only you (Draco Malfoy)

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♤♤♤

-Han capturado a Sirius.

Vanessa escuchó hablar a Hermione al entrar a enfermería con intenciones de descubrir que pasó finalmente anoche y de visitar a Ron a causa de la mordida en la pierna.

La chica observó como Harry se levantaba rápidamente de una camilla, palideciendo al instante.
-¿Lo van a matar?

-Mucho peor.- comentó la castaña sin percatarse de la presencia de la Slytherin.- Le van a succionar el alma.

-El beso del dementor.- murmuró inevitablemente la chica, quien ahora era observada por los tres Gryffindors que se encontraban en enfermería, especialmente por cierta castaña que rodó los ojos al verla.

-Vanessa...- empezó a decir Ron desde una camilla, pero fue interrumpido por el brusco sonido de las puertas abriéndose, asustando a esta.

¿Alguna maldita vez la gente dejaría de entrar así, tan bruscamente?

Dumbledore apareció tras las puertas, caminando rápidamente hacia ellos.

Antes de que pudiera decir algo, Harry se le acercó con cara de preocupación.
-Señor, ¡Sirius es inocente!- exclamó el azabache.
-Tiene razón. ¡Por favor, creanos!- suplicó ahora Hermione.

-Les creo, señorita Granger.- aseguró el anciano acercándose a la camilla de Ron.- Pero la voz de un niño, por muy cierta que sea... es insignificante para aquellos que se niegan a escuchar.

Vanessa frunció el ceño al observar como por cada palabra que decía, el director le daba una palmada a la pierna vendada del pelirrojo, haciendo que este hiciera muecas de dolor.

A la Slytherin no le gustaba para nada el anciano. Le transmitía cierta inquietud que no entendía del todo.

-Misterioso asunto, el tiempo...- empezó a decir Dumbledore volviendo hacia ellos.- Poderoso, y cuando se juega con él, peligroso.

Ahora el director les dijo donde se encontraba Sirius Black y le susurró algo a Granger que Vanessa no alcanzó a escuchar.

Hecho eso, Dumbledore se fue por donde había venido.
-¿Se puede saber a que venía todo eso?- preguntó Ron tocándose levemente la pierna vendada.

-Está majara.- susurró la Slytherin para si misma.

-Lo siento, Ron, pero tu no puedes caminar.- habló Hermione quitándose de la camisa un extraño colgante.

Era un giratiempos. Vanessa lo reconoció al instante.
Por eso Dumbledore habló sobre el tiempo...

-Y tú...- empezó a decir la castaña, girándose hacia la Slytherin.- No querrás venir.

La chica frunció el ceño.
-Es un giratiempos, ¿verdad?

La Gryffindor no respondió mientras enrollaba el colgante también en el cuello de Harry.
-¿Un qué?- murmuró este último.

-Granger, si que quiero ir.- aseguró Vanessa sintiendo rabia al ver que la chica le ignoraba.- También se podría aprovechar para salvar a Buckbeak.

Hermione suspiró pesadamente.
-No creo que sea buena idea que vengas. Encima ayer desapareciste, no creo que te interese.

Al escuchar eso, la Slytherin no pudo evitar pensar en Draco, especialmente en el momento en el que sus manos se entrelazaron cuando el platinado la arrastraba hacia el castillo.