Lazos del Destino (Camren)

Capítulo 21

A la mañana siguiente, el grupo despertó con un renovado sentido de urgencia. La información obtenida la noche anterior había revelado más de lo que esperaban, y sabían que debían actuar rápidamente para evitar un desastre inminente.

**Normani** convocó una reunión de emergencia en la sala común. **Camila**, **Lauren**, **Chris**, **Taylor**, **Dinah**, **Ally**, y **Verónica** se reunieron alrededor de la mesa, sus rostros serios y concentrados.

—Tenemos un problema —comenzó Normani, señalando el mapa. —La Orden del Sol Naciente está planeando un ataque coordinado en varios puntos estratégicos de la ciudad. Si no los detenemos, las consecuencias serán catastróficas.

**Chris** frunció el ceño, mirando el mapa. —¿Qué tipo de ataque estamos hablando?

**Verónica**, revisando los documentos, respondió: —Explosivos y ataques coordinados en estaciones de tren, edificios gubernamentales y hospitales. Quieren sembrar el caos y desestabilizar la ciudad.

**Ally**, con una expresión de preocupación, preguntó: —¿Tenemos alguna idea de cuándo planean hacer esto?

**Lauren** asintió, señalando una línea de texto en uno de los documentos. —Aquí dice que el ataque está programado para mañana por la noche. No tenemos mucho tiempo.

**Dinah**, siempre lista para la acción, se levantó. —Entonces, no hay tiempo que perder. Necesitamos dividirnos y cubrir todos los puntos posibles. No podemos permitir que esto ocurra.

**Normani** asintió, trazando un plan rápido. —Camila, Lauren y Verónica se encargarán de las estaciones de tren. Chris, Taylor, y yo cubriremos los edificios gubernamentales. Dinah y Ally, ustedes se encargarán de los hospitales. Debemos coordinar nuestros movimientos y asegurarnos de que todos los puntos estén cubiertos.

El grupo asintió, entendiendo la gravedad de la situación. Se dividieron rápidamente, preparándose para la misión.

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Camila, Lauren y Verónica se dirigieron a la primera estación de tren, moviéndose con sigilo entre la multitud. La estación estaba abarrotada de gente, lo que complicaba aún más la situación.

—Tenemos que encontrar los explosivos antes de que sea demasiado tarde —dijo Verónica, revisando un plano de la estación.

Camila asintió, su mirada enfocada. —Nos dividiremos para cubrir más terreno. Lauren, tú toma la plataforma norte. Verónica, revisa las áreas de servicio. Yo me encargaré de la plataforma sur.

Lauren asintió, dándole un apretón de manos a Camila. —Ten cuidado.

Camila sonrió, sus ojos llenos de determinación. —Siempre.

Se separaron, moviéndose rápidamente entre la multitud. Lauren avanzó hacia la plataforma norte, su mirada buscando cualquier cosa fuera de lo común. Finalmente, encontró una mochila sospechosa cerca de un banco. Se acercó con cautela y confirmó sus sospechas: era un explosivo.

—Camila, Verónica, encontré uno —dijo por el auricular. —Voy a desactivarlo.

Mientras tanto, Verónica encontró otro explosivo en un área de servicio y comenzó a trabajar en su desactivación. Camila, en la plataforma sur, estaba revisando cada rincón cuando vio a un hombre sospechoso dejando otra mochila. Lo siguió y lo detuvo, neutralizando la amenaza.

—Tenemos que movernos rápido. Hay más estaciones que revisar —dijo Camila por el auricular.

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Mientras tanto, **Normani**, **Chris**, y **Taylor** estaban en el distrito gubernamental, revisando los edificios claves. Cada uno de ellos sabía que un solo error podría tener consecuencias devastadoras.

—Hay mucha seguridad aquí. Necesitamos movernos con cuidado —dijo Chris, observando a los guardias.

Normani asintió, liderando el camino. —Sabemos lo que estamos buscando. Revisen cada punto de acceso y busquen cualquier cosa fuera de lugar.

Taylor encontró el primer dispositivo en la entrada de un edificio gubernamental. Con la ayuda de Chris, lo desactivaron rápidamente. Normani, mientras tanto, encontró otro dispositivo en el estacionamiento subterráneo.

—Dos menos, pero no podemos bajar la guardia —dijo Normani, revisando su reloj. —Tenemos que seguir adelante.

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En los hospitales, **Dinah** y **Ally** estaban trabajando contra el reloj. Sabían que estos lugares eran especialmente vulnerables y que cualquier ataque aquí tendría consecuencias terribles.

—Los hospitales están llenos de gente inocente. No podemos permitir que les pase nada —dijo Ally, su voz firme.

Dinah asintió, su mirada determinada. —Vamos a revisar cada rincón. No dejaremos piedra sin mover.

Encontraron el primer explosivo en la sala de espera del primer hospital y lo desactivaron rápidamente. Luego, se dirigieron al segundo hospital, donde encontraron otro dispositivo en el área de urgencias.

—Esto es una locura. ¿Cómo lograron colocar estos explosivos sin ser detectados? —se preguntó Dinah, mientras desactivaba el dispositivo.

Ally, trabajando a su lado, respondió: —La Orden tiene recursos y contactos. Pero no importa cómo lo hicieron. Lo importante es que estamos aquí para detenerlos.

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Después de una noche de tensión y trabajo incansable, el grupo logró desactivar todos los explosivos y neutralizar la amenaza. Se reunieron en su escondite, exhaustos pero aliviados.

**Normani** se dirigió al grupo, su voz llena de orgullo. —Lo hicimos. Hemos detenido el ataque y salvado muchas vidas. Estoy increíblemente orgullosa de todos ustedes.

**Chris** asintió, su mirada seria. —Pero no podemos bajar la guardia. La Orden aún está ahí afuera, y no sabemos cuál será su próximo movimiento.

**Taylor**, siempre optimista, añadió: —Pero sabemos que, juntos, podemos enfrentar cualquier cosa.

Camila y Lauren, abrazadas, sintieron una mezcla de alivio y determinación. Sabían que la lucha aún no había terminado, pero también sabían que, con su amor y la fuerza de su amistad con los demás, podían superar cualquier desafío.

Esa noche, el grupo decidió tomarse un momento para relajarse y disfrutar de su éxito. Compartieron una cena sencilla y rieron juntos, apreciando los momentos de tranquilidad en medio del caos.

Camila y Lauren se retiraron a su habitación, abrazadas y sintiendo la calidez de su amor. Sabían que el futuro aún era incierto, pero también sabían que, mientras estuvieran juntas, podían enfrentar cualquier cosa.

—Hoy fue un gran día —dijo Camila, mirando a Lauren con ternura.

Lauren asintió, besándola suavemente. —Sí, lo fue. Y estoy agradecida por cada momento que pasamos juntas.

Se quedaron en silencio, disfrutando de la tranquilidad y de la compañía mutua. Sabían que aún había desafíos por delante, pero también sabían que, con amor y amistad, podían superar cualquier cosa.

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