Max se encontraba entrenando solo cuando ve al clan perez aparecer.
— Creí que se quedaría con la boca cerrada pero solo confirma lo que piensa, es débil e inútil, adelante, no les tengo miedo
Los alfas entran y rodean a Max quien tenía una sonrisa cínica.
Pato, uno de los más jóvenes ataca lanzándose contra Max quien logra taquearlo y enviarlo al otro lado de la pista.
Los otros dos alfas de inmediato se lanzan contra Max quien rápidamente comienza a luchar contra ellos a golpes.
Aunque que los Perez no tuvieran patines para el hielo complicó mucho las cosas para ellos.
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— Deberías controlar a tu hijo — Ataca Christian.
— Yo me estoy preguntando que tipo de educación le diste a tu hijo para que atacara a un omega en grupo
— Tu no sabes eso
— Las cámaras lo prueban, si no vine antes fue porque mi hijo me lo pidió
— Claro, seria humillante para el
— Oh para tu hijo y su manada, no es más un cobarde
Christian se pone de pie al igual que el padre omega de Checo, pero sus esposos rápidamente los detienen.
— Dile al monstruo de tu hijo que se aleje del mio porque si vuelve a lastimarlo, me encargaré de que se hunda en prisión
— Atreve a amenazar a mi hijo y olvidaré las formalidades
— Deberías enseñarle eso a tus hijos
— Necesito que paren — Suplica el director — Las luchas están permitidas, son alfas, pero no podemos ignorar que un omega haya sido lastimado en manada
El padre de Checo sonrie volteando a ver a Christian quien lo fulmina con la mirada.
— ¿Tendrá un castigo mi hijo? — Cuestiona Wolff.
— Había pensando en sacarlo del equipo de hockey — El alfa se tensa.
— No ara tal cosa
— Es lo justo para un alfa cobarde — Esta vez es el padre alfa de Checo.
Toto voltea a verlo y ambos alfas se ven fríamente. El ambiente cambia y los omegas solo rodan los ojos ante el aroma fuerte.
Ambos alfas querían matarse.
Bueno sus padres, abuelos y tatarabuelos también.
Pero esta vez la lucha era entre sus hijos.
— No puedo sacar a Max del equipo por ahora, no cuando se acerca la competencia, pero si lo vuelve a hacer será expulsado del equipo, por ahora su castigo será entrenar sin descanso y quedarse horas extras con más trabajos para casa
— Eso no es justo, es un castigo patetico — Responde Perez molesto.
— Tu no sabes nada, a si que cierra la boca
Ambos alfas se levantan y Checo quien veía eso desde afuera agacha la mirada.
Lo último que quería era eso.
— ¿Ves lo que provocas por no cerrar la boca? — Ataca Max.
— No le vuelvas a dirigir la voz a mi hermano Wolff — Responde Fernando.
