𝐀𝐪𝐮𝐞𝐥 𝐢𝐧𝐯𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝟖𝟔.. ~Bandit Heeler x Fem. Reader!~

°19°

20 de Junio de 1997.

Pasaron dos semanas, mi madre confucía hacía el aeropuerto, movía mi pierna nerviosamente, mirando el paisaje.

Traeme algún imán de Australia no?- dijo mi hermano, dándome un pequeño codazo.

Me giré hacia el y reí un poco.

Una novia te voy a traer.- dije con sarcasmo.

Mi madre aparcó y los tres entramos al aeropuerto.

Caminaba emocionada hacía la puerta en donde mi avión iba a despegar.

Caminando, pasando las maletas por algunos sitios y después de un rato, tuve que despedirme de mi madre y mi hermano.

Bueno.. esto supongo que es un "hasta diez años".- dije, desvié mi mirada algo triste.

Loca! Siempre te vamos a esperar.- mi hermano me abrazó fuertemente y me balanceó mientras reíamos.

Cuando me soltó, me incormpore y miré a mi madre, que esta tenia unas lágrimas  a punto de salir.

Corrí hacía ella y la abracé fuertemente.

Gracias por darme una bella infancia.- dije, con la voz algo rota.

Esta sollozaba, escondiendo su cabeza en mi hombro y abrazándome muy fuerte.

Cuando nos separamos, le dí un beso en la frente y agarré la maleta.

Nos veremos.- dije con una sonrisa algo triste.

Claro.- contestó mi hermano, rodeando uno de sus brazos por la espalda de mi madre para consolarla un poco.

Los miré por última vez y caminé junto mi bolsa y maleta para dejarlas antes de entrar al avión.

...

Lamentablemente no pude sentarme en la ventana pero se estaba cómodo, tenía una chica de mi edad (supongo) a mi lado y en el otro lado a un señor bien vestido, como si fuera a algo importante.

Saqué mis auriculares y me puse a escuchar música, me dormí y no me enteré mucho hasta que llegué a mi destino.

Me entere por qué el señor me toco el hombro, avisándome de que ya habíamos llegado.

Ah, gracias.- agradecí con una sonrisa y me estiré bastante.

De nada hombre.- contestó con una sonrisa.

Todos salimos en filas, cuando salí por fin pude respirar aire bueno y no uno de cerrado por 7 horas, me dirigí para agarrar mi maleta y bolsa y agarré el primer taxi que había en frente de mis narices.

Suspiré al entrar en aquel coche, me sentía en casa de nuevo.

Al hotel ****** ****, por favor.- pedí con una sonrisa.