| D í a 3 |

729 118 57
                                    

———✧◦♚◦✧———

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

———✧◦♚◦✧———

Trato/Sangre.

———————✧◦♚◦✧———————

Lucifer está cansado de que su esposo llegue a la casa empapado en sangre.

Alastor recibe una propuesta interesante.

———————✧◦♚◦✧———————

Humanos AU.

⚠️Relación toxica normalizada.⚠️

————✧◦♚◦✧————

2713 palabras.

———✧◦♚◦✧———

Lucifer sopló su capuchino recién preparado antes de darle un sorbo y quemarse de igual forma, sacó la punta de su lengua con una mueca irritada.

Allí, en la comodidad de su sala, disfrutaba de la noche que comenzaba a caer mientras veía películas en lo que esperaba que su esposo llegase del trabajo. Estaba recostado en el sofá rodeado de un par de mantas y almohadas, similando un pequeño nido en el cual se mantenía cálido combatiendo el frío de afuera mientras sus películas favoritas se reproducían en la televisión.

Frente a él y yaciendo olvidados, se encontraba una pila de documentos e informes esparcidos en la mesa de té, se supone que terminaria ese papeleo durante la tarde pero la televisión tomó toda su atención, lo que sería un descanso de diez minutos terminó en tres horas de ocio y en el capuchino que ahora habia dañado su pobre lengua.

Ser dueño de una empresa gigante de juguetes no era facil ni mucho menos entretenido, claro, no tenía que preocuparse por el dinero, podía vivir como quería junto a su pareja y a su linda hija no le faltaba absolutamente nada, por eso era algo malcriada y mimada, pero poco importaba eso; sin embargo y a para pesar de Lucifer, nada de eso venía gratis, la cantidad de trabajo y estrés siempre le pasaban factura a su estado de ánimo de por si sensible.

Lucifer Morningstar tenía problemas de ira que pocas veces intentaba controlar, la ansiedad y responsabilidades siempre le hacían malas jugadas pero era afortunado de tener un esposo comprensible y que lo amaba tal y como era.

La puerta se abrió de un golpe.

— ¡Hola, cielo! — Saludo al instante sin desviar la mirada de su programa, apenas volteando la cabeza. Escuchó la puerta cerrarse y unos pocos pasos arrastrarse, restó importancia a ese detalle y volvió a soplar el contenido de su taza antes de hablar. — Te deje la cena en el microondas, hice Jambalaya, yo no tenía mucho antojo así que- ...

Snake and deer. [#RadioAppleWeek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora