CAPITULO 4

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Caminando distraída por los pasillos de la universidad, me encuentro admirando la imponente arquitectura de las aulas de la universidad, las majestuosas columnas y los amplios ventanales me hacían sentir como si estuviera entrando a un mundo de posibilidades.

Mientras me detenía a admirar con detenimiento el edificio principal, absorta en mis pensamientos fué cuando sentí un impacto suave pero firme que hace que yo junto con mis apuntes caigamos al suelo.
Al levantar la mirada veo los penetrantes ojos del profesor Stevan Miller, su cabello castaño enmarca lo perfecto de su perfecto rostro.

-¿te encuentras bien?- pregunta mientras sus ojos profundos me miraban con curiosidad,con una sonrisa que disipaba la incomodidad del choque.

Apenada por la caída, bajo la cabeza al ver como se acerca hasta mi oreja

-preciosa recuerdas cuando te dije que miraras hacia el frente, que luego me lo agradecerás- dice con un tono muy seco

Siento como mi corazón se acelera al reconocer cada una de esas palabras, una extraña sensación de nerviosismo y de vergüenza se apodera de mí al recordar cada palabra que salió de mi boca la noche anterior dirigida a esa "extraña persona", quién pensaría que sería mi profesor.

Mirando a mis alrededores veo como las personas se acercan sorprendidos por lo que acaba de suceder.

Tirada todavía en el suelo siento como mi cara se coloca un poco roja al ver la cantidad de personas que están a nuestro lado observando con detenimiento, tratando de entender lo que está sucediendo.

Tirada aún en el suelo, paralizada por lo que acaba de suceder, sintiendo la vergüenza recorrer por todo mi cuerpo al ver como todos se ríen de mí, siento como mis ojos se cristalizan, trato de taparme la cara con mis manos, cuando de repente siento como sujeta mi mano, tratando de detenerme y me levanta.

mientras me ayuda a recoger mis apuntes mirándolo con las lágrimas en mis pómulos, veo como se le transparentan gran parte de sus tatuajes que se asomaban por debajo de las mangas de su camisa, llamando mi atención la serpiente que tiene en su brazo derecho y unas iniciales que tiene al costado de su mano izquierda, causandome gran curiosidad al pensar de quién serían esas iniciales

-g-gracias- digo secándome las lágrimas, mientras él se acerca un poco a mí

-Tanta belleza para nada- dice casi que susurrando mientras me entrega los apuntes tratando de sacarme una sonrisa, pero al contrario, me hace recordar cada palabra que dije ayer en el supermercado

- Nos vemos mañana, ten un lindo día preciosa, recuerda mirar hacia al frente- me dice mientras procede a irse.

Paralizada por lo que me acaba de suceder, levanto la cabeza y veo la gran cantidad de personas que todavía siguen mirandome pero ahora con desagrado y envidia, analizándome de pies a cabeza, preguntándose quién era yo y que hacía hablando tan cerca con el profesor más deseado de la universidad.
pero si tan solo supieran lo que de verdad sucede, no quisieran estar en la misma situación que yo, esto no se lo deseo ni a mi peor enemigo, esto solo me pasa a mí, por no poder controlar mis impulsos insulté a mi profesor, ahora tendré que afrontar esta situación diariamente y tendré que verlo todos los días.

***
Viernes por las noche después de haber pasado una semana agotadora y estresante al tener que acomodarme a mi nuevo estilo de vida, tener que hacer todo yo sola, preocuparme por qué voy a comer o si la casa estaba limpia, y pensar que antes nada de eso me preocupaba.

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⏰ Última actualización: May 22 ⏰

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