En un mundo marcado por la lucha por el trono, Aelie Targaryen se encuentra atrapada entre dos mundos. Reencarnada en el cuerpo de la hija mayor de Rhaenyra Targaryen y Laenor Velaryon, su misión es clara: evitar que la devastadora guerra civil cono...
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.⚠️Advertencia ⚠️. Importante.
Aelie tendrá una personalidad muy indefinida, ya que como es una reencarnada, tendrá una personalidad infantil algunas veces o actuará de una manera madura algunas veces, ya que ella no controla 100% su cuerpo y pensamiento.
Disfruten :) ✨🌷
〖𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 II 〗 .Lazos.
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Las lunas pasaban después de la llegada de la princesa Aelie Valaryon. Primera hija del matrimonio de la princesa Rhaenyra y el heredero de las mareas Laenor Velaryon, siendo así que esta llegará a los 8 días del nombre, a diferencia de su hermano menor, el cual tenía 6 días del nombre.
Me encontraba sentada en el jardín principal del castillo, cosa que yo en realidad no quise, pero aveces no puedo controlar mi cuerpo, por lo cual me encontraba aquí sentada con mi tía Helaena.
Pero ya me estoy acostumbrado un poco a no poder controlar tanto mi cuerpo, pero me estoy dando cuenta que cada año que pasa puedo tener más control de este.
Fijó mi mirada en el pelo de mi tía, el cual tenía varias florecitas pequeñas que le había colocado. Estábamos aburridas; habíamos salido de las lecciones con septa y no sabíamos qué más hacer.
Helaena aunque casi siempre estaba en su mundo, para mí es una persona rara, pero también me da una cierta pizca de paz.
Aunque estar sentada en un árbol mirando cómo Helaena hablaba con un incepto no era nada divertido, y hasta mi yo más pequeño se daba cuenta de eso...
—Por cierto, Ela, ¿sabes dónde están los demás? —mencionó bostezando mientras mi mirada se fijaba en el cielo, el cual estaba nublado a mi parecer—.
Ahora pensándolo bien, tal vez Helaena me pueda ayudar a intentar que la danza de dragones no pase. Los dioses me mencionaron que pongas mucha atención a lo que dice mi acompañante, pero es muy difícil de descifrar, ya que Helaena habla en acertijos o hasta en pequeños susurros que no puedo oír.
—Ellos están entrenando, mi hermano mencionó algo de eso antes que me fuera a las lecciones con la septa. —Mencionaba sin interés fijándose en dos mariposas de fuego las cuales se les posaron en las blanquecinas manos de esta—.
—Al final deberán de arder juntos —murmuraba, mientras miraba cómo las mariposas se iban juntas de su mano—.
—¿Qué acabas de decir? —mencionó confundida mientras me paraba del piso para comenzar a limpiar un poco mi vestido para después ofrecerle una de mis manos para que se levantara—.
—No me acuerdo, fue un pensamiento repentino, así que tranquila —decía; esta toma mi mano, muy raro en ella, ya que a ella no le gusta para nada el contacto físico; seguramente ya me tiene más confianza—.
Ya las dos paradas nos íbamos caminando por los largos pasillos de piedra que tenía el castillo; algo que aún no me acostumbro son los modales que tienen las princesas, pero de a poco voy aprendiendo.
Mientras hablábamos de algunos temas hasta poder llegar al lugar de entrenamiento, en el cual se encontraba mi hermano mayor y mi tío, el cual este último no me agradaba...
Es algo muy raro; a mí no me agrada para nada, pero mi cuerpo actúa de manera demasiado distinta, como si yo fuera un pedazo de metal y aquel chico de pelo ondulado era un imán, el cual me atraía cada vez más que lo veía.
Comienzo a correr con ella mientras nos dirigíamos a la terraza que daba directamente al lugar de entrenamiento, el cual era muy grande a mi parecer. Esta acción mi cuerpo lo hizo solo; sentía como este comenzaba a actuar de una manera más nerviosa y torpe.
Me asomé por la barandilla de la terraza para poder ver mejor a las personas que se encontraban ahí. Aunque no quisiera, mi mirada se desvía hacia Aegon y siento que este lo nota, pero siguió como si nada hubiera pasado. Un alivio, la verdad, porque sentía como mi cuerpo se estremeció por un momento.
Miro a mi acompañante, la cual no está mirando el lugar de entrenamiento. Esta me estaba mirando con una pequeñita sonrisa mientras volvía a mirar donde estaba mirando yo hace unos minutos.
¿Se habrá dado cuenta de cómo estoy actuando?
No me importa tanto lo que piense, pero para Aelie pequeña como que le importa mucho lo que piense, ya que sentía como comenzaba a sudar un poco mis pequeñas manos y mi corazón se aceleraba por cada respiro que daba.
Sentimientos que reconocía muy bien, pero es muy temprano para decir eso, solo tengo 6 años ahora y una niña de esa edad no sabe lo que quiere.
En fin, volvía a mirar a aquel rubio y pude ver cómo sus ojos violetas me miraban, pero cuando vio que lo estaba observando, desvió la mirada rápidamente.
