𝗁𝖾𝖺𝗏𝖾𝗇 ˳🌱༄꠶ 𝗵𝘆𝘂𝗻𝗹𝗶𝘅

𝟣𝟨

Felix movía el trapo por la mesa que había sido desalojada hace tan sólo minutos, mientras que en su otra mano tenía la bandeja con los platos sucios usados.
 
No iba a mentir, su trabajo era aburrido.
 
Desde que llegaba y se colocaba su delantal blanco, todo era aburrido.
 
Algunas veces le tocaba atender las mesas, otras le tocaba hacer de cajero o simplemente una mezcla de los dos.
 
Ni siquiera recordaba cómo había dado con él, pero no podía negar que le pagaban bien, dentro de lo que cabía para poder subsistir por él solo.

Porque a decir verdad, las únicas cosas en las que invertía, era en ayudar a su madre con algunos gastos de su casa, a pesar de que ella le dijera que no es necesario, se sentía en la necesidad de ayudarle; su cabello, y de vez en cuando, uno que otro regalo a su novio, nada más.
 
Tuvo que irse caminando solo luego de sus clases; su novio, Hyunjin, le llamó diciendo que no podría ir por él, que lo sentía de todo el corazón por ello, pero que estaría ahí para cuando terminara su jornada e ir juntos a su casa, y eso lo reconfortaba.

Dejó los platos sucios en la cocina, y salió rápidamente cuando escuchó la campanilla en la entrada, lo que significaba que había un nuevo cliente.

Trató de poner su mejor cara, pero todo se fue a la mierda cuando vió a Jeongin junto con Chris, y suspiró.
 
Ya le había dicho al menor que no quería presenciar sus momentos con Chan, pero ahí estaban, frente a él.
 
Suspiró antes de hablar. ⏤¿Solo ustedes dos?
 
Chris asintió, con una sonrisa.
 
⏤Síganme.
 
Los guío hasta una zona más apartada, donde era casi al aire libre, había una diferente decoración, de manera que tomaba una forma más natural, sencilla, tranquila y linda.
 
Esperó a que ambos tomaran asiento, uno frente a otro y le colocó dos menúes, uno para cada uno.
 
⏤Si van sólo a tomar algo, es ese lado del menú ⏤señaló con su lapicero. ⏤Si van a querer algo de comer, al otro lado tienen algunos postres y repostería. Volveré para tomar su orden, ¿sí?
 
⏤Sí ⏤Jeongin le sonrió, susurrando un leve “gracias”, y le devolvió la sonrisa de una manera más suave.

Se dió la vuelta y caminó un poco más rápido cuando nuevamente escuchó la campanilla.

Capaz sería un largo día de trabajo.

Jeongin no había dejado de mover su pierna desde que se sentó en esa mesa frente a Chan.
 
¿Por qué carajos nadie le dijo que podía explotar de nervios en una cita con su crush?
 
Y es que ni siquiera fue él el que invitó, fue cuando venía saliendo de su salón que Chris le preguntó si quería ir por un café porque tenía algo que “hablar” con él.
 
Y ahí estaban, sentados uno frente a otro con un café cada uno y un pedacito de pastel para los dos. Sin hablar.

Aunque era más que evidente lo que Chan trataba de hacer.
 
Mordió su labio, borrando la idea de que fuera una estupidez lo que estaba por decir.
 
⏤... Tienes un lunar que parece un corazón.
 
Pero a como para algunos eso sonó cursi, y estúpido; para Jeongin (y seguramente para otros), fueron simplemente unas palabras hermosas que nunca quisiera sacar de su cabeza.
 
Con cuidado, el mayor acercó su mano y el otro sintió el tacto de su mano en su mejilla, tocando seguramente el lunar.
 
⏤Este que tienes aquí... tiene forma de corazón.

Jeongin estaba embobado, seguramente colorado también, pero sobre todo, estaba teniendo la mejor tarde de toda su vida.
 
Por su parte, Chris podía asegurar lo mismo, y desde que habían tomado asiento, había querido decirle lo mucho que le gustaba.
 
¡Pero no le salía! No sabía cómo empezar.
 
Cómo decirle a esos ojos brillantes que era los que él quería ver durante el resto de su vida, o cómo decirle a esa cálida voz que era la que quería escuchar todas sus mañanas diciéndole “buenos días”.
 
Sonaba precipitado, sin embargo, él estaba enamorado de Jeongin, y no de meses, sino de años, desde que lo vió por primera vez.
 
Él había sido discreto, pero ya no podía contenerse más.
 
Y era hora que lo dejara salir. ¿Qué mal podría pasar?
 
Suspiró. ⏤Te traje porque quería decirte algo...
 
Los ojos del menor se enfocaron en los otros más oscuros, haciéndole entender que tenía toda su atención.
 
Mordió su labio, antes de ser lo más directo que jamás había sido en toda su vida.

⏤Me gustas, Jeongin ⏤agachó su cabeza; el menor dejó de mover su pierna. ⏤Me gustas mucho, desde hace bastante tiempo, Innie.
 
Lo último salió más en un susurro, uno que Jeongin escuchó a la perfección.
 
No podía decir nada, las palabras no le salían los tal confesión.
 
⏤Desde que te ví por primera vez, caí embobado por ti, por todo de ti, de hecho. Tus mejillas, tu manera de ser, tu voz al cantar, al hablar... Todo de ti, tiene todo de mí hecho un mar de bellos sentimientos, que son causados únicamente por una persona; tú. No tienes que-
 
⏤No termines esa frase, porque... también me gustas ⏤el mayor sintió el tacto en su mano, y cuando alzó su cabeza, vió esa mirada llena de brillo frente a él. ⏤Mucho.
 
⏤No sabes las ganas que tengo de invitarte a salir, pero ⏤relamió sus labios. ⏤No aquí, te mereces una propuesta especial, y yo quiero dártela, ¿sí?
 
Jeongin asintió con una sonrisa. ⏤Sí, de acuerdo.
 
En parte, no estuvo mal arriesgarse.
 
Él quería algo especial, algo profundo con el chico, quería llevarlo de su mano a todos lados, quería hacerlo feliz.

Y él, éstaba dispuesto a eso.