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PIZZA GUY
—¡Hey, espera!
Se detuvo. El cuello le dolía por lo rápido que había girado.
Charles seguía en el mismo lugar, con las manos inquietas entrelazadas entre sí, sus mejillas aún encendidas contrastaba- con la determinación de su mirada. Carlos apenas pudo balbucear algún monosílabo ininteligible por la sorpresa.
—Yo…Um…Ayer…Ayer pedí algo de comer, ya sabes, donde trabajas. Esperaba verte pero fue otra persona que me trajo la comida y yo… Pensé que habías renunciado o algo así. —Charles apartó la mirada por un segundo, miró al piso y luego volvió al rostro del pelinegro —...Lo que quiero decir es que… Pues… Me alegro verte hoy.
Carlos se congeló, la boca se le secó, sintió el calor en toda su cara y sabía que todo su rostro se había enrojecido, el ardor que sintió en las orejas también lo delataba.
—Uh…Ah…—Callo un momento, desenredando el nudo que tenía en la lengua—...Mis descansos son los jueves, es por eso que ayer no…—Arrugó el entrecejo, molesto consigo mismo por no poder formular una oración coherente. —...Eso, ya sabes. —se rindió.
Charles sonrió con ternura, la dulzura en sus labios y el color naranja del atardecer lo resaltaba aún más.
—Entiendo…
—Si…
El silencio se abrió paso entre ellos, miradas tímidas iban y venían.
—Entonces… —Charles se acarició un brazo, sin poder mantener quietas las manos —...Me has traído pizzas por dos meses y creo que no hemos intercambiado más de dos diálogos, ¿Al menos podría saber tu nombre?
—Si, por supuesto…—La sonrisa en sus labios se agrando, su cerebro aun tratando de procesar lo que estaba pasando. Charles se aclaro la garganta con algo de incomodidad por el repentino silencio del peli negro, y este por fin reacciono —... ¡CARLOS! Me llamo Carlos…
El castaño bajó la cabeza y un atisbo de sonrisa se dejó ver en sus labios. Carlos sintió toda su cabeza en llamas.
—Yo soy Charles, pero puedes simplemente llamarme Char, como muchos lo hacen.
—Okey, bien… —Se miro las manos, pensando en algo mas adecuado que decir, seguro que se veia como un completo idiota en los ojos del otro.
—Así que tienes libres los jueves… ¿El de la próxima semana estarás ocupado? —preguntó Charles con más confianza, cualquier rastro de nerviosismo inicial había desaparecido de su voz.
—No, para nada.
—Por qué estaba pensando que podríamos… No lo sé ¿Salir? —Arrugó la nariz en un gesto adorable.
Carlos trago saliva, respondiendo en automático. —Eso sería perfecto…
—Okey entonces…¿Me dejas tu numero de telefono?
—Si, claro. —Se acercó un par de pasos y sacó su móvil de su bolsillo. Charles imitó el gesto y ambos intercambiaron números —. O-Oye…No hay problema si te escribo más tarde ¿Verdad? Solo para coordinar bien nuestra ci-¡Salida!, sobre la salida del jueves de la próxima semana. —hablo tan rápido, que se sorprendió de que el otro le haya entendido.
—Estaré esperando tu mensaje.
Charles le regaló una última sonrisa antes de meterse a la casa y cerrar la puerta, y Carlos, con la emoción que ya no le cabía en el pecho, llegó hasta su motocicleta de tres grandes saltos.
De repente la noche ya no se sintió tan fría, o tal vez, era la sensación de calidez que empezaba a crecer en su pecho.
"Si tu vienes a las 4 del día siguiente Yo soy feliz desde las 3 del día anterior."
FIN
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Podríamos escribir una 4/4 viendo la cita pero lo veo innecesario, que dicen ustedes?
