La Princesa Rhaenyra Targaryen se encontraba pensante mirando hacia el extenso océano desde el barco el cual los estaba llevando de vuelta a desembarco de el Rey, en el rostro de la Princesa se notaba que algo la estaba atormentando, sus ojeras eran levemente notorias si prestabas la suficiente atención, su padre el Rey Viserys la había comprometido con su primo Ser Laenor Velaryon, un hombre honorable que había peleado en la guerra de peldaños de piedra recientemente. Pero aquella no era su preocupación... lo que atormentaba a la joven Targaryen tenia que ver con cierto guardia juramentado el cual estaba prometido a protegerla de todo lo que quisiera hacerle daño
Rhaenyra había tenido hacia algunas lunas un encuentro apasionado con el Ser luego de que su tío Daemon la dejara tirada en un burdel a la hora de el Búho, aquel encuentro había traído consecuencias para la heredera, una cosa que ella no había esperado ni en sus mas locos sueños, una consecuencia que podía arruinarla por completo... una pequeña vida la cual crecía en su vientre como un pequeño intruso que Rhaenyra no esperaba pero debía aceptar pues después de todo, era de ella. En busca de una solución viable se lo había confesado a su primo mientras caminaban en la arena llegando así a un acuerdo mutuo, aquel niño seria el heredero al trono de hierro y el que iban a engendrar juntos seria el hijo de Driftmark. Un acuerdo justo ya que también le ofreció gozar de una pequeña libertad junto a un amigo que el heredero de Driftmark tenia
Mientras la Princesa pensaba mirando hacia el horizonte unos pasos sigilosos se acercaban a ella casi intentando que no lo escuchen, aquel guardia de capa blanca ya no tenia su armadura, tan solo unas ropas normales vestían su cuerpo... aquel guardia se había sentido con un gran peso estos últimos días, haber desecho su honor y haber pasado encima de aquella capa blanca lo había marcado haciendo que apenas pudiera levantar la mirada hacia aquella joven a la cual había deshonrado hacia algunas lunas y llevaba el fruto de aquel pecado creciendo en sus entrañas. Criston no culpaba a aquella pequeña parte de el, pero eso no evitaba que se sintiera en una gran falta, el había jurado algo hacia un tiempo... pero fallo y por eso intentaría disminuir su pecado
──¿el sueño también te eludió esta mañana?── Se atrevió a hablar primero Rhaenyra mirando al cole quien se había puesto alado de ella con cierto aire de melancolía, tristeza o ... vergüenza quizá, la Princesa por mas que parezca fuerte era como un cachorro asustado por dentro, no sabia ser madre y le temia a fallar
──Necesitaba verla princesa── confeso el caballero mirando a la princesa que había jurado proteger con su vida, la voz de Criston sonaba débil... estaba aterrado, se abstenia a decir la palabra, siquiera a pensarla era un grave pecado pero el mas que nadie sabia que lo que estaba creciente en el vientre de la Princesa no era mas que un bastardo
──Me atrevo a asumir el porque── Menciono Rhaenyra mientras miraba al Ser, conocía el motivo por el cual el deseaba hablar con ella ya que después de todo algo los estaba uniendo, algo mucho mas grande de lo que cualquier persona externa imagina ──hable con Laenor... llegamos a un acuerdo──
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𝐒𝐎 𝐋𝐎𝐍𝐆, 𝐖𝐄𝐒𝐓𝐄𝐑𝐎𝐒 (𝗔𝗘𝗚𝗢𝗡 𝗜𝗜 𝗧.)
FantasíaLa Princesa Daenys Velaryon había nacido en una madrugada un tanto complicada, la Princesa Rhaenyra de tan solo diecisiete días con el nombre había estado intentado alumbrarla desde aquella mañana, nueve lunas después de su boda con Laenor, muchos L...