Relatos Eroticos 2

Abre las piernas

Hola, me llamo Lara y tengo 20 años; estoy estudiando, ingeniería , si, un suicido, pero bueno, hay que luchar por lo que quieres.

Hoy estaba en la cafetería de mi universidad con una amiga, llamada Sandra, Sandra estudia una FP de grafo superior y estudiamos juntas, además que nos llevamos genial.

Ya estábamos sentadas en nuestro sitio de siempre, nuestra esquina, al final de la cafetería; el sitio más tranquilo que hay antes de que salga gente a hablar decidnos de una vez ponernos a estudiar.

Cuando llevamos ya 1:30 estudiando, aparece un chico por detrás de la ventana, que parecía que la estaba limpiando, era alto, moreno y estaba buenísimo.

Mi amiga y yo seguimos hablando, hasta que el chico desconocido se mete dentro de la cafetería para limpiar el cristal por dentro.

-Tía, me estoy meando, voy al baño- me dijo; yo se que no iba al baño, hay uno de aquí que es alumno y Sandra está loca por el así que le digo que vale, total que aproveche, el chico está bueno.

De pronto; escucho una voz profunda y a mi parecer bastante varonil que me habla
-Que estudias aquí?- me pregunta, muy de sopetón, me quedo mirándolo y DIOS, tiene una sonrisa perfecta.

-Si, las dos.

-y tú que estudias?

-Pues yo estoy estudiando ingeniería- Le respondo

-Es complicado eh- me dice

-Mas de lo que parece, pero bueno- le digo y el sigue a lo suyo

La verdad que para mi hablarle ha sido un mérito; soy muuuuyyy vergonzosa, todo me da vergüenza y me pongo roja con nada.

-Buah tía está más bueno de lo que recordaba- entra diciendo Sandra, a lo que yo respondo riéndome

-Y habéis hecho algo?- le pregunto

-Que va, pero me ha dicho que en 5 minutos quiere haga ir conmigo, me pregunto si hoy me dará esa follada que tanto estoy esperando.

Acto seguido me pongo roja, ni por lo que ha dicho, si no por como se gira el chico que estaba limpiando la ventana a mírame con una sonrisa, buah, me pone mucho.

-Voy a ver que quiere- Me dice y se va casi corriendo

-Así que tú amiga ya tiene un lío aquí dentro eh- me afirma

-Se podría decir que si.

-Y tú?- me pregunta y no hace falta ni mírame, ya se que estoy roja

-Bueno... yo...- mientras estiy dudando que decirle el se está empezando a acercar a la mesa, me quedo mirándolo; apoya sus manos en la mesa, acto que inconscientemente mire sus manos, son grandes y parecen fuertes, tiene los dedos anchos pero no gordos, pero pregunto si me entrarán de una estocada, pero que dices Lara? Concéntrate, pero no puedo hacerlo al ver como se le marcan las venas en las manos y en los brazos, también se le pondrán así cuando me ahorque?

-Guapa, has dejado de mírame las mano? Que no me he hecho la manicura aún- me dice con un toque de sarcasmo haciendo que lo mire a la cara

-Perdón- es lo único que puedo llegar a articular

-Te había preguntado que si tú también tenías algo- me repite pero esta vez una mano va a mi cara, sujetándome del mentón para que no deje de mirarlo

-No, yo no tengo nada con nadie-el cada vez se acerca más, nuestros respiraciones se mezclan incluso cierro los ojos

-Y espero que siga así- me susurra en el odio. Se separa y sigue como si nada y como si lo hubiera calculado aparece mi amiga por la puerta.