vENGANZA O AMOr {kookmin}

El jefe

Pasaron unas tres semanas, bien hasta ahí, si eso le podía dar una alegre y feliz continuidad en su vida, se podría decir que corría con suerte. Pero en el fondo se preguntaba dónde estaba la persona que tanto estaba buscando con ansias, no aparecía en esos días, pero sé ya estaba enterado de algunas cosas sobre él

Las chicas que aparecieron y desaparecieron fueron muchas, pero hoy eran cinco en un cuarto y él se llevaba con todas 

 — ¡En serio Jimin!, cuando te penetre un tipo que no es de tu gusto te aseguro que querrás vomitar encima del tipo __ Estaba con nauseas de solo pensarlo, ella hablaba de sus malas experiencias en ese lugar, ella era rubia y un cuerpo tan perfecto, pero no tenía a nadie 

 — ¿Cómo le hacen para aguantar? __ Preguntó el todo perdido, ella era bonita, hombres no les a de faltar, pero estaban en esto 

 — Por lo mismo que lo haces tú, por necesidad __ Jimin se decía que dudaban que lo hicieran por lo mismo que él, él estaba por otras cosas, esta era una bajita cabello negro y bien hecha 

 — ¡Sí!, como no __ Hablo la chica rubia __ Tú dices eso, pero en verdad sabemos que estás loca por lo que carga entre las piernas, hablo de aquel, por eso regresas __ Comento y le dejó la duda a Jimin

Todas rieron en complicidad a su comentario 

 — ¿Lo que carga? __ Su mente no era puerca __ ¿A qué se refieren? __ Joder qué niño 

 — ¡Qué inocente!, eres bonito e inocente __ Lo hizo poner rojo de la vergüenza, pero la bajita se rio ante su inocencia, ¿qué hacía él ahí entonces?

 — Sí mi querido crío, ese papi trae una dotación bien grande en ese pantalón __ Hasta mala sangre se le hizo, él nunca vio eso en prioridad, era algo malo no saber lo que era el sexo 

 — Ostias al puto, ese hombre cuando nos llama a su casa solo nos pide una noche y a la siguiente salimos de aquí con los bolsillos llenos de pasta y en sillas de ruedas __ Habló la española, era más antigua ahí y Jimin no pudo creer que fuera verdad las palabras de aquella

 — ¡Estás de broma! __ Jimin seguía en su mente perdida 

 — No hombre, ese hombre tiene dos cosas que matan, parte de ser el jefe del mal __ La morena que entraba por la puerta al cuarto a ver su traje le contestó

 — El jefe tiene un pene tan grande como él, y que te hace pedir a lo alto que pare, pero está bueno que te paga con harto dinero __ Dijo y Jimin se le estremeció todo su cuerpo __ Además de los gustos medios cabrones que tiene

 — ¿A qué te refieres con eso? Gusto, a que __ Jimin se quedó más tonto al preguntar 

 — Deberás que eres inocente, ¿de dónde vienes Jimin? __ La rubia dijo otra vez

 — Hombre, por el amor de Dios __ Se cansó la chica más baja de todos, mucho más baja que Jimin __ Nos referimos a que él tiene gustos... Como decirte

 — Él es... Algo... le encanta el Sadomasoquismo __ Le dijo la chica negrita y eso era algo de información,. Nada que ver con él

Ahora entendía algunas cosas que debía dejar en claro, pero cómo saberlo si todo estaba en negro y él no podía ver más allá que las cuatro paredes que tenía en frente

Pasaron a acomodarse y no sabía que hoy tendría una buena vista por delante

Estaban esperando a salir cuando les avisaron a dos que debían bailar para los que ya sabían, eso le dio intriga por quienes eran

Entraron al cuarto de bailes exóticos y solo el olor a tabaco con algo más, que Jimin supuso era marihuana o alguna parte de cualquier droga

Ahora cuando debían bailar y esa clase de cosas se metieron en sus fosas nasales y le alteraron la mente, por primera vez vio y sintió lo que los drogadictos que él mismo encontraba y encarcelan, solo de verse le dio risa

Subieron a la tarima y esperaron a que el telón subiera para comenzar su espectáculo perfecto y privado, debía ser alguien muy importante y eso le dio más odio porque en vez de sacar a las chicas de esta clase de lugares ellos mismos daban la plata para esta asquerosidad

La música tocó y ellos empezaron a su baile, Jimin agarró su sombrero y con una tanga muy chiquita juntando un brasier de color rojo mientras de a poco iba a dejar toda su ropa en el piso de aquella tarima

Podía escuchar suspiros y palabras sucias de los invitados, pero entre ellos había alguien que no estaba dejando de verlo de más, no podía sentirlo a pesar de lo oscuro que estaba, la mirada no mentía, pero estaba a ciegas para ver bien de quien trataba