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Sergio se encontraba en el salón de esgrima, iluminado únicamente por la luz tenue de las velas que parpadeaban en las paredes. Con su uniforme blanco impecable y su máscara de protección, se encontraba entrenando.

Sus movimientos eran precisos, rápidos y elegantes, demostrando una destreza innata en el arte de la esgrima.

Cada vez que realizaba un golpe o una parada, las gotas de sudor brillaban en su rostro. Su concentración era total, como si estuviera en un estado de trance, solo enfocado en perfeccionar sus habilidades.

A medida que el entrenamiento avanzaba, el pecoso se movía con una rapidez casi sobrenatural, esquivando los golpes imaginarios de su oponente invisible. Su técnica era impecable, sus movimientos fluidos y su mirada fija en su objetivo.

Al final de la sesión, el pecoso detuvo su entrenamiento y se quitó la máscara, dejando al descubierto un rostro cansado pero radiante de satisfacción.

Había demostrado una vez más su habilidad en la esgrima, su pasión por este arte marcial que lo había enamorado desde joven.

Después de ducharse se dirigía a su habitación pero se detiene al encararse a Max en medio de la escalera.

— ¿Tu que haces aqui?

— ¿Y yo porque debería responderte eso? — Cuestiona Sergio irritado.

— No me moveré, ve a la otra escalera

— Será mejor que te muevas, estoy cansado

— Como si eso me importara

— Muévete ya Emilian — Reclama molesto.

— Ya te dije que no omega inútil, vete al otro lado si quieres pero yo no voy a moverme

— Es una lástima que tus padres no te hayan enseñado modales

Max de inmediato lo pone contra la pared agresivamente que Checo pierde el aire por segundos.

— Dilo de nuevo y te arrojare de las escaleras, no me importa ser expulsado si tu tienes tu merecido

— Ya sueltame cobarde

Lo empuja para después irse mientras Max lo ve con desprecio.



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Max se encontraba en el gimnasio cuando ve a Lewis aparecer junto a Sergio.

Lewis era perfecto sin ser tan importante. Era un buen alfa, un buen amigo, buen estudiante, amable, era toro lo contrario a Max.

Incluso Max sabía que Lewis era más atractivo que el, pero Max solo esperaba, era cuestión de tiempo para que creciera y se volviera un hombre atractivo.

— Esta noche podremos tener la cita — Sergio sonrie — Bueno si tu no tienes nada mejor que hacer.

— Nada importante, tu dime donde y yo llego — Lewis sonrie.

— Genial, te envío la dirección

— Esta bien, nos vemos entonces

Le sonríe e ignora a Max, quien al ver desparecer a Sergio se acerca a Lewis.

— ¿Desde cuando te gusta? Creí que preferían a los rubios

— ¿Celoso Wolff?

— Quisieras

— Solo quiero pasar el rato y Sergio bueno, el esta muy solo, solo me divertire un poco con el omega Perez — Ambos ríen.

— Te propongo algo

— Mientras los idiotas de sus hermanos se alejen

— Yo me encargaré de eso

— Entonces dime que tienes en mente para el omega Perez






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Sergio entra a su casa jugando con su anillo y al llegar a la sala se detiene a su padre hablando con sus hermanos.

— Deben esforzarse y ser mejores que los Wolff, la competencia llega pronto, debemos tener más victorias que ellos

— Papá lo aremos, no tienes que recordarnoslo, hemos mejorado, seguimos practicando — Aclara Fernando.

— Eso espero, no quiero que nuestro apellido se vuelva débil, tenemos un linaje, yo me encargo de seguir destruyendo a los Wolff con las empresas pero ustedes también deben ser mejores que los idiotas de sus hijos

— Por favor, somos mejores que los salvajes de los Wolff, todos nos prefieren

— Eso esta bien, sigan a si

Sergio entra a la sala y los hermanos se dispersan mientras el alfa se acerca a su hijo y le da un beso.

— ¿Como estuvo tu día cachorro?

— Hoy saldré con Lew — Responde feliz — ¿No te molesta verdad?

— Me molesta que crezcas cachorro, pero esta bien, si el te hace feliz, es lo que me importa

Sergio sonrie y le da un beso en la mejilla para después irse a su habitación.

— Nosotros somos los mejores en este deporte, y ustedes tienen la responsabilidad de mantener ese legado. No pueden permitirse flojear ni un solo momento en la cancha. Deben esforzarse al máximo, demostrar su talento y compromiso en cada juego — Exclamó Toto ante sus hijos.

— Padre somos los mejores, hemos ganado todas las competencias — Responde Charles.

— Espero que sigan a si, no pueden permitirse perder, y tu Max — El rubio voltea a verlo — Estas haciendo historia hijo, has ganado más veces de lo que yo gane a tu edad, todos hablan de ti, y debes seguir a si

— Yo no pienso perder, te lo aseguro, yo siempre gano — Sonríe.








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Sergio se encontraba viendo las estrellas cuando Lewis entrelaza sus manos llamando su atención.

— No te ofendas pero ¿No te parece extraño que tu seas un omega? El linaje de tu padre es de puros hijos alfas

— Si, es extraño — Sonrie — Pero el es mi padre

— Debe ser genial ser un omega rodeado de puros alfas, siempre te cuidan

— Si, son los mejores, pero no veo el lado malo de ser un omega, no veo la realidad gracias a ellos

— ¿A que te refieres?

— Digo que si no hubiera nacido en una familia rica, todo sería diferente, más cruel, e escuchado varias historias donde los omegas sufren

— El mundo es cruel, tienes suerte de haber nacido en una familia tan amorosa

— Si, lo agradezco, veo como tratan a los omegas y es.....doloroso, Max es el único que me a echo ver ese lado cruel

— Bueno mientras yo este contigo, no dejar que te lastime — Checo sonrie. — El es solo un tonto mimado, la diferencia entre tu y el, es que tu tienes humanidad

— Si, supongo que si

— Ven, vamos a nadar

— Espera, yo no se nadar

— Estare contigo, no voy a soltarte, lo prometo

Checo solo sonrie y se dirigen a la playa donde ambos se quitan la ropa y entran entre risas.

Enemies To Lovers ~ Chestappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora