TOM
- No seas aburrido - musitaba Brianna, mi novia a un lado de mí - No te ví en navidad y ahora que es enero te vas de nuevo - hizo un leve mohín de tristeza en sus labios.
- Bri, realmente quiero estar contigo - tome sus mejillas entre mis palmas a lo que la morena movió bruscamente su rostro- Pero no es algo que pueda cambiar de la noche a la mañana, ya está decidido.
Salió de la cama contorneado sus anchas caderas dándome mala cara.
- Dime Tom ¿Acaso no quieres estar conmigo? - pregunto molesta, ya me estaba cabreando ante su actitud, me acerque a ella.
- Bri esto no se trata de si quiero o no estar contigo - respondí - Se trata de mi trabajo y de la manera en que esto lo llevamos planeando hace meses.
Dudaba o no si estaba prestando atención a mis palabras, aunque me importaba muy poco. Brianna era mi pareja hace 4 meses y medio, la conocí en un bar de Los Angeles y desde ahí no hay un segundo en que esta mujer se desprenda de mí.
- Tomi, sabes que me preocupo por ti - Odiaba que me llamará así - Y quiero que sepas que no es un capricho, en verdad me preocupas y mucho, cariño - sabía que mi bienestar le importaba una mierda y que no se dignaba a aceptar que tenía una estúpida dependencia por mí.
- Ya está decidido Brianna y no me quedaré solo porque no te parece correcto - salí de la habitación en camino a mi camioneta, odiaba sentirme atado y más por una mujer.
Me dirigí a la casa de Bill, él era la única persona que podía calmar mi enojo y no cometer cualquier estupidez. Llegué y toque su puerta, allí me recibió con un abrazo y su apariencia de somnoliento.
- Tom ¿Que haces aquí?
- ¿Que no es obvio? Quería ver a mi hermanito - vacile y bati su cabellera rubia.
- Mientes - quito mi mano a lo que yo reí - Ahora, por que discutiste con Cruella.
No es que Brianna fuera la santa devoción de Bill, realmente detestaba y odiaba cada parte de ella, aunque no lo culpaba, a cualquiera le podría irritar esa mujer.
- ¿Por qué piensas que discutí con Brianna?
- Por que será. Cada que tienes algún problema con esa bruja vienes a mí - estira su mano a lo que entró en su residencia, a lo lejos observo como gira los ojos.
- Esa bruja es mi novia y sí, discutimos por su maldito apego hacía mi - me siento en su cómodo mueble.
- Te lo dije, deberías dejarla. Ya obtuviste todo lo que necesitabas de ella ¿Que te detiene, Kaulitz?
- Cuando te lo propones eres verdaderamente cruel Bill - sonríe de manera psicodélica, hago caso omiso - No lo sé, es complicado. Pero no voy a hablarte de mis problemas cuando hay cosas más importantes, como la gira por Reino Unido - cambió de tema.
- Ohh la gira - ríe en un tono bajo - Hablando de ella, esta noche volamos directamente a Oxford, allí será nuestra primera fecha.
En el momento en que me enteré de el lugar de nuestro pequeño tour, una mínima esperanza creció dentro de mí, se que tal vez es algo tarde pero aún cuento con la idea de hallar a Hannah, de tan solo poder sentir una pequeña parte de ella, de saber cómo esta y si tal vez cuenta con el apoyo de otra persona.
- Te noto algo pensativo - levanté mi rostro mostrándole mi expresión cabizbaja - ¿Acaso no quieres ir allí?- Necesito encontrarla - trague el nudo que tenía en mi garganta - Bill, necesito verla. Quiero saber de ella, quiero saber si aún necesita de mi al igual que yo necesito de ella.
- Tom...
- Y se que suena algo estupido, pero cuento con la certeza de que la veré algún día aunque ya sea bastante tarde.
El rubio sentado junto a mí, tensa sus hombros y se inclina hacia adelante tomando mi mano, la cual descansaba sobre mi pierna.
- Mira - elevó mi vista - Tal vez no sea tarde, pero Tom ¿Y si ella no quisiera verte? ¿Y si ya no se encuentra en Reino Unido o quizá este casada, con una familia y toda una vida por delante? - Quería creer que Bill se equivocaba, pero una pequeña parte de mí pensaba en que Hannah era feliz y me jodía saber que no podría interferir en su felicidad, por que la seguía amando y mi corazón le pertenecía, porque no la he olvidado y necesito tenerla en mis brazos - No lo sé, es algo complicado.
- Debería olvidarla, después de todo han pasado cuatro años. Debo olvidarme del estupido recuerdo de Hannah - Mentiroso, eres un cobarde Kaulitz - Debo regresar a casa, tengo que empacar para la gira.
Volvía a evadir el tema, como lo hacía hace ya un tiempo. Me despedí del sabio de mi hermano y conduje de vuelta a mi departamento, implorando que Brianna hubiera abandonado este, llevándome con la sorpresa de que las pocas cosas de la misma ya no estaban, habían desaparecido junto a ella, me preocupaba su destino, pero una pequeñita parte de mí se liberaba por completo. Era un hijo de puta completo y merecía su rechazo ante las veinte llamadas que deje en su buzón de mensajes junto a una nota de voz disculpándome pidiendo un poco de su valioso tiempo para charlar, a "charlar" le llamo terminar dulcemente con nuestra media relación, que estaba al borde del abismo por su apego permanente hacia mí.
Recosté mi cabeza en el marco de mi ventana mientras daba una calada a el cigarrillo que tenía entre mis dedos, esperando la hora de partida para ir hacía el aeropuerto con los demás, acordamos vernos en casa de Bill, pues Gustav recogería a Georg y allí todos partiríamos juntos al lugar, en el menor tiempo estaríamos despegando hacia Oxford tomandonos un día de descanso para iniciar toda la travesía por el país y iniciar la búsqueda de Hannah, era algo estúpido, lo sé, pero cuento con la certeza de que hallare su destino y regresará a mis brazos lo más pronto posible....
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Saam°
Hola! Cómo están? Esperó que
súper bien. Aquí está el segundo
capítulo, un poco tarde pero aquí lo tienen.|Tom siente lo mismo que Hannah ha evitado durante cuatro
largos años, pero un Kaulitz nunca se rinde cuando se trata de conseguir lo que desea...¿No?
XOXO, SAAM
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𝗜𝗡 𝗬𝗢𝗨𝗥 𝗘𝗬𝗘𝗦 | Tom Kaulitz (Tokio Hotel)
FanficEstaba completamente segura que era el, su mirada perforaba mi espalda y su cuerpo me deseaba, sediento como nunca. Cuatro años después, Hannah no contaría con que el destino volvería a juntar sus caminos. Volvería en busca de respuestas y dispuesto...