A Maxi siempre le había dado curiosidad: ¿Cómo se sentía besar a otro chico? La duda ya se le había despejado por completo.
A la mañana siguiente, todos despertaron con dolor de cabeza y migraña, pero sin lugar a dudas, Bradley llevaba la delantera. Había aparecido en la cocina vestido de negro y con gafas de sol puestas.– ¿Vienes de un entierro? – preguntó Bobby burlón.
– Ja ja ja – no le había hecho gracia en lo más mínimo.
Uno de los Gammas tiró una cuchara sin querer al piso, y eso bastó para que Bradley explotara. No gritó, no rompió nada, ni amenazó a personas; en su lugar, recogió la cuchara, tomó el plato con cereal del culpable y lo lanzó a través de la ventana de la cocina. Tomó sus cosas en silencio y se fue.
En cuanto escucharon la puerta de la entrada cerrarse, todos suspiraron de alivio y se burlaron del plato de cereal de aquel pobre diablo.– Por eso no lo invitamos a tomar – dijo Tanque dirigiéndose a los novatos – es divertido cuando está borracho, pero sus resacas son infernales.
Max solo se rió ante el estado de Bradley y su peculiar reacción. No le parecía infernal, sino más bien divertido. Seguía siendo Bradley y su nefasta personalidad, pero con distintas reacciones.
Bradley había llegado temprano a la clase que tanto era su martirio. Nunca antes había llegado tan temprano a ningún lugar. Tenía la cabeza recargada sobre la mesa mientras se cubría con sus brazos para evitar el contacto con la luz blanca del salón.
"Brad", un susurro directo en su oído, hizo que alzara la cabeza por completo. Al parecer, se había quedado dormido por un momento. El salón de clases ya estaba lleno y a su lado estaba sentado Max, quien lo miraba directamente.– Ese es el lugar de Tanque – señaló de inmediato.
– No creo que le moleste si lo tomo por el día de hoy – respondió amablemente Max, sin quitarle la mirada de encima a Bradley.
– Como sea – se dio la media vuelta para evitar mirarlo directamente.
La clase transcurrió con normalidad, por lo menos el profesor no hablaba muy alto y así no le provocaba dolor de cabeza a Bradley. Una vez que el profesor finalizó su plenaria, Uppercrust tomó sus cosas y se levantó para irse. Estaba evitando a Max ¿Por qué? Ni idea, pero ahora la presencia de Max lo ponía más nervioso que antes.
– ¡Bradley espera! – Max avanzó entre el resto de sus compañeros de clase y logró alcanzar al castaño.
– ¿Qué quieres novato? – preguntó con fastidio Bradley y sin voltearlo a ver.
– Te quería invitar a mi práctica de esta tarde – dijo emocionado – siempre me mirabas a la distancia y supuse que preferirías una invitación directa.
Todo ese tiempo el novato había sido consciente de la vigilancia de su hermano de fraternidad y nunca se lo dijo. Bradley se sentía payaso de fiesta infantil, pasando una vergüenza tras otra para entretener a los demás. ¿En qué momento se volvió tan patético?
Se dio la vuelta esperando que una de sus respuestas espontáneas e ingeniosas saliera de su boca, pero no fue así; no sabía qué decir. En su lugar, se quedó mirando en silencio a Max, y este no se movió en lo más mínimo; solo se quedó observando con paciencia, esperando una respuesta. Su pequeño intercambio de miradas fue interrumpido por alguien que los abrazó a ambos por los hombros.– Me da gusto ver que se llevan bien, muchachos –dijo el señor Goofy, quien estaba detrás de ellos y también compartía esa clase.
– ¡¿Qué hay, pa?! –saludó el novato con entusiasmo.
A Bradley le habían contado todo lo que hizo en la discoteca, y todavía le costaba trabajo creerlo. Pero, al parecer, todas sus payasadas habían disipado la sensación de arrepentimiento que cargaba desde el día en que le gritó a aquel hombre. Y Max, bueno, probablemente había hablado en esos días con su padre; juntos resolvieron sus problemas y se reconciliaron, o algo así, la verdad a Bradley le costaba un poco entender su relación de padre e hijo. Al señor Goofy no le gustaba estar peleado con su hijo, y a Max le había ganado el remordimiento de alejar tan repentinamente a su padre, que tanto lo quería.
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UNA VEZ MÁS (MAX & BRADLEY)
RomanceLas personas no cambian, pero las decisiones que toman hacen que cambien sus vidas. ¿Qué hubiera pasado si Bradley aceptaba a Max junto a sus amigos en la fraternidad?