Who do you like? (Rupha)

3

—Oh, ¿tú eres Pharita?

La mencionada se quedó quieta, queriendo desaparecer.

Una chica un poco mas vajita que ella, con el cabello desarreglado y solo una camiseta grande puesta se encontraba frente a ella, con los párpados casi pegados entre ellos mientras bostezaba.

—Uhm, si, yo soy Pharita.

—Soy Ahyeon, un gusto — sonrió amable, Pharita tuvo que evitar sentirse molesta por eso — Ruka se está duchando y yo estoy preparando el desayuno. Puedes entrar, me dijo que te estaba esperando.

Y la tailandesa así lo hizo, ingresó al apartamento, viendo como había un gran desastre.

Ropa tirada por el suelo y los muebles, algunas hojas esparcidas también por el suelo y botellas de Soju a medio tomar sobre la mesa de centro de la pequeña sala.

Pharita no quería pensar siquiera en por qué la pelinegra no tenía pantalones puestos.

No dijo nada, simplemente evitó pisar las cosas tiradas en el suelo y se sentó en uno de los sofás individuales, moviendo algunas prendas para no sentir su aroma.

No quería toparse con la fragancia del perfume de la mujer... o algún olor que delatara que su mayor y la pelinegra habían tenido sexo.

¿Ahyeon es quien le gusta a Ruka?

—Oh, Pharita, llegaste temprano.

La tailandesa miró a su mayor, quien secaba su cabello mientras portaba un bonito conjunto de pijama azul con pequeños y abundantes conejitos.

—Unnie, hola — saludó sin ganas.

Ruka notó su desanimo, por lo que dejó la toalla sobre sus hombros y caminó hasta poder sentarse en uno de los brazos del sofá en el que Pharita estaba sentada.

—¿Pasó algo?

Pharita negó.

—Me levanté muy temprano, sigo algo cansada.

—Oh.

Ruka miró a Ahyeon, quien las miraba a ambas con curiosidad.

La mayor de las tres entendió lo que realmente pasaba, por lo que habló en alto, algo no tan común en ella.

—Ahyeon, me dijiste que tu cita te esperaba a las nueve y son las ocho y media, ¡ve a bañarte y vestirte!

—¡Ya voy, mamá!

Ambas chicas rieron, Pharita se
sonrojó por la vergüenza.

Pensar que Ruka se había acostado con Ahyeon...

Dios, ¿hasta dónde la iba a llevar su cabeza tan imaginativa?

—Bien, ya que Ahyeon preparó el desayuno... ¿no quieres comer un
poco?

—Oh, en realidad ya desayuné, pero no puedo negarme a un plato de
panqueques.

—Eres un caso.

Y cuando Pharita se levantó del sofá
para dirigirse a la cocina, Ruka miró por sobre su hombro y le sonrió a
Ahyeon, quien había levantado ambos pulgares hacia arriba.

En realidad, quien había cocinado todo había sido Ruka, Ahyeon solo fingió.

Porque Ruka sabe cuánto ama
Pharita los panqueques, por eso se levantó bastante temprano para prepararlos