Desde la ventana de mi habitación un rayo de luz empezó a iluminar mi rostro, un precioso amanecer se estaba haciendo presente en Kansas City.Unos minutos después comenzó a sonar ese ruido tan molesto de la alarma de mi móvil. Normalmente me despierto a la segunda o tercera alarma porque no soy de despertarme fácil, desde que estaba pequeña ha sido así; pero esta vez me desperté con la primera alarma. Lo cual, aunque fuera raro, no era algo desconocido, porque no es que no haya pasado antes, simplemente no pasa seguido.
Entonces fue cuando me desperté, que me tapé la cara con mis manos para cubrirme del sol que hacía que me ardieran las mejillas.
Me posicioné boca arriba mirando el techo aun con ganas de dormir más; pero en eso empezó a sonar mi celular, era una llamada entrante.
Sin mucha fuerza y con pocas ganas de moverme por el sueño agarré mi celular, contesté la llamada y lo llevé a mi oreja.
—¿Hola?—digo con un tono de voz adormilado. Y una voz masculina al otro lado comienza a hablarme. La verdad ni siquiera vi quien era así que no reconocí la voz al instante.
—¡¿Y ese milagro que contéstate?!—dijo esa voz gritando. Cosa que me hizo alejar el celular de mi oreja, haciéndome cerrar mis parpados con fuerza al escuchar esa voz gritándome de...¿mi mejor amigo?, si, definitivamente era el. Lo supe por esa voz un poco chillona que lo caracteriza.
—¿Pero por qué fregados gritas?—dije quejándome de su tono de voz tan alto. Suelo ser muy sensible a algunos ruidos, me atrevo a decir que el único sonido alto que tolero es el de la música.
—¿Te acabas de despertar verdad?—habló con un tono de voz algo serio. Pues a el no le gusta que yo me levante tarde, porque eso quiere decir que me desvelo, y eso a el le disgusta un montón. Todo porque le preocupa. A lo cual yo me quede callada, cosa que al realizarla entendió mi "sí" que dije en mi mente porque me daba un poco de pena decírselo por miedo a su posible molestia. —Bueno...Oye tengo muchas preguntas sobre...—iba a seguir hablando pero lo interrumpí.
—Lo hablamos en el colegio, ¿te parece?—dije antes de que el pudiera seguir con la oración. Yo ya sabía a lo que se refería, y sinceramente no quería hablar de eso ahora. Agregando que no quería que se me hiciera tarde para el colegio.
—Esta bien...—dijo no muy convencido. —Entonces nos vemos en el colegio, adiós—dijo despidiéndose.
—Adiós—me despedí y terminé la llamada.
Dejé mi celular en la mesita de noche que esta junto a mi cama y me fui a dar una ducha. No fue la gran cosa porque no quería que se me hiciera tarde.
Saliendo de la ducha me sequé bien mi cuerpo y mi cabello. Ese día me quería ver más presentable de lo normal, así que, quise aprovechar el tiempo para definirme mis rulos, que si bien no son muy marcados, me gusta definirlos más a fondo en algunas ocasiones. Por lo regular solo me dedico a hacer la técnica "Scrunch".
Antes de definirme el cabello fui al armario para ver que ponerme. Me decidí por llevar puesto un pantalón de mezclilla color blanco a la cintura, con un top negro tipo corset, solo que por mis no muy voluptuosos pechos, el escote era casi nulo. Y por último una camisa con cuadros azules con blanco de botones abierta. Unos tenis Nike blancos con detalles negros y listo.
Una vez vestida me empecé a definir los rulos. Ya una vez terminé de hacer eso, fui a mi tocador que esta junto a la ventana de mi habitación para maquillarme, no me maquillo muy cargado, solo me aplico corrector, polvo compacto, me enchino las pestañas, aplicando rímel al final, tinta para labios, bálsamo labial hidratante, un como de blush en mis mejillas y poquito iluminador en la punta de mi nariz.
