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Los dos estaban sentados en el suelo viendo el televisor, él aprovechó que ella estaba distraída en la televisión y él posó su mano en al muslo descubierto de ella.

— creí que te ibas a ir – sonríe.

— si lo iba hacer pero recordé que iba a estar aburrido viendo como los idiotas esos hablaban de sexo y colegiadas – acaricia el muslo de ella – pero tú eres la mía.

— pero si re-menor que tú.

— nena, no te ofusques, a mi no me importaría, pero accidentalmente vi una de tus conversaciones con tu amiguito donde aceptaste que alguien te gustaba, y quién es ese alguien?

— no te tiene que importar.

— claro que sí, quiero saber quién es el idiota que quiere tener sexo contigo.

— oye.

— no te hagas, porque aún no se me ha olvidado que te encontré viendo cincu...– ella coloca su mano el la boca de él.

— silencio, olvídalo.

Se suelta del agarre — dime, no te hagas la inocente que vi que escribiste que tal vez perderías la virginidad con él – serio.

— cállate, yo no dije eso, ese fue Jeongin.

— ah y no lo niegas.

— bueno sí, me gusta alguien – nerviosa.

— y como se llama?

— no te diré.

— entonces le pediré a Caroline que salga conmigo esta semana.

— bueno ya te voy a decir, Ash no sabes cuánto te odio.

— y yo te amo – hace los labios como pato.

— se llama.....

— a....

— Ricky.

— y ese nombre qué?

— no te metas con él.

— pero cuántos años tiene?

— dieciocho – sonríe.

— y porque no soy yo?

— tengo dos razones, uno: eres re-mayor que yo, dos: no me gustas – dice neutra.

— entonces te gustan mayores – ríe – y entonces a mi me encanta las menores – aprieta el muslo de ella – sólo porque sea de veintiséis y tú de dieciséis no está mal.

— okey – dice seria.

Segundos después suena el timbre de notificaciones, ella se levanta y agarra su celular para revisar.

Ella sonríe y él frunce el ceño – Min, me acaban de invitar a una fiesta este fin de semana – dice sonriente.

— a que bueno – serio.

Ella se sienta y lo abraza – estás celoso? – sonríe.

— y de quién es la fiesta?

— de Madison.

— y a que hora?

— a las nueve.

— es muy tarde, no vas a ir – se cruza de brazos.

— pero por qué? – hace puchero.

— es muy tarde y vas a ir sola.

— y si vas conmigo? – le sonríe.

— no.

— por qué?

— porque se que te vas a besar o vas follar con Ricky.

— y me llevas y me traes, puedes quedarte conmigo en la fiesta, anda porfa, porfa minho no seas malo.

— está bien – serio – pero no te quiero ver cerca de él.

— pero si él es mi novio, como me puedes decir eso.

— qué! – se sorprende – valla, pero si eres una caja de sorpresas.

— no digas eso.

— pero no irás con él y punto.

— okey – se cruza de brazos.

— lo hago por tu bien, no quiero te haga daño.

Ella estaba viendo el celular mientras él hablaba solo.

LovelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora