonaba el chapoteo en la habitación de mis dedos, con mi mano libre estimule su botón.

-¡No puedo más!- Dirigió uno de sus dedos a mi rostro, bese y mordí -¡Mmm!

Apresure el vaivén, sentí como me presionaba, mire su cara, quería verla llegar a ese placer, sus ojos se cerraron, se mordió el labio y gimió una ultima vez, sus piernas temblaron, me retiro la mano.

-¡Para!

Sonreí, me acosté a su lado, bese su mejilla la deje que tomara el aliento. 

-Esta bien mi pequeña- acaricie su cabello y bese su frente. 

Ahora que estamos en racha, disfrutamos divirtiéndonos con nuestro travesuras pensaría en eso como una compresión por haberle echo sentir mal por no celebrar mi cumpleaños juntas.. mi A-Nueng.



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Buda Gautama, también conocido como Siddharta Gautama o, simplemente, Buda, fue un príncipe de Kapilavastu, asceta, meditador, ermitaño y maestro espiritual.

Las Cuatro Nobles Verdades son en esencia las siguientes: la primera es que 'la vida conlleva sufrimiento'; la segunda es 'el origen del sufrimiento'; la tercera 'el cese del sufrimiento, el Nirvana'; y la cuarta es 'el camino para lograrlo.

La ética laica o ética secular es una concepción de la filosofía moral en la que la ética se basa únicamente en facultades humanas como la lógica, la razón, la empatía o la intuición, y no deriva de una supuesta revelación o guía sobrenatural (que es la fuente de la ética religiosa).

La segunda casa de los espíritus es "San Chao Thii" (ศาลเจ้าที่) de cuatro columnas. Este santuario alberga las figuras de un anciano y una anciana, conocidos como «Da y Yai», abuelo y abuela. Esto representa los espíritus de los antepasados ​​que vivieron aquí en tiempos pasados


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¡Muchas gracias por leerme, espero que os haya gustado si es así regalarme un estrellita!



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