Sinceramente mi autoestima no siempre esta muy arriba, pero esta vez puedo decir que me siento muy hermosa.
Agarré mi celular que estaba en la mesita de noche, junto con mis Airpods y ambos los guardé en mi mochila color azul pastel y fui directo al piso de abajo para tomar un vaso de leche con chocolate que ya mi mamá me lo había dejado en la nevera. A veces ella se levanta en la madrugada y como no puede dormir me prepara mi leche con chocolate para el día siguiente. Y cuando eso no pasa yo me lo preparo sin problema.
Al parecer esta vez lo hizo y si pudo volver a conciliar el sueño, lo cual me alegra bastante. Mi mamá es muy buena conmigo, así que no me puedo quejar de ella, claro que tenemos nuestras diferencias muchas veces, pero nada ha podido romper eso lazo madre e hija que tenemos.
Cuando terminé de tomar mi leche con chocolate, agarré las llaves y salí de casa. El colegio me quedaba a cuatro cuadras, así que puedo irme caminando. En el camino saqué mis audífonos y mi celular, me puse los audífonos ya conectados a mi celular previamente, en las orejas y puse en mi celular una playlist donde hay puras canciones instrumentales, en su mayoría algo tristes. Me es relajante.
Después de unos 10 minutos, llegué a la entrada del colegio. Y ahí estaba mi mejor amigo esperándome.
—¡Demian!—grité para llamar su atención. El chico moreno de ojos cafés, no muy alto y un cuerpo delgado, volteó a mirarme y una sonrisa de alegría se apoderó de su rostro.
Fui corriendo a donde el estaba. Nos íbamos a dar un abrazo pero antes de que eso ocurriera, vi a mi novio hablar con un chico que nunca antes había visto, era blanco de pelo rubio, alto y de ojos algo claros. Genuinamente no tenía nada de malo pero lo que se me hacía extraño era que se reían como si se conocieran de años, no había nada de malo pero insisto en que es extraño, puesto que mi novio nunca me había siquiera hablado de ese amigo.
—Ya los miraste, ¿no?—habló Demian interrumpiendo mis pensamientos. Entonces lo miré a el algo extrañada. —Pues no sé, la verdad lo único que sé es que ese alto güero que esta platicando con tu novio es un chico un año mayor que tu y Erick—.
Miré a Demian para que me soltara más información.
—No sé su nombre pero de por ahí escuché que viene de intercambio desde Italia—dio una breve pausa. —Y al parecer va a estar en mi salón—.
Me quedé pensativa un breve momento.
—Pues tendré que preguntarle a Erick. La verdad no es nada malo esto pero simplemente es raro, ¿no crees?— dije mirándolo. —Es como que apareció de la nada y Erick actúa con mucha confianza con el. La verdad creo que son amigos de ya tiempo—. Yo conocía a Erick, mi novio, ya desde hace 3 años, sabía perfectamente que el no es así con cualquier persona.—E insisto, no tiene nada de malo pero de cierta manera se siente como que me hubiera ocultado algo importante para el—seguí mirando a Demian esperando su respuesta.
—Te entiendo Ness, pero pues eso lo tendrás que hablar con el después. Pero descuida—puso una de sus manos en mi hombro— No creo que este problema sea grave en lo absoluto—dijo con la intención de tranquilizarme.
El problema no era el italiano, el problema es que Erick me ocultó algo. Se que puede sonar un tanto exagerada mi reacción ante esta situación, pero me duele que me oculte algo así de importante, como lo que es un amigo de confianza, si es que lo son. Llevamos ya 1 año y 8 meses de relación como para que no me tenga la confianza.
Me siento...traicionada.
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Un amor incomprendido [+18]
RomanceNessa Díaz conoce a un alumno de intercambio de nacionalidad española llamado Borja González que es tres años mayor que ella. A lo largo de esta historia tendrán una aventura de drama, romance, sexo.