Capítulo 5:
…Narra la autora…
Patricia, a pesar de sus treinta y siete años era la más linda que tenía el misterioso circo. Hacía ejercicios desde que cumplió los treinta y cinco, cuando descubrió que su masa corporal parecía mantequilla derretida. Su esposo era un hombre celoso, los motivos de sus ejercicios eran la principal causa y el inicio de los problemas. Sus palabras machistas atormentaban a Patricia “Las mujeres después de los treinta solo son para la casa”, “ni con ejercicios te pondrás bonita”, “no das hijos, pero si problemas”.
Largos mares de lágrimas brotaban de los ojos de la chica. Cabellos rubios, labios finos y agrietados, cara lisa, aunque tenía huequitos por granos infectados en su adolescencia.
Planeaba cenas románticas para su esposo, pero el simplemente escupía sus palabras machistas y estúpidas. Le hacía regalos caros, pero los tomaba sin decir gracias. Se maquillaba y colocaba ropa sexy para él, pero ya estaba con sus sospechas de que había otro hombre rondando.
Frustrada y deseosa de salvar ese matrimonio o mejor dicho evitar que pasara a una faceta de la violencia más grave. Fue ciega, eso se dijo siempre porque después del matrimonio conoció al verdadero monstruo. En los cuentos de hadas el sapo se vuelve príncipe, la bestia pasa a ser un hombre hermoso y caballeroso, pero aquí el rol del hechizo fue diferente.
Patricia realizó una visita a una amiga psicóloga. Detalladamente le explicaba su situación actual con su esposo, no obviaba nada, todo crudo como lo real que era.
—Patricia, tú claramente no eres ciega y mejor que nadie sabes que sufres violencia— la psicóloga comenzó a buscar unos papeles, Patricia no se animaba a contrariar a nadie para defenderlo—. La violencia puede ser verbal, de hecho, esa crea más traumas que la que dos manos en tu espalda pueda ocasionar.
—¿Cómo así? —pedía explicaciones, empaparse del tema no estaba mal.
—La violencia de golpes tiene algo más grave que la violencia verbal, te crea pánico porque piensas que en cualquier momento te golpeará— tragó saliva y junto sus manos—. Sin embargo, cuando un hombre humilla a una mujer y le dice cosas como esas ¿Qué crees que suceda? Dime tú lo que sientes.
—Complejos, miedo, ganas de morir, deseos de no existir, llorar, huir—apretó sus puños y un poco los labios—. A veces tengo alucinaciones, siento que alguien me persigue por toda la casa.
—Tienes una leve lesión en tus nervios, debes huir de ahí. Según lo que he escuchado en tu testimonio, deberías hacerlo sin que él lo sepa o podría buscarte hasta el fin del mundo.
—Gracias— suspiró y se levantó de la silla—.Veré que hago, cuídate Linda.
—Piensalo bien.Salió de la consulta y apoyo su espalda a la pared. Debía tomar una decisión, pero ¿Cuál sería la ideal? ¿de qué forma huir sin ser perseguida?
El camino a su casa se hizo insoportable, en la radio había música que le hacía viajar en el tiempo cuando su amor era lindo, cuando llenaba su casa de flores o chocolates, cuando le pidió permiso a su padre difunto, prometiéndole que le cuidaría como al oro. Pasó por una tienda de veneno de ratas, solo un poquito y listo, eso fue lo primero que pensó al ver todo aquel veneno.
Cuando entró a la sala de estar él estaba en calzones viendo futbol, en su mano tenía una cerveza y un olor a grasa corporal invadió su nariz. Hizo un gesto disimulado el asco, ¿Cómo pudo acostarse con un hombre tan sucio?
—¿Qué esperas para preparar el almuerzo?—preguntó sin mirarla, solo un sorbo de cerveza y fútbol —. Tengo hambre.
Miró el veneno en su mano y el bombillo en su cabeza alumbró. Comenzó a preparar su comida favorita, machucó en polvo los trozos del veneno para ratas, todo esto haría que tuviese un efecto más rápido a la hora de diluirse en el agua. Se esforzó en crear el platillo, usó tomates y otras verduras como medio decorativo.
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Placer y tormento ©️[En Proceso] +18
Mystery / ThrillerUn circo donde los misterios aparecen por arte de magia, sin explicaciones. Un maestro de ceremonia que guarda en los cajones del pasado su nombre, su procedencia. Sasha huye de su casa y conoce a el dueño del circo del pueblo más estúpido que tenía...