Capítulo uno: Creación

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Todo empieza con la nada, antes del tiempo mismo, en ningún lugar donde nada existe ni nada existió, antes de la vida, antes de la muerte, sin la mente ni las emociones, antes de todo.

De pronto y sin ningún sentido algo comenzó, lo primero, el primero, un huevo apareció entre toda la nada y convirtió a toda esa nada en todo.

El primer de todos los espíritus, un ser primigenio tuvo su primer pensamiento "vida" y entendió que su único propósito era hacer posible la vida en su universo.

Es así como creo a un segundo espíritu, del cual todo lo demás estaría basado en él, Knowbe, el espíritu de las palabras, del qué el universo entero está hecho, se convirtió en el ancestro de todo. Y para lograr su objetivo el espíritu creador formó a los dos seres qué compondrían los pilares del universo, Croné se encargó de la crear el tiempo, con sus latidos mantendría el compás del universo; y Tadión, quien expandiría el espacio con s respiración. Pero ambos hermanos celestiales resultaron ser muy agresivos, y al tener la capacidad de destruir el recién formado universo, el espíritu creador concedió la existencia de Iralih, el espíritu capaz de detener a sus hermanos y capaz de controlar las dimensiones y la materia, para permitir que todo lo que Iralih sea visible nació Lome, el espíritu de la luz. Pero irónicamente había pasado por segunda vez, así como el espacio y el tiempo lucharon, la materia y la luz también lo hicieron, para castigarlos el espíritu creador condenó a ambos a sufrir por su propio trabajo, Iralih fue desterrado a una de sus dimensiones, dónde solo el podría vivir, mientras que Lome fue despejado de toda su luz. Para evitar que el universo perdiera su brillo el espíritu creador formó a millones de Staris, y a cada uno le dio una fracción de la luz de Lome, creando así a las estrellas.

Al darse cuenta que, hasta el momento, la mayoría de sus hijos eran agresivos, decidió practicar la formación de vida en otras dimensiones, nacieron los Uhcthul, espíritus anómalos de comportamiento errático de los cuales el espíritu creador aprendió muchas cosas, el problema con sus hijos no era algo que podría controlar, pudo ser capaz formar a los demás espíritus, pero también les dio la capacidad de pensar por sí mismos, le dio emociones propias y la habilidad de decidir. Aparente jamás podría controlar el rumbo de las vidas qué creara, pero el espíritu creador está bien con eso. Lo segundo que aprendió fue con ΔΣΝΡΤ, un espíritu con la capacidad de aprender, un espíritu con la capacidad de hablar, un espíritu con la capacidad de adaptarse, un espíritu capaz de evolucionar.

Con esto aprendido el espíritu creador decidió que era momento de ejecutar su plan en la dimensión principal, así creo un planeta especial, para este planeta decidió crear a tres pares de hermanos encargados del balance, nacieron el Shaw y Ratl; Muny y Sirin; y Vatip y Nucla. Los hermanos del cielo y el sol; las hermanas de la luna y el océano; y los mellizos de la tierra.

La danza de los espíritusWhere stories live. Discover now