Busca por dentro

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El silencio, la tan conocida arma letal para mantener algo que sientes, algo que sucede, es como cerrarse en la oscuridad y que dentro tuyo todo se quede quieto, es una tortura porque no recuerdas lo que es ser escuchado, lo que es poder confiar, poder sentir.

Sabe lo que todas esas sensaciones producen dentro de él, trata de demostrar algo de sí mismo, pero, cuando esos profundos ojos azules; un color atrayente, un color puro, la similitud de los ángeles, cuando esos ojos parecían encontrar más de él como nunca antes, parecía que lo tomaba entre sus manos y lo apreciaba de una manera tan significativa.

Era una emoción confusa, varias emociones alteradas, era simplemente extraño sentir algo de ese deseo perdido en sus propias experiencias. El miedo podía llegar a él en momentos donde se sentía desconocido, y de todas formas era encontrado por ese ángel que lo traía a la realidad y le mostraba que todo estaba bien, estaba bien sentirse nervioso, hasta llegar a alcanzar ese ardor en sus mejillas, la sensación de las cosquillas en su abdomen y las pequeñas caricias y atracción al tocar sus manos.

Era muy significativo, todo eso llegaba de una forma tan interesante, seguía siendo desconocido pero quería seguir y seguir caminando.

Ese momento en que Charles lo trajo de regreso se sintió extraño al saber que había encontrado más mutantes, y así mismo, le había dado su lugar, su oportunidad para unirse a algo mucho más grande.

Erik había aceptado y todo fue cambiando, en la mansión estuvieron intercambiando las palabras muchas veces, así pasando muchas semanas, le daba esa confianza y a veces sentía ganas de olvidar a Shaw por completo.

—Todo ese metal a la distancia, y es que lo puedes atraer, es increíble —Charles dice impresionado, ambos estaban sentados en el césped.

—Se puede sentir, pero aquí —tocó el césped con su palma abierta, y la familiar sensación llegó a él, pero, no podía atraerlo, ese extremo era muy difícil —No puedo llegar más lejos que aquí.

—No hay que tener el control todo el tiempo, todo es un momento.

El ligero escenario de solo pasar el tiempo juntos mientras hablaban de cualquier cosa, mientras miraban a los demás entrenando en el jardín.

Charles lo llegó a incluir incluso en su oficina, leyendo libros y estudiando la genética, en este caso, el telépata le explicaba con tanta paciencia como si hubiera esperado tanto para hablarle de eso a alguien.

Tardes de té, hablar de los recuerdos, las experiencias en el mundo.

Cuando bromeaban y reían en la cena, parecía un momento tan hogareño, todo parecía estar bien incluso cuando los demás proponían un juego.

Esas noches en que estaban afuera mientras se sentaban en la entrada y veían las estrellas, hablando de las ideas que llegaban para la escuela.

Todo estaba tan bien.

Todo estaba tan bien cuando Erik estaba alrededor de Charles y este le hablaba animado dedicándole algunas sonrisas.

Todo estaba tan bien cuando Erik retó a Charles a correr en la mañana por su rutina, quería saber si el otro lo iba a seguir.

Charles llegaba a ser tan enérgico algunas veces y otras simplemente le gustaba estar sentado enseñando y, tomando su acostumbrada taza de té.

Todo estaba tan perfectamente bien cuando ambos decidieron hacer el desayuno juntos una mañana.

Todo era tan bueno cuando escuchaba a Charles reír a carcajadas por los comentarios sarcásticos de Erik, porque quería hacerlo reír.

No era merecedor de eso, no podía ser merecedor de eso, después de todo lo que ha hecho para llegar y asesinar a Shaw.

Silence | Cherik Donde viven las historias. Descúbrelo ahora