𝑬𝒍 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝒑𝒆𝒓𝒓𝒐 |CнoYυ; GoYυυ|

Cαpίтυlo 05: Cυeɴтα coɴмιɢo.

Resumen: A Satoru no le gusta Sukuna, pero le gusta menos Yuta... obviamente hará lo necesario por deshacerse de él, incluso ayudar a Choso a resolver sus problemas.

—Entonces déjame ver si entendí, ¿Quieres que te ayude a hacer que tu humano y el señor Aoi vuelvan a hablarse porque de esa forma se te permitirá acercarte a Yuki?

Choso asintió emocionado, era el primer gato fuera de su familia nuclear que tenía un mínimo de inteligencia, incluso podía ignorar el claro estado de descuido por parte de Yuta si eso significaba que tendría a su lado a un aliado inteligente y dispuesto a colaborar.

—Si, entendiste todo bien.

—Podría, pero no se que hacer exactamente. —Un paso a la vez, pensó Choso. No podía esperar que el gato fuera tan inteligente cuando no parecía ni siquiera seguir una buena dieta de alimentación.

—No te preocupes, yo me encargo de explicarte cada cosa que debas hacer. —Dio una vuelta sobre sus patitas buscando a su sobrino hasta encontrarlo trepado sobre un árbol persiguiendo a la pobre mariposa que Megumi le había quitado minutos atrás. —¡Toge baja de ahí! Tenemos compañía.

No le paso desapercibida la forma en que el cuerpo de Yuta tembló y trató de ocultarse detrás de él al recibir la atención del pequeño Toge. A Choso no le gustaba mucho, pero le hacía falta ayuda y la obtendría de cualquier lugar dispuesto a entregarla.

—Casi la tenía. —Recriminó el pequeño mientras se acercaba dando saltitos hacia su dirección.

—Megumi dice que enfermaras si te la comes.

—No planeaba comerla, solo jugar.

Rodó los ojos y dió un golpecito en el suelo con su patita derecha delantera, de esta forma su sobrino guardo silencio y se sentó en la grama en una posición que demostraba tener toda su atención puesta en Choso.

—Bien, él es Yuta y nos ayudará en el plan: Reparar la amistad entre Sukuna y Todo para poder volver a jugar con Yuki.

Yuta retrocedió tres pasos con una clara mueca de confusión en su rostro. En ese momento Choso recordó que no le había mencionado el nombre de su plan estratégico, aunque no era su culpa que el gato no le preguntará algo tan simple.

—Este es mi sobrino. —Terminó la presentación con una sonrisa en su rostro.

—¿Es alguna clase de cruce entre especies? —Con cada palabra dicha, el rostro de Yuta se deformaba en una mueca graciosa.

En definitiva no era muy inteligente. Por un momento se lamenta de su suerte al conseguir aliados, pero recuerda que es un gato y no puede pedirle a su diminuto cerebro que trabaje durante tanto tiempo. Ya suficiente hizo con aceptar ayudarlo.