Un lugar para Mariana.

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El sol de la mañana se filtraba a través de las cortinas, llenando la habitación de Mariana con una luz suave y cálida. Ella se despertó lentamente, sintiendo un leve dolor en su espalda, aunque menos intenso que el día anterior. Sus músculos estaban adormecidos y le costaba levantarse. Con un suspiro, se estiró en la cama y agarró su teléfono de la mesita de noche, encendiéndolo para revisar los mensajes.

Tenía varios mensajes de WhatsApp: algunos de Carla y otros de Axel. Decidió abrir primero los de Carla, su mejor amiga.

¡Hola, Mari! ¿Cómo estás?
Ayer no supe nada de ti.
¿Todo bien? ✔✔

¿Nos vemos hoy para
almorzar? Tengo muchas
cosas que contarte. ✔✔

Mariana sonrió, sintiendo el calor de la amistad de Carla a través de las palabras en la pantalla. Se recostó más cómodamente en la almohada y empezó a responderle.

¡Hola, Carla! Estoy bien,
solo un poco adolorida de la
espalda. Fui a patinar sobre
hielo y creo que me esforcé
demasiado, jajaja. Me
encantaría almorzar contigo
hoy. ¿Te parece bien a las 2? ✔✔

Envió el mensaje y volvió a su bandeja de entrada, encontrándose con los mensajes de Axel.

¡Hola, Mariana! ¿Cómo
amaneciste? Espero que no
tengas muchas agujetas
después de nuestra sesión
de patinaje. ✔✔

Fue un placer conocerte
ayer. ¿Te gustaría volver a
patinar juntos algún día? ✔✔

Mariana sonrió, recordando la amabilidad de Axel y cómo la había ayudado en la pista de hielo. Empezó a teclear su respuesta.

¡Hola, Axel! Me duele un
poco la espalda, pero estoy bien. Gracias por preguntar. Me divertí mucho ayer y definitivamente
me gustaría volver a patinar
contigo. ¿Qué tal te va a ti? ✔✔

Envió el mensaje y dejó el teléfono a un lado, estirándose nuevamente. Sentía pereza para levantarse, pero sabía que debía hacerlo. Se tomó unos minutos más en la cama, disfrutando de la tranquilidad de la mañana. Finalmente, con esfuerzo, se sentó y se levantó, caminando despacio hacia el baño.

El sonido del agua llenando la bañera y el vapor empezando a cubrir el espejo la hicieron relajarse un poco más. Decidió tomar un baño caliente para aliviar la tensión en sus músculos. El aroma del gel de baño, con un toque de lavanda, llenó el aire y la envolvió en una sensación de calma. Se sumergió en el agua caliente, sintiendo cómo el calor aliviaba el dolor en su espalda.

Después de un rato, salió de la bañera y se envolvió en una toalla suave. Decidió ponerse un vestido veraniego de picnic: un vestido blanco con estampado de pequeños cuadros azules pastel, de algodón ligero y con tirantes. El vestido tenía un escote cuadrado y una falda que caía con gracia hasta justo por encima de las rodillas. Combinó el look con unos tenis blancos y un sombrero de paja de ala ancha adornado con una cinta azul pastel. Dejó su cabello suelto, permitiendo que las ondas naturales cayeran sobre sus hombros. Se puso un poco de perfume, el mismo aroma dulce a paleta de corazón que siempre le recordaba a momentos felices.

De regreso en su habitación, agarró su teléfono y vio que tenía respuestas tanto de Carla como de Axel, al igual que antes abrió primero el de Carla.

Perfecto, nos vemos a las 2
¿En la calle Valladolid? ✔✔

Sí, ahí nos vemos.
¡Hasta luego! ✔✔

Mariana volvió a su bandeja de entrada, encontrándose con la respuesta de Axel.

Me alegra que estés bien.
Yo también me divertí mucho.
¿Te parece si nos vemos
el próximo sábado? ✔✔

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⏰ Última actualización: Aug 06 ⏰

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