Resumen: Yuji se da cuenta de que algo extraño ocurre con Satoru, la respuesta es más tonta de lo que esperaba.
Se estira en el sofá cuando su sueño es interrumpido de golpe.
Megumi ya no acaricia su pancita, tampoco siente el calor de su cuerpo en su costado. Levanta la mirada tratando de encontrar al humano y se da cuenta que la sala está vacía, solo la competencia de canto que Shoko mantiene con las aves de la calle rompen la tranquilidad de la habitación.
A pesar de su molestia inicial vuelve a dormirse escondiendo su cuerpo entre los cojines, de esta forma se evita el ser molestada por los demás miembros de la familia y puede tener su merecido descanso luego de un día ocupado persiguiendo a Sukuna de un lado a otro para que cambie el agua de su fuente.
Vuelve a cerrar sus ojos sintiéndose en completa tranquilidad y paz.
Hasta que un ruido la espanta. Algo cayó al suelo, internamente reza para que no sea algunas de las figurillas de cerámica que Megumi guarda celosamente en las mesas de la sala, y por otro lado pide que el imprudente no sea su hijo o se verá en la obligación de regañarlo.
Espera durante algunos segundos para armarse de valor y finalmente sale de entre los cojines y busca con la mirada al causante de su nuevo dolor de cabeza.
Encuentra a Satoru subido sobre una de las mesas, sus patas traseras lo mantienen de pie mientras las delanteras se apoyan en el cristal de la ventana y su cabeza se mueve de un lado a otro como si persiguiera algo, o a alguien, afuera de la cada.
Tal como lo imagino en el suelo se encuentra una de las figurillas de cerámica. Ella se deslindaba del problema.
Observo durante un tiempo a su pareja. Este mantenía su expresión molesta mientras continuaba con la mirada perdida afuera de la casa. En un momento agacho su cuerpo ocultándose detrás de la pared que sostenía la ventana y tras unos segundos volvió a alzar su rostro con cautela, y recuperó su posición inicial.
Aquel gesto despertó su curiosidad.
Salto al espaldar del sofá y caminó hasta acercarse al lugar donde se encontraba Satoru, tratando de mantenerse lo suficientemente lejos para no verse involucrada en el incidente del florero.
Trato de alzar su rostro para observar por fuera de la ventana, tal vez así descubriría lo que tenía a Satoru tan entretenido sin necesidad de preguntarle a él personalmente. Aquello no fue posible, desde su posición la ventana se encontraba fuera de su alcance.
Era momento de actuar.
—¿Ocurre algo, cariño? —Pregunta con dulzura y espera pacientemente una respuesta la cual no llega. Satoru continúa concentrado en lo que sea que sucede detrás del cristal. —Satoru. —Insiste porque no quiere subir a la mesa junto a él y ser regañada por romper un florero.
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𝑬𝒍 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝒑𝒆𝒓𝒓𝒐 |CнoYυ; GoYυυ|
Fanfiction-Vamonos, Yuki. No te juntes con ese, te va a pegar sus pulgas. El can le dirigió una mirada apenada. -𝘓𝘰 𝘭𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰, 𝘦́𝘭 𝘯𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘢𝘴 𝘱𝘶𝘭𝘨𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥, 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘩𝘢 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘥𝘰 𝘶𝘯 𝘮𝘢𝘭 𝘥𝘪́𝘢. -Eso...