Respiro. Exhalo, lentamente.
Muy, lentamente.
Hoy es el día. No es nada importante, claro está. Solamente es la selección de los participantes de este torneo. ¿Estoy nervioso? Claro que si. Nunca antes me había inscrito a un torneo.
Veo los nombres de los participantes en las pantallas, y muchos se quedan atrás. Finalmente, veo el mío: Leviatán. Los capitanes ponían precios a los demás, pero... ninguno puso nada por mí. Vi la pantalla expectante, esperando que alguien diera algo por mí. Uno. Dos. Tres minutos pasaron, y nadie daba nada. Me descorazone. Claro que sí. Nadie me quería en su equipo. No entiendo por qué me inscribí a esto, si soy tan malo que...
En la pantalla, sale un precio. Es el triple de uno de los participantes de ese mismo equipo. Veo mi nombre, y parpadeo. No puede ser. ¿Quién me compraría a tal precio? Finalmente, el proceso finaliza, y veo mi nombre ser puesto en un equipo: Lost Sea Kyogres.
La pantalla suena. —Se solicita a Leviatán que entre a la arena para ser probadas sus capacidades por su capitán.
Mi corazón palpita rápido. Es muy bueno para ser verdad...
Hay gente alrededor mío, mirándome. Nunca he actuado bien bajo presión. Si gano, estoy dentro. Si no...
La puerta se abre, haciendo que la luz del sol me irrite los ojos, y obligándome a entrecerrar mis ya de por si pequeños ojos.
Puedo verlo...
Al frente, se encuentra el capitán que va a probarme...
—¿¡Qué carajos!?
Esa cola no es de un macho...
Ahí, me entero de dos cosas.
La primera, que es una chica.
Y la segunda. Es una Eevee.
La voz dentro de mí estalla en carcajadas. —¿En serio nos vamos a someter a esa... cosa?
—Cállate, es la primera vez que nos llaman a un torneo. No quiero decepcionar a nadie.
La voz de torna seria. —¿Y supones que vamos a perder?
Suspiro. —Supongo que, si es capitana, por algo debe serlo.
La Eevee se acerca. —Tú no eres Adrián...
—¿Disculpa? —pregunto, un poco confundido.
—Emmm, que... que yo quería a Adrián...
—Si... si quieres me voy...
—Eres un idiota. —dice la voz. —Era demasiado bueno para ser verdad. Nadie nos querría en su equipo.
—Tal vez si sea verdad... —susurro.
La Eevee me mira. —¿Con quién hablas?
Sacudo la cabeza. —Nadie.
—Pues vaya, que grosera he sido. Me llamo Blue...
—Leviatán... —dije, nervioso. —Aunque, me gusta que me digan Levy...
—Ummm, vale, Levy... Emmm, si quieres, podemos tener el combate.
La voz se ríe. —Una batalla entre un Gyarados y una Eevee, claro que sí.
—Acepto, —digo, sonriendo (claro que, al ser un Gyarados, sonreír puede dar miedo a las demás personas).
Voy hacia mi lado de la arena, y estiro un poco. —Lev, ¿crees que podemos ganar?
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Una Aventura En El Instituto
Roman pour AdolescentsEl viaje de un simple Gyarados para busca alcanzar su meta: convertirse en el Pokémon más poderoso del mundo.