¿Y si el pasado de Law fuera un poco menos trágico?
¿Qué tal si recibiera el amor que se merece?
-Necesito imaginarme al pequeño Law recibiendo amor, y como no entre historias cree una-
Es mi primer fanfic sean piadosos
Los personajes le pertenecen...
Law disfrutaba mucho de su historieta, después de todo le traía buenos recuerdos y le hacía olvidar los malos.
Era sumamente protector con ella la escondía de la vista de los demás adultos para que no estuvieran de entrometidos y se les hiciera fácil jugarle una broma.
Baby 5 y Buffalo eran los que lo habían visto e insistido en que se las preste, cosa que obviamente Law les negó varias veces hasta que por fin se rindió.
Les había prestado su valiosa historieta un tiempo corto bajo su absoluta supervisión.
“¡Qué genial!”
Ambos niños se emocionaban con la historia sin ocultarlo bajo la severa mirada de Law que revisaba sus más mínimos movimientos.
Todo fue tranquilo hasta que llegó ese hombre de moco.
“¿Pero qué están leyendo mocosos?”
Ese hombre apareció atrás de Law sin que esté se diera cuenta, con su asquerosa nariz goteando.
“¡Es la historieta de Law, es emocionante!”
Baby 5 no dudo ni un momento en decir todo.
“Oh ¿Law tiene una historieta?”
Esa risa irritante, como la odiaba, tal vez debió apuñalarlo en lugar de Corazón.
“Dejenme verla”
Ya estando a un lado los niños se la entendieron sin notar el rostro horrorizado de Law.
¡No podían dársela! Ese hombre con su moco chorreante y sus manos que seguramente estaban sucias la iba a arruinar o no devolverla como broma.
Law no iba a permitir eso corrió y se la arrebato a Buffalo antes de que Trébol la tomara y salió corriendo.
“Vaya mocoso egoísta”
Se rio Trébol.
“Debería enseñarle a compartir”
Su risa se volvió maliciosa.
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Law estaba oculto con su historieta entre sus bracitos, ahora estaba seguro de que Trébol haría algo para molestarlo.
Llevaba un rato ahí pensando en un buen escondite, fue tan sorpresivo el que de repente Corazón estuviera sentado a su lado.
Se sobresaltó, ¿Cómo había llegado sin hacer ruido?
Lo vio unos segundos para ver qué hacía, pero este no hizo nada por un rato.
Cuando se iba a levantar Corazón puso un dedo señalando la historieta.
Law no sabía qué hacer exactamente, pero Corazón insistió señalando los textos.
Aún confundido empezó a leer en voz alta, mientras Corazón saco un cigarro y empezó a fumar.
Así fue por un pacífico rato hasta que Corazón se empezó a incendiar, Law se alejó un poco y cuando el fuego paró Corazón se fue.
Law se quedó extrañado, el comportamiento de Corazón era tan extraño últimamente, ni siquiera lo había golpeado o arrojado hace algún tiempo.
Eso era sumamente raro y a la vez algo que le empezó a gustar, el hecho de estar todo el tiempo alerta solo lo volvía paranoico, como ahora mismo que huyó de Trébol.
Aunque aún tenía que seguir alerta, la familia donquixote no era la más amable ni comprensiva, pero que corazón ya no lo molestará le daba un poco de paz.
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Corazón solo pudo ocultar su sonrisa durante un rato hasta que estuvo alejado y pudo sonreír con libertad, sin duda darle esa historieta al niño fue lo mejor que pudo haber hecho.
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Rosinante paseaba por la isla en la que acababan de desembarcar eso fue hasta que pudo ver a Law frente al mostrador de vidrio de una tienda de historietas.
Se ocultó no muy bien, pero lo suficiente como para no ser descubierto por el niño cuando esté entro pudo observar la frustración en la mirada de Law ante las palabras del vendedor que seguramente tendrían que ver con el precio.
Cuando Law se fue con prisa se quedó un rato fuera de la tienda viendo el mostrador pensando si era lo mejor cumplir el capricho de un niño al que solía maltratar más que a los otros.
Cada golpe, cada lanzada y dolor que le provocaba a los niños lo hacía sufrir tal vez el doble que a ellos, pero con Law era diferente.
Solía ser el más maltratado por qué era el que más lo buscaba y retaba, por mantener la apariencia se había vuelto más brusco con él, en una ocasión incluso pudo ver cómo Doflamingo borro su sonrisa por unos segundos por el chillido de queja de Law ante un golpe.
Pero solo volvió a sonreír y al poco tiempo reírse del niño cuando no pudo ponerse de pie por el dolor.
Ese día Rosinante había llorado bastante, lo que más le dolía de lastimar a Law era que a diferencia de otros niños como Baby 5 y Buffalo que se reían y lo tomaban como juego, o como algunos otros que demostraban el dolor que les causó y empezaban a llorar.
Los ojos de Law solo se notaban brillosos por unos segundos antes de que el niño los tallara con desespero y actuará como si nada.
Pero en la noche Rosinante podía oír claramente los sollozos y ver al día siguiente los ojos hinchados del niño.
Era un dolor insoportable para Rosinante.
Sabía que no podía compensar a Law con una historieta, al menos no directamente.
Por eso mismo en cuanto la compro la envolvió en papel de regalo aunque debido a un pequeño accidente se quemó un poco había quedado bien solo faltaba ponerle un recado.
Rosinante tomo un pedazo de papel y con su mejor letra escribió Para Law seguido de eso lo coloco en la parte del barco que sabía que solía frecuentar el niño.
