¿Cómo Sanar Un Corazón Roto?

꩜I. Lluvia.

Cuando pensamos en un día lluvioso muchos se les viene a la mente algo completamente relajante, estar sentado en tu sofá leyendo un libro con un té en la mano o algo así, aunque para algunos la lluvia era tristeza, cada vez que llovía no lloraban solos.

Tan solo un mes había pasado después de la muerte de JunWoo y Seokjin seguía peor cada vez que avanzaban los días, la pareja no sabía que hacer para poder ayudarlo pues tenían tanto miedo que en cualquier momento una mala noticia llegara a ellos así que obligaron al Omega a irse a su casa donde lo mantendrían acompañado cada vez que lo necesite pues la primer semana se dieron cuenta que Jin no había comido bien lo cual preocupó a su hermano Yoongi, estando en su casa lo hacían comer bien y a sus horas, en secreto el Omega mayor lo agradecía tanto aunque lo avergonzaba un poco hacer que los chicos se preocuparan, se sentía extraño estando en el hogar de su hermano, el cual era un ligar privado, y no en la casa que antes compartía con su alfa.

En las noches sufría de pesadillas que lo hacían despertar de golpe en las madrugadas así como sueños que duraban toda la noche y despertaba con un sentimiento de felicidad pero al darse cuenta de que todo era producto de su imaginación la decepción se apoderaba de su cuerpo así como también el vacío en su pecho al notar que su cama estaba vacía, no había nadie abrazandolo ni viendo a sus ojos cada mañana que los abría, todo aquello siempre lo hacía empezar sus mañanas con sollozos bajitos ante el dolor que no lograba controlar.

Días de desvelos dónde no podía soportar las náuseas gracias al embarazo le recordaban que no podía correr a los brazos de su alfa por más que tanto lo deseara hacían que su proceso se hiciera aún más extenso pero al mismo tiempo lo mantenía firme su bebé, si estaba ahí era por su pequeño cachorro que crecía lentamente en su vientre.

Además de que su lobo Omega se negaba a aparecer, estaba escondido más allá de su ser, podía sentirlo hecho bolita, durmiendo todo el día.

Ese día se encontraba igual, solo que abrazado a otro Omega, su cuñado se negaba a dejarlo solo, siempre estaba con él cada que podía, deseando quitarle todo aquel dolor pero tenía en claro que en aquellos no podía interferir, al final tenia que vivir su luto como debía pues podria ocasionar más daños después.

- ¿Cuando le toca la siguiente revisión, Jinnie hyung? - Preguntó suavemente al Omega, ambos estaban en el sofá recostados.

- La siguiente semana cumplo cuatro meses y medio.. - Alzó la mirada hacia él. Antes de que Park se adelantara, sonrió. - ¿Quieres acompañarme?

- ¡Si! - Respondió casi al segundo provocando una sonrisa en Jin y vergüenza en él. - Digo... Si quiere puedo acompañarlo.

- Por favor, no quiero ir solo. - Se abrazó a él, recargando si mejilla en el brazo de Jimin el cual correspondió sin dudar.

Gracias a que Jin se había mudado con ellos, su relación se había vuelto más fuerte que nunca, Seokjin amaba a Jimin como si su hermano fuera, el segundo no podía estar más feliz por eso pues tenía a su mejor amigo con él además de que podía verlo después de haberlo perdido.

- Gracias, hyung, prometo cuidarlo mucho. - Se volteó para darle un besito tierno en la frente luego se quedó ahi, abrazándolo en silencio.

La pareja siempre se mostraba algo preocupada a solas pues ellos estaban ocultando algo al mayor que debía saber ya pero no sabían cómo hacerlo.

Seokjin no era un simple Omega del reino, había un destino preparado para él, el cual se debía cumplir a pie de la letra para que sea alcanzada esa felicidad y sustentabilidad que tanto deseaba. Había alguien esperando por Jin, alguien que daría su vida entera por volverlo a tener en sus brazos.