Los Angeles | 23 de Abril
── Junior H.Los rayos del sol se colaban por las cortinas y me golpeaban directamente en los ojos, obligándome a despertar. Me encontraba en una habitación desconocida, pero al recordar lo que había pasado anoche, una sonrisa se dibujó en mi rostro.
—¿Preciosa? —llamé, esperando escuchar la voz de la chica con la que me había acostado— ¿Astrid?
No hubo respuesta.
Me levanté y fui directo al baño, pero no había rastro de ella. Tenía la esperanza de que solo hubiera salido un momento y regresaría a la habitación, así que decidí esperarla. Mi teléfono comenzó a sonar, y tras encontrarlo, me recosté nuevamente en la cama.
—Diga... —respondí, colocando una mano sobre mi cabeza para intentar aliviar la resaca.
—¡¿Wey, dónde estás?! ¡Se supone que iríamos a casa de Mackenzie! —gritó Nata al otro lado de la línea.
Mierda, lo había olvidado.
—¿Ahora? —quería esperar un poco más por si la morena regresaba.
—¡Si no quieres no! —respondió Nata con tono exasperado.
—Te veo allá —dije, colgando sin más.
No tenía forma de comunicarme con Astrid, solo sabía su nombre. Qué nombre tan hermoso, le quedaba perfecto a una chica tan increíblemente bella. Sin más, salí de la habitación, pero me fijé bien si la veía en el camino, aunque no tuve suerte.
Los recuerdos de la noche anterior inundaban mi mente. Recordé cómo había sido verla por primera vez en la fiesta, yo había ido con la intención de pasar un buen rato, sin esperar mucho más. Pero entonces la vi.
Comenzamos a hablar, y cada palabra que decía me hacía querer conocerla más. Sus ojos brillaban cuando hablaba de sus pasiones, y su risa era contagiosa. En un momento de la conversación, sin pensarlo demasiado, la besé. Su sabor, una mezcla de licor y algo dulce, se quedó grabado en mi memoria.
Mientras bailábamos, mis manos recorrían su espalda, sintiendo su piel a través de la tela de su vestido. Nuestros labios se encontraron varias veces, cada beso más intenso que el anterior. La química entre nosotros era innegable.
Ella se estremeció ante mis palabras, su mirada reflejando el mismo deseo.
Más tarde, cuando nos escapamos a un lugar más íntimo, compartimos más tragos y nos dejamos llevar por el momento. La tensión entre nosotros se volvió irresistible, y nos entregamos el uno al otro con pasión y deseo, explorando los límites de nuestra conexión en un momento de pura entrega y éxtasis.
Ahora, de vuelta al presente, me encontraba con mis amigos. Mi mente seguía ocupada pensando en si Astrid habría regresado a la habitación. ¿Lo hizo?
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Aquella Noche ── Junior H
Teen Fiction⋆ ࣪. ▒ 🪡 ━ Aquella Noche ! ꒱ ↷ ㅤㅤㅤ﹙ Junior H fanfic﹚ ㅤ ㅤ ❝ Nos conocimos mientras la rola suena ❞ Ninguno imagino que en una noche de fiesta sus vidas cambiarían, Astrid Davis solo quería distracción y a la mañana siguente dejando a Junior H con l...