Narrador Omnisciente.
En la aldea de vecedores en el distrito 10, se encontraba la familia Davies comiendo tranquilamente mientras esperaba el momento exacto en que tendria que ir a la plaza central para la cosecha de esta año para los juegos.
En la casa se encontraban tres agentes de la paz sin la parte superior de sus uniformes, debido a que en estos momentos, la extraña familia tenía una dieta particular y más los más jóvenes.
TN: Mmmm, para ser un agente de la paz, es una de las mejores sangre que he probado.- comento separándose por fin se su clavícula, porque siempre mordia en donde no se viera la marca.
Sandra /madre/ : Deja de beber querida que los vas a salir matando.- espeto mientras le colocaba una mano en su hombro al ver que iba a volver a beber de él.
TN soltó un leve gruñido por eso pero se detiene y con un pañuelo limpio la sangre de la comisura de sus labios.
Alec: Quita esa mirada mitad.- exclamó desde las escaleras de la casa.- Mejor sube date un baño para colocarte el vestuario de hoy.
TN: Nuestra última cosecha.- murmuro con aburrimiento.- Sigo teniendo hambre.
Ivan/Padre/: Cariño.- reprendió levemente a su hija.
La familia Davies están compuesto por los abuelos paternos, los padres y por último los mellizos, donde cada uno tiene habilidades únicas por lo que son.
La reprimienda que recibió TN es porque de ambos mellizos la sed de sangre de ella es mucho mayor que la de su hermano.
Sandra: Ven, te ayuda a arreglarte.- espeto con tranquilidad mientras la guiaba a su habitación.
Al llegar TN se dio una ducha rápida y se coloco un vestido rojo igual a la sangre con un cinturón en la cintura café, unas botas vaqueras cafés y un sombrero café también. /Como el vestido de arriba/
TN: Debes calmarte madre.- exclamó con una leve sonrisa.- Todo saldré como lo planeamos.
Sandra: Lo se.- suspiro mientras la quitaba el sombrero para peinarle el cabello.- Pero sigo siendo tu madre y no evita que me preocupa que vayan mis dos hijos a los juegos del hambre.
Se pregunta como saben ya los elegidos, pues su abuela tiene el don de la visión y vio antes de tiempo los elegidos, pudiendo crear un plan para que ambos hermanos sobrevivirán y no tener que "morir" alguno.
TN: Además, recuerda que tu poder es poderoso y unos simples humanos no podrán contra ti.- exclamó con una enorme sonrisa.
Sandra: Tienes razón.- espeto con seriedad mientras sus ojos brillaban de rojo por unos minutos.- Vamos es hora de salir a la plaza central, pero primero tenemos que hacer que se vayan los agentes de la paz.
TN: Papá ya se debió encargar de eso.- comento sin importancia.
Sandra le coloco el sombrero de su hija en su cabeza después de terminar el peinado, le miro por el espejo que estaba enfrente de ella.
(El peinado )
Sandra: Estas hermosa.- exclamo con una enorme sonrisa.- Tu o tus parejas destinadas son afortunados de tenerte.
TN: Madre, no he conocido a ninguno.- recordo por lo que su madre estaba diciendo.
Sandra: Lose.- espeto con una sonrisa misteriosa.- Pero quien sabe, depronto la encuentras en el capitolio con algun mentor, estiliste o incluso rival.
TN: Si es rival, estaria jodida ma.- espeto haciendo una mueca.- Tendria que matarlo.
Sandra: No necesariamente, solo incluiriamos a alguien mas al plan.- expuso con tranquilidad.
TN sabia que su madre sabia mas de lo que decia, pero prefirio no decir nada, si no le habian comentado nada a su hermano o a ella era porque no era necesario que supiran o bueno no todavia.
Sandra: Es hora de bajar.- comento mientras se dirigia a la puerta.
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Sangre en la arena /Los juegos del hambre y tu/
Ficção Adolescente12 Distritos. Unos Juegos del Hambre que obligan a jóvenes de 12 a 18 años a matarse entre ellos. Un secreto oculto en uno de los distritos. Una rebelión a punto de comenzar.