𝗁𝖾𝖺𝗏𝖾𝗇 ˳🌱༄꠶ 𝗵𝘆𝘂𝗻𝗹𝗶𝘅

𝖮𝟩

El motor de la motocicleta de Hyunjin retumbó cuando se aparcó fuera del bloque de edificios donde él vivía.
 
Felix fue el primero en bajarse, quitándose el casco. Seguido de Hyunjin, quién buscaba las llaves en su bolsillo, adentrándose en el lugar.
 
Iban de la mano, recibiendo todo tipo de miradas, que eran ignoradas cuando Hyunjin les devolvía la misma, amenazante.
 
Ambos saludaron a la señora de la recepción —que ya les conocía a los dos—, caminando hasta el elevador y presionar el botón del piso donde Hyunjin se alojaba.
 
Minho seguía viviendo en el bloque de edificios, sin embargo, en la mayoría del tiempo estaba con Jisung o en su trabajo, mismo donde iba Hyunjin.
 
Los dos eran apasionados de la danza, por lo que no se les complicó al conseguir trabajo en una escuela privada de baile de alto rango, así que su salario le era bastante bueno para pagar su hogar, ciertas cosas de su moto y otros.
 
Una vez adentro, lo primero que hizo Hyunjin fue dirigirse a buscar su ropa para volver rápidamente a la casa de Felix.
 
⏤¿Tienes que trabajar el lunes? ⏤escuchó la voz del pelinegro desde su cuarto, mientras él se recostaba en el sofá.

⏤Sí, ya terminaron mis mini-vacaciones ⏤puchereó. ⏤Lo bueno es que me toca en el turno de la mañana, así que saldré temprano.
 
⏤¿Y no tienes clase?
 
⏤Sí, demonios, lo olvidé.
 
⏤Puedo ir por ti, así te ahorras la caminada y llegas más rápido ⏤lo escuchó pasar hacia la cocina. El departamento era bastante amplio sólo para él. ⏤¿Quieres comer algo?
 
⏤¿Tienes de esas galletitas que me diste la última vez? ⏤se levantó, dirigiéndose al mismo lugar que su chico.
 
⏤Compré más sólo porque sé que te gustaron.
 
El mismo chico que ayer en la noche tenía que pedir una almohada para morder y hacer silencio porque no lograba controlarse, se encontraba pidiendo esta vez, pero por galletitas de chocolate que eran en forma de figuritas.
 
Vaya versatilidad.
 
Felix le siguió devuelta hasta la habitación, donde se apoyó en el marco de la puerta, observando todos los rincones.
 
Hasta que llegó al armario abierto de su novio.
 
⏤Creo que mi ropa sí cabe ahí ⏤señalo el espacio vacío que había en el mueble, junto con varios ganchos que no estaban siendo utilizados.

⏤En la otra habitación hay otro armario, podemos meter cosas allá también.
 
El hecho de que estaban casi a días de poder moverse juntos, le hacía tener un revoltijo en el estómago, unas pequeñas maripositas.
 
Le agradaba que las posibilidades de poder convivir con Hyunjin diariamente eran altas, muy altas.
 
Pero además de ello, además de ser un gran paso a su relación, también era algo significativo para sí mismo.
 
Nunca creyó que se movería de casa, y mucho menos llegar a vivir con alguien.
 
Sería algo nuevo, aunque estaba seguro de que podría con ello.
 
Además de que tenía a Hyunjin a su lado, y le daba seguridad, apoyo, un hogar y un lugar seguro.
 
⏤Listo, ¿nos vam-? ⏤rápidamente Hyunjin se acercó a él, y le tomó las mejillas, observándolo con ojos preocupados. ⏤¿Qué pasó? ¿Estaban feas las galletitas?
 
Ni siquiera sé había dado cuenta de que estaba llorando.
 
⏤¿Qué? No ⏤sorbió su nariz, riendo suave. ⏤No, no es por eso.

⏤¿Y por qué lloras? Sabes que odio verte llorar.
 
El peliazul sorbió nuevamente. ⏤Estaba recapacitando sobre todo, y me dí cuenta de que es muy hermoso ⏤se corrigió. ⏤Todo contigo es muy hermoso.
 
⏤Oh, Lixie, eres muy sentimental ⏤sonrió, atrayéndolo a él para abrazarlo. ⏤, pero no me des esos sustos, ¿quieres?
 
Lo sintió asentir con su cabecita hundida en el hueco de su cuello.
 
⏤¿Estás mejor?
 
⏤S-Sí, vamos a casa.
 
Se separaron del abrazo, y Hyunjin tomó la mochila donde tenía la ropa que usaría en esos días, aunque tendría que volver por unas cuantas camisas más.
 
Felix se dirigió hasta la cocina a botar el empaque de las galletitas que había estado comiéndose.
 
El mayor aguardaba fuera, esperando que saliera para cerrar la puerta de su hogar.
 
Una vez fuera, el pelinegro pasó el cerrojo comenzando a caminar de la mano con Felix, hasta que escuchó una voz detrás.
 
Minho traía ropa deportiva y el cabello levemente sudado.

⏤¿Quién carajos sale a correr a las... ⏤revisó la hora en su teléfono. ⏤once de la mañana, con casi el sol de mediodía, inútil?

⏤¿Viste lo bonito que me recibe tu novio, eh? ⏤señaló a Hyunjin, hablándole a Felix. El azul sólo rió. ⏤¿Dónde has estado estos días? La señora Kang dijo que no habías venido en días.
 
⏤Eres un dramático ⏤hizo una mueca.
 
⏤Estaba conmigo, hyung ⏤dijo el azul. ⏤Se va a quedar conmigo hasta por ahí del jueves o viernes porque mamá salió.
 
⏤Ah, bueno ⏤elevó sus hombros. ⏤Como sea, Jisung quería hacer una pequeña reunión en su casa, me dijo que los invitara.
 
⏤¿Cuando?
 
⏤Mañana a la noche.
 
⏤¿Cuántos van?
 
⏤Sólo nosotros cuatro, quizá Changbin y el primo de Jisung.
 
⏤Oh, ¿puedo llevar a un amigo? ⏤propuso el menor.
 
⏤Sí, claro ⏤sonrió el castaño. ⏤Entonces, nos vemos. ¿Sí?
 
Los otros dos asintieron, volviendo a retomar su camino.

⏤¡Cuídense! ¡Usen protección!

Y lo último que pudo ver, fue la mano de Hyunjin alzarse mostrándole el dedo de medio, mientras aún caminaban hacia la salida, junto con la risa de Felix de fondo.