Una pequeña sonrisa comenzó a salirme.
Pero aún no entiendo cómo yo puedo sentir algo por ese chico si literalmente es una persona increíblemente irritante, aunque me trataba mejor que a los demás, pero eso no deja que moleste a mis hermanos algunas veces y a mi amigo Aemond, el cual era una de mis personas favoritas que había en el palacio.
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Aegon, desde que vio unas pequeñas figuras pasar rápidamente por el patio de entrenamientos, desvió su mirada en las siluetas que se encontraba corriendo para llegar a la terraza que se encontraba a unos pequeños metros del lugar donde se encontraba.
Este fingió que no las vio para no poderse más nervioso de lo que se encontraba. Aunque no pareciera, él siempre se pone de esa manera, aunque nunca le encuentra una respuesta a ese pequeño sentimiento que tiene cuando ve a Aelie.
Esta decidió impresionarla un poco para que vea lo fuerte que es con su manejo de espada, algo muy normal en los niños. Él quería la aprobación de la pequeña Velaryon.
Este comenzó a golpear de una manera rápida al decir verdad al muñeco de paja, mientras tomaba cada vez más fuerza e impulso.
Ser. Criston lo felicitó, pero al pequeño rubio no le importaba eso. Este miró a donde se encontraba la pequeña morena, la cual no lo estaba viendo, pero de un momento a otro vio cómo esos ojos violetas lo miraban, cosa que hizo que desviara rápidamente la mirada.
¿Qué es lo que estoy sintiendo?
Pensamientos que siempre pasaban por la mente de éste cuando miraba a la pequeña Velaryon, cosa que quería que le explicaran, pero tenía miedo de que su madre digiera que era una estupidez o algo por el estilo.
No es como si este tuviera la mejor relación con su madre. Lo cual mejor evita los regaños de ésta.
Cuando dejó la espada de lado, vio cómo una pequeña figura bajaba rápidamente las escaleras. ¿Seguramente vendrá a felicitarme por mi esfuerzo?
El pequeño corazón de este comenzó a acelerarse cada vez que veía que cada que quedaba menos espacio entre ellos.
Este comenzó a sonreír ligeramente, sonrisa la cual se desvaneció cuando vio que esta no se dirigía a este, si no al hermano de la pequeña morena.
"Increíbles ridículos"
Pensó este mientras suspiraba para dejar su espada en el piso y se dirigió a tomar un poco de agua cuando vio cómo ésta abrazaba a su hermano, abrazo que deseaba este con ansias, pero no pudo sentirla.
Cosa que hizo sentir una pequeña molestia a éste.
Sintiéndose humillado pensando que la atención de la Velayron era para él. Muy equivocado que estaba.
Sir Criston avisó que se había acabado el entrenamiento del día de hoy mientras comenzaba a ordenar las armas que se encontraban en el piso.
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Mientras bajaba a toda velocidad, sabía que mi cuerpo estaba actuando solo, pero por un momento tuve el control de el; en vez de dirigirme a Aegon, que era a este que iba principalmente, me dirigí a donde estaba mi hermano mayor. Volteo mi cabeza y veo cómo Aegon me está mirando de una manera peculiar. Mientras dejaba de abrazar a mi hermano, podía sentir cómo se acercaba a donde estaba yo, ya que mi hermano decidió irse, ya que no aguantan aún minuto más de pie.
Suspiro mientras miraba como aquel chico el cual ya está al frente de mí comenzaba a hablar.
—Sobrina, qué raro verte aquí —mencionaba este aún irritado, cosa que pude darme cuenta—.
—Oh tío, solo quería pasar un momento por estos lugares, ¿no puedo pasar ahora por aquí? —mencione mientras me ponía un poco a la defensiva, pero era más para ver la reacción de este, sorprendentemente cuando tenía él control del cuerpo tenía una excelente habla—.
—No, no quise insinuar eso, mi lady, solo se me hizo rara su presencia por estos lugares —decía este mirándome apenado—. ¿Podría usted acompañar a un grato paseo?
Menciona esto mientras se quitaba los guantes de entrenamiento para poner su mano al frente de mi para que la tomara.
Me gustaría decir que no, pero la verdad no se está comportando tan insoportablemente como las otras veces.
—Claro, no hay ningún problema para mí —mencioné para caminar al compás de este, ignorando que este me ofreció la mano, pero sabia cómo actúan en este castillo tal vez piensen mal.
Comenzamos a caminar en silencio; la verdad no era un silencio incómodo podía decir que era hasta agradable.
—¿Me viste entrenar? —preguntaba de la nada este sin mirarme—.
—Sí, estuviste bien —digo dándole una pequeña sonrisa, haciendo que este me diera también una pequeña sonrisa.
Aegon se sentía increíble feliz, aunque intentaba no demostrarlo.
—Yo siempre soy increíble, pequeña Aelie —mencionó éste mirándola mientras daba una sonrisa burlona—.
"Que ridiculo"
—Si eso crees tú —digo aguantándome un poco mi risa.
Este rodó los ojos al ver mi reacción tan burlesca hacia su comentario.
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