Capítulo 1. El contrato

400 67 77
                                    

Cada fin de semana de carrera un nuevo piloto era puesto en el asiento del mexicano como su posible remplazo. La prensa no dejaba de preguntarle a Sergio cada vez que tenía oportunidad si ya había renovado contrato con su equipo, si tenía alguna otra oferta o si este era el año en el que se retiraría

Sergio sabía que aún podía seguir adelante, pero sin un contrato no tendría más opción que preparar su lamentable despedida de la F1. Aunque no se arrepentía de nada, si este era su último año, daría todo para que fuera el último y el mejor. No quería demostrarle nada a nadie, solo quería irse sabiendo que lo dio todo y aunque no fue suficiente, lo intento

Estaban a mitad de temporada, casi todos los asientos estaban ocupados y solo había tres asientos libres, entre ellos el suyo. Había un rumor extraño en el que se decía que sería remplazado por un nuevo piloto, pero Sergio prefería no hacerle caso a lo que otros decían sobre su futuro y prefería poner toda su atención en la pista

Aunque esos pensamientos invasivos sobre este siendo su último año lo hacía sentir un poco asfixiado, enojado con el mismo y decepcionado por no haber sido suficiente

Lo que Sergio nunca espero fue que su renovación para otro año llegaría a mitad de temporada, pero con ese nuevo contrato, una nueva condición aparecería

Checo estaba sentado revisando el contrato junto a su abogado, él no entendía mucho de lo escrito así que esperaba que su abogada le explicará con mas detalle todo. La mujer dejo de respirar algunos segundos; al parecer la abogada ya había encontrado aquella nueva condición impuesta por su equipo

–¿Estás de acuerdo con esto, Max? –Checo no entendía porque si se trataba de la renovación de su contrato, Max estaba presente. Tampoco entendía porque Max también tenía un par de hojas en las manos

–Ya se los había dicho, me da lo mismo quien este sentado a mi lado, de igual manera siempre estará detrás de mi –dijo con cierta soberbia.

Checo se contuvo para no lanzarle el bolígrafo a Max en la cabeza, después de todo sabía que Verstappen era un piloto joven, inmaduro, que estaba en la cima de su carrera y con el tiempo compartido aprendió que Max no es de las personas que piensa en los sentimientos de otros antes de decir algo, él simplemente dice lo que piensa, sin filtros o mentiras

–Max, tu imagen está bastante dañada por tu actitud narcisista y grosera. Estar cerca de Checo te humaniza un poco más –le explico la mujer que manejaría la imagen pública de la pareja más famosa de la parrilla

–No necesito que me quieran, lo único que necesito es un buen auto y ganar –respondió Max un tanto aburrido, más de una persona dentro de la oficina querían pegarle al menos una vez al campeón

–De hecho si necesitas una buena imagen, porque sin ella no hay patrocinadores y sin patrocinadores no hay dinero –le dijo uno de los abogados del equipo, Max se rio amargamente. A él no me importaba nada de lo que ellos le dijeran, lo único que le gustaba era correr, ganar y demostrar que todos estaban muy por debajo de él

–Esta bien, firmaré, solo no me estorbes Checo –Max tomo la pluma que estaba en el escritorio, firmo una de las hojas que le entregaron para después levantarse –, me voy –anuncio antes de dejar caer las hojas sobre su asiento e irse de prisa

Checo miro las hojas sobre la silla unos segundos antes de girarse para hablar con su abogada

–¿Por qué Max también firmo? –pregunto, la abogada sentía la presión de varias miradas sobre ella. Sabía que trabajaba para Checo, pero si era totalmente sincera con él, quizá no firmaría y lo que menos deseaba era verlo irse esta temporada

Hasta que el público nos separe || Chestappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora