Los Cachorros Salvan A Chase-Una Historia de Paw Patrol

Capitulo Diez

Chase apenas se despertaba cuando el sol empezo a salir. Estiró las piernas y bostezó. Cuando miró a su alrededor, recordó que todavía estaba en el lago. Habían pasado dos días desde que se perdió. Se acercó a la cascada y tomó un bebida de agua fría. Recogió algunas de las bayas de los arbustos y las enjuagó en la cascada antes de comerselos. Echo otro vistazo a su alrededor. El área alrededor del lago estaba casi libre de animales. El día anterior, los animales comenzaron a aparecer alrededor del lago un par de horas después de que saliera el sol, así que Chase pensó que sería lo mismo hoy. Él corrió alrededor del lago. A veces, cuando se despertaba mucho antes de iba a despertar a los demas, iba a correr por la ciudad para despejar su mente, y era calmante para él.

Mientras corriba, su mente estaba vacía. No tenía pensamientos, ni recuerdos, ni cuidado por el tiempo. Sintió el viento brotando a su alrededor, haciendo un ligero silbido mientras pasaba. La brisa de la mañana le dio frío, pero la sensación era relajante. El aire frío le permitió respirar más suavemente. El canto de los pájaros, el sonido de las olas que se estrellan suavemente contra las rocas y el sonido de los árboles que se movian debido al viento hacen que se sienta en paz. Chase siempre había sido capaz de relajarse cuando estaba rodeado de naturaleza.

Haya en el Lookout, tenía un lugar que daba vista a la bahía y a la ciudad de Adventure Bay. Le gustaba estar sentado allí solo por la noche, después de que todos los demás se hubieran quedado dormidos, con los ojos cerrados. Su mente se le aceleraba, pensando en su pasado, el presente y en cómo mejorar el futuro. Recordó un momento en el que Skye lo encontró allí y se sentó justo a su lado. Hablaron por un rato, aunque se olvidó de qué. Mientras hablaban, Skye apoyó su cabeza contra su hombro. Eso le había hecho sonrojarse, pero hizo todo lo posible para ocultarlo. Gracias a Dios que, debido a la oscuridad y el color de su pelaje, Skye nunca se dio cuenta de que sus mejillas se pusieron del mismo color que el casco de Marshall. Ella se había quedado dormida mientras hablaban, así que él se trajo a sí mismo para llevarla de vuelta a su casita. Chase aún no estaba cansado, así que estaba planeando volver al acantilado. Mientras caminaba hacia de regreso, escuchó a Skye susurrar algo que sonaba como "Te amo". Se dio la vuelta y se dio cuenta de que Skye estaba dormida, así que no pensó mucho en ello. ( Ella si dijo que lo amaba, pero fue durante el tiempo en el que estás medio despierto, medio dormido, así que no se dio cuenta).

Chase terminó su caminata en el mismo lugar donde lo empezo. Había dado dos vueltas alrededor del lago sin siquiera darse cuenta. Estaba respirando mucho y su pierna delantera derecha lo estaba doliendo. Miró hacia abajo a su brazo. Recordó que cuando bajaba por el lado del la montaña, había sido raspado por una raíz que se estaba saliendo de la tierra. Había dejado un corte de dos pulgadas de largo. El corte no era profundo, pero había desangrado un poco. Se quitó cuidadosamente el chaleco de la policía y la mochila de cachorros y entró en el lago. Pequeños peces se alejaron mientras se acercaba. Limpió toda la sangre seca y limpió la herida. Una vez que terminó de lavarse la pata, se metio debajo el agua. No se había bañado desde que se perdió, que fue hace tres días. Él nadó un par de minutos antes de salir. Una vez que estuvo en tierra firme, sacudió todo el exceso de agua de su pelaje. Miró hacia el cielo. Se imaginó a Skye allí arriba, haciendo trucos con sus alas. Siempre le sorprendió lo talentoso que estaba el pequeño cockapoo en el aire. Sabía que no era capaz de hacer la mitad de las cosas que ella podría hacer si lo intentara. Pensar en ella le hizo girar el estómago. La echaba mucho de menos.

