Capítulo 10🎪

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Capítulo 10:

     Claudia había sido un ejemplo para toda su familia hasta que entró a la universidad. Estudiaba ingeniería hidráulica en una universidad de Italia. Sus notas eran brillantes, una estrella para así decirlo.

Su historia fue linda hasta que se enamoró. Francisco era un estudiante de intercambio de la Universidad de México, sus padres eran un asco. Le prometió una vida de princesa, tuvieron un lindo noviazgo. Todos los días ella lo recibía alegre y él llevaba en sus manos un ramo de flores, sus favoritas, los girasoles.

Claudia se preparaba para una cita con Francisco el día que terminaron bruscamente. Le invitó a comer cerca de el coliseo romano. Llevaba un lindo vestido negro que hacía resaltar su piel blanca, aún no tenía tatuajes. Su pelo era natural, un castaño claro largo hasta la cintura.

Francisco iba a pedirle matrimonio, después de graduados sería la boda. Nuestra chica estaba feliz, creía estar viviendo el sueño de princesa que siempre soñó. Francisco era un hombre único, con ella intentaba ser el mejor.

Un trágico accidente le arrebató la vida la misma noche en la que iba a pedirle matrimonio. Un auto venía a toda velocidad, el conductor había consumido mucho alcohol. El semáforo estaba en rojo, el pase peatonal en verde. Alegre iba Francisco con un ramo de flores para su novia, observó la hermosa piedra que tenía su anillo y sonrió "Me voy a casar con mi bailarina", solo ella estaba en su mente.

El auto impactó contra el chico y un vidrio roto se le clavó en la garganta, esto provocó una hemorragia. La sangre que le faltaba ocasionó su muerte, ni siquiera le dio tiempo llegar al hospital.

Claudia esperaba impaciente en la mesa del restaurante acordado, necesitaba escuchar lo que su "cantante" quería decirle con tanta urgencia.

—Buenas noches— interrumpió la camarera—. ¿Ya se ha decidido?

—Estoy esperando a mí acompañante— dijo con amabilidad.

— Si él no llega dentro de treinta minutos se tendrá que marchar o consumir sola.

—No se preocupe, él es un hombre de palabra — confesó asustada.

"¿Qué está pasando?" Se preguntaba una y otra vez, incluso llegó a pensar que él la había usado. Por otro lado, el cuerpo de Francisco estaba reposado en una camilla de la morgue, iba a ser congelado hasta que su familia mexicana llegase.
Algo que no había dicho, los padres de Francisco odiaban a Claudia por ser extranjera

Ella no poseía una gran casa como ellos y tampoco tenía una importante empresa de comercio. Gracias a eso ella se enteró un mes después de la muerte de su pareja. Con indignación la suegra le contó que su hijo iba a pedirle matrimonio.

—¿Por qué no me avisó antes?— exclamó molesta, pero su alma gritaba por dentro que se estaba desmoronando.

—No lo vi necesario — confesó la vieja señora.

—Todo este tiempo creí que él me había abandonado — rompió en llanto

Un corazón roto y una fuerte carga universitaria hicieron que Claudia se quebrara. El estrés y la falta de sueño le llevaron a la desgracia. Le empezó a parecer extraordinario el mundo de las drogas y el alcohol, incluso su piel pálida sufrió un cambio con miles de diseños de tinta. Dejó la universidad a tres meses de graduarse y partió para Estados Unidos.

Su padres estaban avergonzados, esa no era la hija que ellos habían criado. Fue tan grande el disgusto que fue enviada a Villaroack sin un peso en el bolsillo y con unas pintas de vagabunda horrible.
Un año después conoció a Iker, ambos tenían veinticuatro años. Llevaban una relación en secreto, Iker siempre lo quiso así.

Placer y tormento ©️[En Proceso] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora