CAPÍTULO 7: SI LA VIDA PUEDE CAMBIAR, LAS PERSONAS TAMBIÉN

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Duele decir que me estoy acostumbrando a esta situación, pero lo estoy haciendo, y me está enseñando a ser más fuerte cada día, sin importar por lo que tenga que pasar. Aún así es inevitable echar de menos, ha pasado casi un año desde que no veo a mi familia, pensaba que ya los había olvidado pero en la soledad los recuerdos vuelven y son más dolorosos. Por otro lado está Álex, el idiota que ha destrozado mi vida en todos los sentidos empezando por mi corazón. Con él creí olvidar lo malo, pero ahora veo que su presencia era solo una pegatina pegada encima de una herida que intentaba así cerrarse.

-Raquel estás por ahí?

-Sí, ¿Pasa algo señor Leonardo?

-Raquel, no hace falta que me llames así enserio.

-Está bien, ¿Qué quieres?

-Pedirte perdón, me hice el duro al principio pero no sería capaz de hacerte daño de verdad, y siento como te he tratado.

-No te preocupes, todos cometemos errores, no eres el primero en hacerlo y tampoco no serás el último, somos humanos.

-Gracias Raquel, desde el primer momento en que te vi me pareciste una gran persona y tengo que decirte que te quiero como si fueras de mi familia, como una nieta para mí, lástima que mi hija se marchara de casa y ahora esté solo.

-¿Tú hija se marchó de casa?

-Sí, yo era un padre muy duro y decidió irse con 13 años. Fue hace tanto tiempo que a veces pienso y me preguntó, ¿De verdad ella llegó a existir?, Pero sé que existe y que estará en algún sitio. Sueño con volver a verla y saber como ha hecho su vida, si tendrá hijos...

-Pues vaya... ¿Y su mujer?

-Se suicidó un mes después de que ella se fuera, no aguantó el sufrimiento. No hay peor sufrimiento que perder a un hijo, de la forma que sea.

-Pues vaya, lo siento muchísimo.

-No pasa nada, aún duele, pero he tenido muchos años para superar y centrarme en otras cosas, como en la casa. Pero me estoy haciendo mayor y necesito ayuda, y esa es la razón de porque tu estás aquí.

-Y como se llamaba tu hija?

-Aurora.

-Anda, igual que mi madre. Supongo que es un nombre muy común.

-Sí, lo es. Común y bonito, a mí me encanta, por eso se lo pusimos.

-¿Estás llorando?

-No lo sé, tal vez sea solo una pestaña.

-Yo creo que estás llorando.

-¿Y qué mas da si estoy llorando? ¿Acaso este es un tema como para reírse?

-Perdón perdón, no quería...

-Da igual, dejemos el tema.

-Está bien.

-¿Está ya solucionado?

-Sí, solo un retoque más...

-¿Y no habría sido más fácil ir al taller?

-Iba a ir al taller, pero me han dicho que tardan mínimo una semana y no podemos esperar tanto.

-En eso llevas razón, pero tú no eres técnico.

-No lo seré, pero me manejo Héctor.

-Esperemos que sea verdad y no salga más caro el "Arreglo" .

-Ya verás como todo sale bien y podemos irnos pronto.

-Eso espero, porque pierdo la fe y la esperanza por momentos.

-Tranquilo hijo, todo saldrá bien.

-¿Tú crees que saldrá bien?

-Yo creo que sí, y tu madre también, y si no sale bien pues al menos habremos hecho todo lo posible por ella.

-De verdad que todo esto es por vuestra culpa, si no hubierais sido más estrictos esta situación que parece sacada de un cuento no estaría pasando.

-Cariño...

-No quiero oírte mamá, tengo miedo, miedo de que no salga bien, me da igual haberlo intentado, ¿De qué sirve haber intentado una cosa que es de vida o muerte si al final todo acaba en sufrimiento?

-Pero cariño...

-No quiero hablar más del tema mamá, y tú papá tu sigue con lo del coche.



A veces empiezo a cuestionarme si haber vendido a Raquel por miedo a mi fracaso y a mi malestar ha sido buena idea. Sé perfectamente que cuando una situación difícil y de la que tengo miedo se pone enfrente de mí, doy lo que más quiero para salir del fondo del mar y dejar de ahogarme para llorar por mis acciones en la orilla. Y sé que tengo que cambiar, y que pierdo el dinero en los malditos psicólogos porque no intento arreglar las cosas por mí solo. Y espero que Raquel esté bien donde quiera que esté, porque si no lo está, volveré al mar pero esta vez para no salir.

A veces también me pregunto que habría pasado si Bella no hubiera llegado a tiempo para salvar a Edward, que habría pasado si el príncipe se hubiera cansado de buscar a cenicienta o si Ariel no hubiera encontrado a Eric a pesar de haber cambiado todo por él. Entonces, pienso ¿Si me hundo, me salvaría alguien? ¿Podría alguien sacarme de la situación en la que vivo?



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⏰ Última actualización: May 23 ⏰

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Aunque todo se vuelva imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora