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—No me molestes en la escuela y yo no te molesto a ti.

AppleJack asintió con la mano de Rainbow aún posada pesadamente en su hombro, como si quisiera mantenerlo en su lugar.

No es como si AppleJack fuera a correr de Rainbow, nunca lo haría.

—Está bien, ya no te molestaré Dash.

Los fijos labios de Rainbow se presionaron en una línea al ver los ojos de Applejack llenándose de lágrimas, lo miraba asustado pero también con esperanza.

Esperanza de que algún día Rainbow se atreviera a tomar su mano en público o esperanza de que día por fin pudiera decir el nombre de Applejack cuando le preguntaban de quién estaba enamorado.

—¡Hey Rainbow! ¿Qué haces con la enfermita?

Los amigos de Rainbow los habían rodeado de un momento a otro, ambos sintieron miedo de ser lastimados.

—Es obvio que está demostrando quien manda aquí, este no es un lugar para gente como ella.

Entonces tampoco para mi pensó Rainbow, tal vez su cuerpo actuó por reflejo o su mente no alcanzó coordinar con sus extremidades, pero ya estaba aterrizando su puño en el pómulo de Applejack .

La expresión herida del chico creó una gran presión en el pecho de Rainbow, quería amarlo y cuidarlo pero no podía, era una mujer y eso no estaba correcto.

Poco a poco AppleJack se deslizaba hasta que cayo al suelo, fue ahí cuando dónde Rainbow detuvo sus golpes y sus amigos siguieron hasta que un grito de autoridad los detuvo.

—Rainbow ¿Te gustaría que alguien hubiera tratado a Fluttershy de esa manera?

Él había tomado toda la culpa sobre la agresión a ApplJack, así que ahora hablaba con la consejera estudiantil, mientras en la enfermería revisaban al otro chico.

—Fluttershy lo hubiera merecido, ahora está en el camino de lo correcto.

Pensaron que las terapias de "conversación" quedaron en el siglo pasado? Pues no, al parecer no.

Fluttershy se había "contagiado" de homosexualidad al besar a una chica en una fiesta, un simple reto que acabó en infierno para ella.

-Rainbow... la homosexualidad no es una enfermedad, es una preferencia, es normal del ser humano tener ciertas preferencias.

Rainbow sabía eso, estaba completamente entendido para ella, pero no podía hacerlo, simplemente se negaba a darse la felicidad

La puerta se abrió de un estruendo.

—Consejera , vengo por mi hijo.

El temible señor Dash, la imagen de una persona muy ruda y aventurera a su vez pero con un poco de canas y facciones más definidas y cansadas, el adolescente casi se levanta de un brinco.

Con una pequeña reverencia ambos salieron, Rainbow se estremeció cuando sintió la pesada mano de su padre se posó en la parte posterior de su cuello.

Que bueno que le rompiste la cara al enfermo ese.

Y el razonamiento de Rainbow terminó por perderse.

𝐷𝑜𝑢𝑔ℎ𝑛𝑢𝑡.AppledashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora