Capítulo 18

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Shanks miró a su hijo, el cual al desgastar tanto su cuerpo, había quedado en un sueño profundo.

Sus palmas estaban vendadas, una de ellas había sido abierta por Hannah, arma cual brillaba levemente en el cajón donde estaba.

Entrecerró sus ojos, nunca entendería esa jodida navaja.

Miró el rostro que poco a poco iba tomando color al pasar los días. Realmente estaba muy asustado.

Cuando vio a su hijo derrumbarse en los brazos de Zoro luego de decir esas palabras, sintió pánico.

Pánico que nunca había sentido en su vida de piratería.

"El campo donde mi sangre derramé, será el campo donde la desgracia abundara.”

Sabía que Luffy no era un santo, tampoco una divinidad angelical, pero sus palabras le dejaron un mal sabor de boca.

Su hijo no era así, no de esa manera tan despiadada.

Pero se siente tranquilo, porque él simplemente se defendió de quienes querían dañarlo, simplemente hizo que algo que Shanks iba a hacer tarde o temprano.

Frunció el ceño ante el periódico que llegó hace tres días, donde informaba que los dragones celestiales habían sido hallados muertos.

Decapitados, con estacas clavadas en su cuello, estrangulamiento y muchas torturas de por medio.

Se cree que de esto tiene que ver uno de los “Caballeros celestiales”, creen que uno de ellos se revelo y exterminó a la plaga.

Pero hoy, otra noticia fue más impactante cuando Doflamingo le dijo, que tres miembros del Gorosei habían muerto por circunstancias extrañas, y que nadie, absolutamente nadie, sabía qué había pasado.

Esto se estaba saliendo de control.

Parecía que la ejecución de Ace era una bomba de humo para poder hacer este tipo de matanza.

No es que se quejara, sinceramente estaba esperando el momento exacto para ir detrás de esos hijos de puta, pero al parecer alguien se le adelanto.

Pero hay algo extraño, algo que le eriza la piel al pensar, algo que lo deja con una fea sensación de hundimiento en el estómago mientras veía a su hijo.

No quería pensar que el gemelo de Luffy había muerto, joder, Garp había dicho que pagaría las consecuencias, no sabía como Luffy tomaría esa noticia.

Salió al mar por él y Shanks lo sabía.

Cuando Luffy disociaba del mundo entero después de una pesadilla, Shanks sabía que muy en el fondo, seguía pensando en él.

Era un vacío que nadie llenaría.

Entonces, alguien entró a la habitación, sacándolo de su ensoñación.

Ace entró, parecía apenado y su mirada era baja, llena de culpa que Shanks había aclarado antes.

Sabía que el pecoso también sufría mucho por esto.

—Yo… vine a verlo—Murmuró por lo bajo.

Shanks sonrió, asintiendo mientras se levantaba de la cama. Ace negó alarmado, no quería correr al hombre de la habitación.

—Tranquilo, tengo que hablar unas cosas con mi tripulación—Calmó, obteniendo un asentimiento dudoso.

Ace se sentó al lado de Luffy cuando Shanks se fue, tomando su mano con un suspiro tembloroso.

—Realmente llevaste tu cuerpo al límite, eh—Murmuró con una sonrisa, acariciando los cabellos de su hermano.

Había temido en ese campo de batalla. La mirada enloquecida del menor, la forma experimental de luchar, la forma de como esa navaja cortaba la carne con facilidad, la forma de como su fruta del diablo era.

ᴡʜʏ ᴅɪᴅ ʏᴏᴜ ꜱᴇᴘᴀʀᴀᴛᴇ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora