Una estudiante se encontraba viendo sus redes sociales en el café Dobura, viendo como iba subiendo de seguidores.
Kito Haruka, la nueva mangaka que había recibido un premio por su manga, la cual era un exito en Japón.
Ella veía como se volvía cada vez popular, era lo que quería, era lo que deseaba, tenía amigos, tenía un novio maravilloso, y una popularidad que cada vez iba subiendo, nada podía salir mal para la joven.
Pero de pronto su celular cambio repentinamente ya que ahora mostraba otra cosa más, era como si se tratara de un juego de casino, cuando le bajas la palanca y quieres que las figuras caigan iguales para ganar el premio.
Haruka muy desconcertada miro fijamente su teléfono viendo aquel juego, la cual había caído las tres figuras iguales, confundido aún más a Haruka.
Algo llamo la atención a Haruka, unas gafas amarillas habían aparecido arriba de ella la cual ella miró con admiración hasta que estás fueron directamente a sus ojos, y la fuerza de las gafas hizo que ella se cayera de la silla, llamando la atención de todos en el café.
—Se encuentra bien.— La mesera del café se acercó a la estudiante incandose enfrente de ella.
—Si, estoy bien.— Hablo Haruka con una sonrisa, aún sin quitarse las gafas.
Fue cuando empezó a ver todo el lugar, se veía muy diferente con las gafas, hasta que vio a un señor que estaba en el café, se veía muy diferente.
Muy diferente, no era el, era algo más, Haruka veía al señor y se quitaba los lentes y se los volvía a poner, haciendo que el señor se levantará, por qué empezaba a sospechoso de que ella podía ver lo que realmente era.
A Haruka le asustó demasiado haciendo que se levantará del suelo, junto con la mesera. —Enserio sé encuentra bien. —Volvio a preguntar.
Pero ella solamente asintió y rápidamente se iba alejando del café hasta que salió completamente del lugar.
La cual el mismo señor que Haruka veía, salió del café siguiendo los mismos pasos de la chica.
La mesera volteo a ver a su jefe la cual este veía la entrada dejando su lectura, para después voltear a ver a su compañera.
Los dos ya sabían de lo que se trataba, otro nuevo guerrero fue elegido...
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Actualmente
Hitsuko no tenía idea del por qué estaba recordado eso, esa fue la primera vez que conoció a Haruka, cuando fue elegida como oni-sister.
Habían pasado unas horas, y no había noticias de Taro, haciendo que los otros se preocuparan bastante.
—¿Creen que sigan peleando?.— Pregunto Kijino mientras veía el reloj.
—¡¿Creen que Taro haya perdido?!— Dijo Haruka mientras le servia más agua a Shinichi Pero está termino tirando el agua en la mesa.
—¡¿Qué haces Haruka-chan?!—Grito Hitsuko, mientras salía de la cocina y se acercaba a la mesa de Shinichi. —No quiero que se agriete.
—Lo siento.— Dijo Haruka mientras le ayudaba a limpiar junto con Shinichi y Kijino.
Los cuatro estaban tan metidos tratando de arreglar el desastre de Haruka, qué no sé dieron cuenta que Taro había entrado al local con un paquete para el Jefe Kaito.
La pelirroja vio como alguien pasaba a su lado y se percató que era el. —¡Taro-Kun!— Sé sorprendió haciendo que los otros lo voltearan a ver.
—Firma o sello.— Ignoró a la chica y se acercó al jefe Kaito para que firmara.
—Momoi-san —Dijo Kijino mientras se acercaba a él.
—¿Cómo te fue en la pelea?— pregunto Haruka mientras se ponía al lado de el.
—No fui. —Hablo Taro mientras tomaba los recibos luego de que el jefe Kaito firmara de recibido.
—¡¿Qué?!— Exclamaron sus compañeros mientras veían como el los ignoraba y salía del café dejándolo sin tener idea de lo que pasó.
—Taro— susurro Hitsuko mientras lo veía irse y ella no hacía nada, se sentía muy mal.
Ella no podía decir o hacer algo, era algo que tenía prohibido hacerlo, no puedo hacer nada más que ver.
Sin decir nada volvió a la cocina a preparar más café.
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Hitsuko.
Ya empezamos está historia y no me he presentado, mi nombre es Yamamoto Hitsuko tengo 19 años y estoy trabajando en el café Dobura, no puedo decir mucho sobre mi, tengo un hermano la cual casi no hablo con el, no tengo padres, y vivo sola en un pequeño departamento que pago con mi sueldo.
No tengo amigos y es lo que puedo decir hasta el momento.
Hace unos días, se había unido una nueva compañera, era la misma que había ayudado hace unos días, la cual lastimosamente le tocó ser parte de los Donbrothers, y como siempre pasa, se arruinó su vida, ahora le tocó que la tacharan de plagista.
—Master— Le hablo a mi jefe mientras se ponía unos lentes algo gracioso. —¿Puedo usarlo?
—No
Fue lo único que dijo para volver con su lectura, era el Manga de Haruka-chan.
—Hitsuko— exclamó mientras me volteaba a ver. — Ayúdame.
Reí un poco por su actitud infantil. —Perdon Haruka-chan, no puedo desobedecer al jefe. —Dije mientras le daba una sonrisa y volvía a atender a los de.as clientes.
Pero le había valido, ya que atendió a los clientes usando esos lentes, de hecho atendió a uno que no pagó, pago con un Haiku y mi jefe lo tomo pago.
No había escuchado bien ya que estaba barriendo afuera del local.
—¡Vuelva pronto!— Dije mientras hacía una reverencia con educación y el solamente me sonrió haciendo igual una reverencia y se alejaba del café.
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Actualmente
Horas después de que Taro viniera el café, los demás estaban un poco tranquilos pero el ambiente se sentía muy pesado, se podía sentir como estaban por enfrentarse en duelo.
—Oigan. —Hablo Haruka mientras limpiaba el vidrio donde se mostraban los alimentos que vendían el café. —¿Ustedes creen que haya pospuesto la pelea para otro día?.
—No— Hablo Kaito seriamente. —Ya están peleando, Lo presiento.— Tanto como el y Hitsuko estaban totalmente serios, ya que todos podían presentirlo, era una pelea de vida o muerte y esa energía podría atraer a más cosas al combate, la cual estaba decidido que no solo sería de dos.
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1035 palabras.
Muy corto lo sé pero apenas va empezando la cosa.
𝐏𝐚𝐧𝐝𝐨𝐫𝐚♔♡