Chase miró a su alrededor. Los venados comenzaron a salir de la línea de árboles aquí y allá. "Bueno, pues", se dijo a sí mismo en voz alta. "Es hora de irse. Pero primero, tenemos que prepararnos". Se acercó al arbusto de Bayberry más cercano. Se dio cuenta de una gran roca redonda cerca, lo que le dio una idea.

Durante una misión una vez, tuvieron que recoger manzanas para la granjera Yumi mientras ella no estaba. El granero estaba cerrado con llave y todas las canstas estaban dentro. A Ryder se le ocurrió una idea. Le dijo a Chase que lanzara su red sobre una roca cercana. Chase lo hizo y Ryder comenzó a torcer la red alrededor de la roca. Giró la red hasta que estaba apretada sobre la roca. Las cuerdas que estaba hecho de la red estaban tan cerca que no podían ver la roca del otro lado. Ryder unio las cuerdas. Cuando Chase retrayó su red, la red salió de la roca sin problemas y reveló que la red tenía la forma de una canasta. Lo llenaron de manzanas y Chase pudo llevar una docena de manzanas en la bolsa sin que se desmoronara y las manzanas rodaran por todas partes.

Chase hizo lo mismo usando la roca que encontró cerca del arbusto. Una vez que se terminó la bolsa, comenzó a llenarlo con Bayberries. Una vez que terminó de llenarlo, retrayó la red todo lo que pudo hasta que la bolsa estaba sobre su espalda. Caminó hacia el mismo río que vino de. Miró el lago por última vez. Quería volver en el futuro. Camino por el río.

Entró en el río, el agua estaba fría tal y como recordaba de hace dos días. Caminó por el río. Caminó por el río durante una hora hasta que terminó de vuelta en el lugar donde el río se divide en dos. Bajó el otro arroyo que salió del río. Se dio cuenta de cómo se dio la vuelta, se volvió una vez más y continuó dirigiéndose hacia el norte.

Luego escuchó un rasguño de un águila. La proximidad de las montañas hizo que el ruido resonara desde todas las direcciones. La oreja de Chase giró noventa grados cuando escuchó que algo se estrelló contra un árbol. Cuando se volvió hacia el ruido, se dio cuenta de que algo se caía del árbol. Corrió lo más rápido que pudo hacia el árbol. No pudo entender la figura de la criatura, pero notó paches de marrón dorado. No importa lo que era, pensó Chase, necesita mi ayuda. Corrió más rápido hacia el árbol, la bolsa de Bayberries pesaba tanto como las plumas. El animal iba a caer sobre un montón de enormes rocas. Chase sabía que el impacto podría causar daños graves. Chase saltó sobre una roca y saltó en el aire. La bolsa de Bayberries se separó de Chase. A medida que se acercaba a la criatura, Chase estendía los brazos. Envolvió sus brazos alrededor de la criatura. Metió a la criatura debajo de él mientras acerco sus cuatro piernas. Cerró los ojos. Empujó la cabeza de la criatura en su pecho para que el polvo o otra cose dañe sus ojos. Terminó rodando en el suelo al otro lado de las rocas durante unos cinco pies.

"Bueno, creo que estamos bien", dijo Chase, mirando al águila de arriba, que comenzó a retirarse. Fue entonces cuando Chase se dio cuenta de que no era un águila, sino tres. Pensó que quienquiera que salvo iba a ser su cena si no era por él.

De repente, la nariz de Chase comenzó a actuar. Olía algo familiar. Chase, sin embargo, solo he olido este aroma antes en...

Se dio la vuelta y se encontró con los ojos de color magenta más hermosos que jamás había visto. "¿Skye?"