Tan pronto como entramos a la casa, inmovilicé a Jimin contra la pared, dándome un festín con su boca. Pero, por supuesto, Noodle sintió mucha curiosidad por saber qué estábamos haciendo, bailando alrededor de nuestras piernas enredadas y ladrando con entusiasmo. Nos alejamos del beso, riendo.
-Cachorro, te amamos, pero esto no es un juego, ¿vale? -exclamó Jimin, exasperado.
Acaricié un lado de su cara. Mi erección palpitante estaba presionada contra la parte inferior de su abdomen y no quería perder el contacto.
-Nunca tendremos sexo en ningún otro lugar que no sea el dormitorio, ¿eh? -Pregunté, probablemente sonando un poco quejumbroso.
-Una vez lo logramos en el sofá de la sala.
-Nuestra primera vez. Eso fue asombroso, por cierto. Pero Noodle parece demasiado alerta para eso ahora.
Jimin tiró del pelo de mi nuca, haciéndome levantar la cabeza. Sus ojos estaban llenos de picardía y deseo.
-¿Qué tal sexo en la ducha?
Gruñí. En cuestión de segundos, estábamos en el baño y yo le estaba bajando los pantalones por las piernas. Otro ladrido procedente de detrás de la puerta del baño hizo reír a Jimin.
-Noodle. Ve a acostarte -le llamé. Con suerte, se daría por vencido con nosotros pronto.
Ansioso por entrar en mi pareja de cualquier manera, le di la vuelta a Jimin, agarré sus perfectas nalgas y las separé. Su agujero se movió frente a mis ojos. Me mojé un dedo en la boca, golpeé la estrellita y la vi ceder cuando presioné. Se abrió fácilmente, dejando entrar mi dedo. Cuando lo bombeé hacia adentro y hacia afuera, el lubricante cubrió mi piel en una capa suave. Presioné, masajeando la glándula de Jimin, y él gimió apreciativamente.
-Te gusta mirar, ¿no? -preguntó.
-¿Tu agujero? Oh sí. Especialmente cuando está húmedo y necesitado.
Abrió más las piernas y elevó el trasero. Luego pujó, su agujero se dilató alrededor de mi dedo, y gemí al verlo.
-Joder, Jimin. Eso es magia.
Apretó deliberadamente y volvió a pujar, ofreciendo un espectáculo para mí, y por enésima vez, me maravillé de cómo mi pareja se transformó de un chico tímido y tranquilo en este maravilloso demonio sexual en un instante.
-Qué agujero tan hermoso.
Acaricié su trasero y lo golpeé, no para causar ningún dolor sino para verlo moverse. Jimin gimió, así que lo hice de nuevo. Sólo un pequeño golpe. Luego usé mis pulgares para tirar de la piel que rodeaba su abertura para poder ver mejor su interior.
-Empuja de nuevo, por favor.
Gruñó y la tierna piel de su borde se desplegó como una flor, exponiendo el tejido brillante del interior.
-Un agujero bastante rosado. Tan pequeño.
-¿Verás cómo se estira para tu polla?
Las palabras de Jimin hicieron que mi polla se moviera.
-Todo el mundo piensa que eres un buen chico. Pero tan pronto como estás desnudo conmigo, te conviertes en un ninfómano sucio, ¿no?
Mientras hablaba, me alineé con su apertura y la provoqué con la cabeza de mi polla. Se escapó más líquido, empapando la punta, y Jimin gimió.
-Mmm sí. Porque me pones cachondo. Necesito que me folles.
Observando cómo cedía el músculo, entré lentamente. Muy lentamente.
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Inesperado / YM
Hayran KurguYoongi tiene todo lo que siempre quiso: riqueza inmensa, estatus altísimo, hombres hermosos... Pero sólo el perro que él no quiso le trae algo parecido a la felicidad. Después de una ruptura complicada, se muda a un pequeño pueblo costero con la i...